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CONTENIDO EXCLUSIVO.El régimen de Daniel Ortega se anotó en enero un nuevo récord en la cantidad de dinero que tiene en depósito en el Banco Central de Nicaragua, luego que en ese mes ingresaran a su cuenta 4,126.8 millones de córdobas, elevando el saldo a su favor a un nivel no visto desde que se tiene registro.
En enero el Gobierno tenía depositado en el Banco Central 26,599.6 millones de córdobas, por encima de los 16,245.7 millones de córdobas acumulados en igual del año pasado. Eso equivale a un incremento en el periodo de 64 por ciento, un crecimiento no visto en la última década.
Los números muestran que luego de una mala racha en la evolución de sus depósitos hasta noviembre del año pasado, debido a la fuerte presión que estaba ejerciendo, entre otros factores, la crisis financiera del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social y la caída de la recaudación, en diciembre pasado y enero de este año el régimen ha enviado significativos remanentes de dinero al BCN.
Aliviado por el oxígeno que está recibiendo de la cooperación externa en el marco de la pandemia y la reconstrucción de los daños ocasionados por los huracanes Iota y Eta, en enero el Gobierno hizo una transferencia por 4,126.8 millones de córdobas.
Según cifras oficiales hasta diciembre del año pasado el Gobierno central tenía en el BCN 22,472.8 millones de córdobas, solo en ese mes los depósitos aumentaron 8,144.9 millones de córdobas, puesto que el saldo en noviembre era de 14,327.9 millones de córdobas. (Ver infografía abajo)
El saldo alcanzado en enero de este año no se había visto ni siquiera hasta finales del 2017 e inicios del 2018, cuando el régimen gozaba del respaldo financiero de los multilaterales, cuyas ventanillas se han vuelto a abrir luego de ambas crisis (la sanitaria y los huracanes).
El régimen llevaba casi dos años de no conseguir recursos frescos de organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Solo el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) mantenía a flote el ingreso de recursos frescos, entidad que no está afectada por la Nica Act, la legislación de Estados Unidos que bloquea el acceso a Ortega a nuevos créditos, siempre y cuando estos no tengan fines humanitarios. Esto debido a la violencia de la dictadura contra los nicaragüenses desde abril del 2018, que le costó lo vida a más de 328 personas.
Un economista que prefiere no ser citado, señala que estos fondos representan transferencias netas del gobierno al Banco Central, lo cual es resultado “de los desembolsos de recursos externos, que el gobierno mantiene allí mientras se van ejecutando los proyectos para los cuales fueron otorgados, más cualquier eventual excedente de recaudación sobre los egresos del gobierno”.
El economista Róger Arteaga, exgerente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) sostuvo que los depósitos del gobierno van incrementando, pero que son recursos comprometidos y que el régimen no puede hacer uso de ellos a su gusto y antojo.
“Lo que sucede es que el Banco Mundial, el BID, el BCIE han estado haciendo desembolsos por el asunto del Covid-19, hay muchos fondos para eso, algunos donados otros prestados en condiciones favorables y también por las pérdidas que generaron los huracanes, pero la velocidad con la que están desembolsando no va en la misma proporción del uso de ese dinero, lo podemos ver con el tema de las vacunas, que aún no llegan a Nicaragua y las que han llegado han sido pocas. Entonces todo ese dinero está ahí y no se puede utilizar para otra cosa que no sea la condición pactada y hasta que comiencen a ejecutar los proyectos eso va a ir bajando”, explicó Arteaga.
Sostuvo que ir acumulando el dinero no es ganancia, porque “para mantenerlo tienen que pagar intereses por eso, ahí el problema es que el gobierno no está operando como debe los fondos, hay un subejecucción lo que está provocando es que los flujos queden atascados en el Banco Central. Hay que recordar que esos fondos están con oreja marcada, son para un propósito, que es atender la pandemia y la pérdida generado por los huracanes”, añadió.
El titular de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta informó este mes que incorporarán al Presupuesto General de la República 20 mil millones de córdobas, principalmente para gasto de inversión, provenientes de los fondos externos que han logrado conseguir y que estimo en un poco más de 950 millones de dólares. Pero hasta ahora el régimen no ha detallado con exactitud cómo distribuirá esa partida, que equivale a un aumento del 25 por ciento.
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Solo entre diciembre 2020 y enero 2021, el Gobierno central transfirió al BCN 12,271.7 millones de córdobas; 8,114.9 millones en diciembre y 4,126.8 millones en enero.
Las cifras del BCN muestran que estos depósitos se recuperaron un poco en el 2020, pero tras la pandemia estos volvieron a bajar y fue hasta en noviembre que Ortega logró oxigenarse. Cabe destacar que en el 2018 producto de la crisis sociopolítica, los depósitos del Gobierno cerraron en 12, 303 millones de córdobas, es decir 5,283.5 millones menos en comparación con lo alcanzado en 2017, lo que muestra el impacto de la crisis en las finanzas públicas, que el Gobierno logró mantener ajustadas a punta de fuertes reducciones en el gasto de inversión y gasto corriente ajustado.
El economista, que prefiere no ser citado explica que a inicios y hasta julio del año pasado, los depósitos del Gobierno habían mostrado un robusto crecimiento, logrando recuperar los niveles similares a los de marzo 2018, antes de la crisis sociopolítica.
Sin embargo, el golpe de la pandemia en la recaudación fiscal y el déficit del INSS, que se expandió de nuevo a niveles récord, volvieron a poner en descenso los depósitos del Gobierno en el BCN, pero cuando el régimen ya estaba agotado financieramente por la sequía de recursos externos, el huracán Eta e Iota, más la pandemia, fueron los salvavidas.
Para hacer campaña política
Para el economista y sociólogo Óscar René Vargas, el régimen de Ortega comenzará a ejecutar estos fondos entre mayo y junio, ya a mediados de año porque será una estrategia política de cara a las elecciones, que se celebrarán en la primera de noviembre.
“Creo que ese dinero les va a permitir a ellos usar una política clientelar en este periodo electoral y van a hacer uso de ese dinero a mediado del año, ahí vamos a ver que este dinero se va ir reduciendo y como su destino es humanitario, Ortega puede sacar pecho de eso, aunque yo creo que el uso de esos recursos no será transparente”, advirtió Vargas.
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