El papa Francisco solicitó a monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, que se quedara en Roma, pues no quería que se repitiera el trágico episodio sucedido contra monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo metropolitano de San Salvador, hoy ya elevado a los altares, asesinado por fuerzas paramilitares el 24 de marzo de 1980.
“Él (obispo Báez) decía algo de que el papa le había dicho que no quería otro obispo mártir como monseñor (Óscar Arnulfo) Romero. El papa le pidió que se quedara allá en Roma”, contó monseñor Miguel Mántica, párroco de la iglesia San Francisco de Asís, en Managua.
Este martes, monseñor Juan Abelardo Mata, obispo de la Diócesis de Estelí, dijo a LA PRENSA que ya empezó el proceso para presentar su renuncia ante el papa Francisco, como lo indica la normativa de la Iglesia católica, por estar próximo a cumplir los 75 años de edad, reiterando que anhela que su sucesor sea monseñor Silvio Báez.
Sobre el tema, monseñor Mántica indicó que si el obispo Silvio Báez resultara nombrado en el cargo que actualmente tiene monseñor Abelardo Mata, entonces tendría que regresar a Nicaragua, y recordó que Báez se mantiene en Miami porque ha quedado varado por la pandemia y que tuvo que irse del país para evitar ser otro mártir de la Iglesia católica.
En abril de 2019, el papa Francisco trasladó a Báez hacia Roma. El obispo fue uno de los líderes de la Iglesia católica más activos en el acompañamiento a las víctimas y de denuncia de la represión del régimen de Daniel Ortega que se intensificó a su culmen a partir de abril 2018.
Actualmente radica en Miami. LA PRENSA trató en diversas ocasiones obtener los comentarios del obispo Báez, con resultados infructuosos, también se trató de localizar a su hermano Javier Báez para conocer qué piensa sobre un posible regreso del obispo a Nicaragua.
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Oscar Arnulfo Romero fue asesinado el lunes 24 de marzo de 1980. Un carro Volkswagen rojo llegó a las 6:30 p.m. hasta la pequeña capilla del Hospital La Divina Providencia, de San Salvador, donde aún se atienden enfermos de cáncer. Se estacionó frente a la iglesia y desde la ventana de atrás un tirador disparó certero en el corazón del arzobispo. Monseñor Romero quedó en un charco de sangre frente al altar. El prelado denunció constantemente los abusos e injusticias del régimen de ese entonces en el país vecino.
Todos en peligro
¿Usted cree que si monseñor Báez regresa a Nicaragua a la Diócesis de Estelí ya no correría peligro?, se le consultó a Mántica y este respondió:
“Pues, hombre, aquí en Nicaragua todos estamos en peligro (sonríe como signo de resignación), aquí todos estamos que no sabemos si vamos a amanecer mañana. Entre la pandemia y todas las cosas que hemos visto aquí, como la crisis política y social, sí hombre aquí la vida se ha vuelto bien insegura con tantas cosas y ahora también se está alborotando la criminalidad, se están dando muchos robos”, consideró Mántica.
El religioso calificó de “bueno” el interés del secretario general de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y obispo de la Diócesis de Estelí, monseñor Juan Abelardo Mata, en proponer como su sucesor a su similar Silvio Báez, quien se encuentra en el estado de Miami, Estados Unidos.
“Miro bueno ese señalamiento del obispo Mata, usted sabe que ellos tienen buena amistad y es lógico que él recomiende a su amigo, pues”, dijo Mántica.
En libertad para rechazar o aceptar
El vicario general de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Carlos Avilés, consideró que si se diera la situación en que el papa nombrara al obispo Báez en el cargo que actualmente posee monseñor Mata, entonces “eso lo tendría que valorar él si es muy peligroso regresar a Nicaragua, la persona tendría que valorar el riesgo que corre y el obispo tiene la libertad de no aceptar un nombramiento del papa Francisco”.
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Mata confirmó a LA PRENSA su decisión de que en mayo de este año pondrá su renuncia al cargo que tiene desde hace 32 años en la jurisdicción de la zona norte del país y que propondrá a su santidad el papa Francisco que sea el obispo auxiliar monseñor Silvio José Báez quien ocupe su lugar.
Monseñor Mata cumplió el pasado agosto 44 años de vida religiosa después de ser ordenado como sacerdote en Guatemala, se ha caracterizado por ser beligerante y denunciar los abuso de poder del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, y aún más cuando los ataques son en contra de campesinos y de la Iglesia católica, institución que desde abril 2018 ha sido objeto de persecución, amenazas y asedios dirigidos por el partido gobernante.
Proceso de elección
Monseñor Mántica explicó que el Código de Derecho Canónico de la Iglesia establece que al cumplir los 75 años todo obispo debe renunciar. “Luego viene la aceptación por parte del papa que no necesariamente es inmediata, puede pasar un tiempo también y cuando saben que va a quedar la sede vacante, entonces tienen que pensar en el sucesor. A veces puede pasar bastante tiempo para que el papa decida quién va a ser el sucesor, depende mucho de las consultas que hagan, es un proceso del Vaticano y no se escoge al ‘bolsazo’, a como decimos nosotros en Nicaragua, sino que hacen toda una consulta, una investigación, proponen nombres, examinan a cada uno de los candidatos propuestos y en este caso es muy posible que monseñor Báez sea un candidato si lo propone el obispo Mata, pesa mucho eso”.
«Nosotros tenemos respeto a la Ley, entonces el obispo a esa edad está obligado a poner su renuncia sea titular o auxiliar, yo el próximo año en junio cumplo los 75 años entonces yo pondré mi renuncia como en mayo, buscando una fecha de la Virgen Santísima», aseguró el obispo Mata en una entrevista ofrecida a LA PRENSA el año pasado.
Llamamos al cardenal Leopoldo Brenes para conocer su opinión sobre dicha advertencia y la decisión del papa Francisco para proteger la vida del obispo Báez, pero no contestó. Su asistente aseguró que él estaba en una reunión.