Mientras los gobiernos de los países centroamericanos trabajan contrarreloj para iniciar la inmunización contra la Covid-19, en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega maneja con hermetismo este proceso y no informa siquiera en qué consiste el plan de vacunación para la población.
Pese a que mediados de enero de este año el régimen presentó un plan de compras de vacunas, esta ha sido a medias, según médicos independientes, porque no detalla los avances y acuerdos para adquirir las dosis. Esto sin olvidar que hasta ahora los nicaragüenses desconocen sobre el plan de vacunación que se llevará a cabo, aún cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya confirmaron que la primera parte de la donación de vacunas que realizarán al país llegarían en las próximas semanas.
Ante este silencio de parte de las autoridades, el Comité Científico Multidisciplinario (CCM) destacó la importancia de que se conozca el plan de vacunación, porque dentro de este se debe llevar a cabo la promoción de la aplicación de vacunas y generar -de esta manera- confianza entre la población.
Puntos claves para el plan de vacunación
El especialista en Salud Pública y miembro del CCM, Carlos Hernández, si bien consideró que las organizaciones internacionales de salud deben ser más específicas en las fechas de entregas de las vacunas, destacó que cada país debe ir trabajando y procurar estar listo para el proceso de inmunización.
A criterio del salubrista, estos son los puntos que debe tener un plan de vacunación.
Se establece tiempo según objetivos y fases. El doctor Hernández señaló que la primera fase del proceso de vacunación es “crucial” para el país, por lo cual se debe establecer un “cronograma muy claro” de la adquisición y aplicación.
“Dependiendo de qué vacuna llega primero y de cómo llegan (al país), tenemos definidos los tiempos para prepararnos y estar listos. Debemos tener una lista de chequeo y que el Gobierno nos informe de manera transparente si esto ya lo tenemos completo”, dijo el salubrista.
Sin embargo, el régimen de Ortega no revela este tipo detalles y hay un total silencio de los avances que tienen para comprar las vacunas. Asimismo se desconoce cómo está preparado el Ministerio de Salud (Minsa) para la primera fase de la vacunación. El 3 y 4 de febrero se conoció que Nicaragua autorizó el uso de la vacuna Sputnik V y la vacuna india Covishield respectivamente pero sin brindar más información al respecto.
Contar con protocolo. Esto dependerá del tipo de vacuna y según la población a vacunar. “No es lo mismo vacunar al personal de salud que a personas con enfermedades crónicas que están en su vivienda. Hay que ver qué protocolos, por lo tanto eso se tiene que establecer y correlacionarse a diferentes estrategias de vacunación según territorio y población a vacunar, esas estrategias deben ser claras, y sobre todo el acceso igualitario”, enfatizó el doctor Hernández.
Al respecto, la OPS informó el 19 de enero que Nicaragua había presentado el plan de vacunación pero no ahondó en qué consiste dicho plan. “Nosotros hemos estado trabajando y efectivamente Nicaragua es uno de los países que presentó el plan (de vacunación)”, expresó en ese momento el director de emergencias en salud de dicho organismo, Ciro Ugarte. Por su parte el régimen hasta la fecha no ha referido sobre dicho plan.
Asegurar recursos en tiempo. Es decir, cuándo llegan las vacunas, cuál es la cantidad a entregar, los insumos, red de frío y equipo de protección de salud, expuso el salubrista.
Se conoce que por el momento Nicaragua tiene asegurada la entrega de 504 mil vacunas a través del mecanismo Covax de la OMS/OPS, y 500 mil dosis de parte de India. Esta información fue adquirida por medio de la Embajada y organismo.
En cuanto a las fechas de distribución, no hay una fecha específica; mientras con la red de frío se desconoce cómo está preparado el sistema de salud respecto a este tipo de recursos.
Capacitación del personal de salud. El doctor Hernández destacó que aunque el país tiene experiencia en el proceso de vacunación, es necesario organizar y capacitar al personal de salud para brindar una atención calificada.
En este punto, el salubrista aclaró que la capacitación será tanto del que vacunará como el que estará a cargo de la red de frío o el transporte de la vacuna. “Es una logística que debe estar muy bien capacitado el personal. ¿Lo tenemos? Sabemos que de alguna manera sí se ha adelantado en eso pero no sabemos si se tiene la capacitación de todo el personal y en todas las modalidades”, refirió el salubrista.
La OPS también afirmó que el organismo ha apoyado al Ministerio de Salud en las capacitaciones sobre el personal de salud, y señaló que Nicaragua contaba con buena experiencia en el tema.
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Informar permanentemente. El doctor pidió al Gobierno que no politice la vacunación porque este plan debe estar lo más claro y accesible a todos para no generar desconfianza en la población.
“Solicitamos no politizar este asunto que es de vida o muerte. Pero con la politización que se le ha dado hay mucha desconfianza y eso nos va a generar barreras de acceso”, lamentó el salubrista.
Hasta ahora la información adicional que se tiene de la llegada de las vacunas ha sido directamente por los actores involucrados, pero que no son parte del Estado de Nicaragua.
Establece canales de convocatoria. Al respecto, el doctor Hernández señaló que esto incluye el trabajo de la organización operativa (el gobierno) con las organizaciones civiles y sociales. Conlleva a crear campañas de educación y promoción, y a establecer mecanismos institucionales.
“Ya deberíamos estar en un campaña de información que transparente y tranquilice a la población (…) que establezcan mecanismos institucionales y de sociedad civil para monitorear y hacer auditoría social del proceso de vacunación, la prioridad tiene que ver con poblaciones en riesgo y no con poblaciones que tengan privilegios por otras razones”, enfatizó el doctor Hernández.
Lo cierto es que pese a las puertas de recibir las primeras dosis para inmunizar a la población nicaragüense, el régimen de Ortega maneja a su antojo la información y mantiene el discurso de que tiene bajo control la pandemia, mientras la población se mueve en un escenario de falsa tranquilidad.