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CONTENIDO EXCLUSIVO.Un total de 44,829 cubanos visitaron Nicaragua en 2019, según las estadísticas del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), una cifra escandalosa si se toma en cuenta que en los dos años previos los isleños que aterrizaban en Managua no pasaban de los 2,000.
Antes de que el régimen orteguista flexibilizara los requisitos a los cubanos para viajar a Nicaragua, estos apenas representaban el 0.1 por ciento de la cantidad de turistas que llegaban al país, pero en el 2019 ese porcentaje ascendió a un 3.5 por ciento, según el Boletín de Estadísticas de Turismo del Intur, que recién publicó esa entidad, con un año de retraso.
De acuerdo con estas estadísticas, en mayo de 2019 fue cuando más cubanos llegaron al país: 6,229. Cifras similares se registraron en noviembre y diciembre de ese año: 5,871 y 5,942, respectivamente.
Desde enero de 2019, Cuba está incluida en la categoría migratoria B de Nicaragua, que permite obtener un visado de turismo por 30 días con un sencillo trámite realizado en La Habana. Las facilidades se completaron cuando llegó al país la línea aérea del régimen de Venezuela, Conviasa, en la que prefieren viajar los isleños por su acceso y costos. Actualmente es una de las únicas dos aerolíneas que actualmente mantiene vuelos a Nicaragua, Avianca fue la primera en reanudar operaciones tras las restricciones de la pandemia y del gobierno de Nicaragua.
Bien recibidos por unos y criticados por otros
Aunque los cubanos aparecen en las estadísticas de turismo, su principal actividad en el país es la compra con fines comerciales. Según comprobó en reporteos de LA PRENSA, al llegar el primer destino de los cubanos es el Mercado Oriental (Managua) y otros centros comerciales, donde compran diferentes bienes para llevar a su país.
Para los comerciantes del populoso mercado, los cubanos son una especie de bendición que llega desde la Habana a comprarles ropa, zapatos, productos de belleza, para el hogar y electrodomésticos. Esos son los principales bienes que buscan, pero los comerciantes han dicho que llevan “un poco de todo”.
Sin embargo, para otros sectores, la mayor llegada de cubanos al país solo tiene un efecto paliativo para la economía del país, ya que estos se abastecen del comercio informal y muchas veces sin pagar impuestos.
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Según la revista ADN Cuba, en la isla a las multitudes de cubanos que viajan con fines comerciales usualmente se les conoce como “las mulas”, pues realizan turismo comercial yendo y viniendo de países que les prestan en primer lugar facilidades migratorias por las relaciones políticas con Cuba, en segundo lugar pocas restricciones comerciales y por supuesto, amplia oferta de productos y bajos costos.
Pero en Nicaragua, una funcionaria del Intur refirió en el 2019 que los cubanos llegarían a ver los volcanes del país, porque “ellos no tienen volcanes”. Tampoco un libre mercado que les permita acceder a variedad de artículos como los que demandan comercialmente.
“Aunque este es un negocio de vieja data en Cuba, en los últimos tres meses es toda una novedad para los nicaragüenses que ven a los isleños llenando maletas y carretillas de mercadería y provisiones. Una situación idéntica protagonizada por los cubanos en países como México, España, Guyana, Haití, Ecuador, Panamá y Rusia en los que no requieren visado. (Ecuador suspendió el beneficio en 2008)”, explicó ADN Cuba en un artículo publicado en diciembre de 2019.
En diciembre de 2020, Conviasa reactivó sus vuelos a Managua y los cubanos regresaron al populoso centro de compras, como lo confirmó LA PRENSA en el artículo “Vuelven los cubanos al Mercado Oriental tras el regreso de Conviasa a Nicaragua”.
De acuerdo con las estadísticas del Intur, en mayo de 2019 fue cuando más cubanos llegaron al país: 6,229. Cifras similares se registraron en noviembre y diciembre de ese año: 5,871 y 5,942, respectivamente.
Menos turistas de otras regiones
Gracias al arribo de esos casi 45 mil cubanos, el Intur registró en el 2019 la llegada de 47,860 turistas procedentes del Caribe, siendo República Dominicana el segundo lugar de origen. En el 2017, antes de la crisis sociopolítica del país, de esa región solo llegaron 4,564 viajeros.
Las cifras del Boletín de Estadísticas de Turismo de 2019, que el Intur mantuvo oculto durante el 2020, reflejan que los turistas de otras regiones no llegaron al país a pesar de los esfuerzos del régimen orteguista de dar una imagen de normalidad, después de la represión del 2018.
En el 2017 a Nicaragua llegaron 440,924 turistas norteamericanos, pero en el 2019 solo arribaron 283,781.
De Centroamérica, en el 2017 llegaron casi 1.2 millones de turistas, según las cifras oficiales, pero en el 2019 sólo vinieron 863,686. Los turistas que llegaron de Sudamérica en el 2017 fueron 30,854, pero en el 2019 tampoco alcanzaron esa cifra. Sólo llegaron 27,081.
Procedentes de Europa, en el 2019 llegaron 59,968 turistas, prácticamente la mitad de los 118,322 viajeros del viejo continente que vinieron al país en 2017.
El informe anual del Intur, que fue publicado hasta en los primeros días de 2021, refleja que en 2019 en total a Nicaragua arribaron 1 millón 295,218 turistas, sólo 39,652 más que en el 2018, cuando vinieron 1 millón 255,566.
Otra historia
Golpeado ya durante dos años seguidos, el sector del turismo de Nicaragua se enfrentó a un año terrible por la pandemia del Covid-19.
“Cerramos el 2020 con una actividad turística drásticamente disminuida como consecuencia de la pandemia. En ingresos proyectamos se generarán 176.2 millones de dólares, lo que representa una caída de 65.8 por ciento en comparación con el 2019, (515 millones de dólares, según datos oficiales)”, afirmó a finales del año la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua. Según esa organización, al país sólo vinieron 503,428 turistas, el año pasado, es decir 61 por ciento menos que en el 2019.