A partir de este 1 de enero entró en vigencia la anunciada rebaja en la tarifa eléctrica de los nicaragüenses, pero también una significativa reducción en el subsidio eléctrico para los consumidores de más de 101 kilovatios y el alza del Impuesto al Valor Agregado para los que consuman entre 151 y 300 kilovatios mensuales.
El 16 de diciembre el Gobierno anunció que a partir del 1 de enero se aplicaría una baja de 15 por ciento en la tarifa de los que consuman igual o menos de 150 kilovatios por mes, que se estima beneficiará a unos 890 mil usuarios del sistema eléctrico que están en ese rango. Para el resto la rebaja, agregó, será de 10.6 por ciento.
Especialistas ya habían advertido que debido al recorte del subsidio eléctrico en varios escalafones que conforman los pliegos tarifarios domiciliar, el alivio en este segmento iba a ser limitado. Al respecto, un economista, que prefiere no ser citado, estimó que debido a ese ajuste y a la incorporación del deslizamiento, la reducción en la factura para los que se les anunció 15 por ciento, realmente sea de 8.1 por ciento.
Para los grupos de consumidores a los que se les informó una reducción tarifaria de 10.6 por ciento, este será en promedio de 6.4 por ciento, ya incorporando los ajustes correspondientes. Eso sí advirtió que será los que están en el rango de entre 151 y 300 kilovatios mensuales los que no sentirán ninguna reducción debido al aumento brusco en el IVA, que pasó de 7 a 15 por ciento a partir de enero.
¿Cuándo los nicaragüenses podrán verificar la verdadera reducción? Será en la factura de febrero. El presidente del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), José Castañeda, dijo el mes pasado a un medio de propaganda del régimen que “en enero no espere todo mundo tener la baja real, la van a sentir en febrero porque acordémonos que en enero estamos pagando energía que consumimos en diciembre”.
Al respecto ejemplificó si a “mí me llega la factura el 15 de enero, entonces yo voy a pagar los 15 días de diciembre y 15 de enero por lo tanto, la rebaja completa se va tener hasta en febrero”. Para ello, los consumidores deberán revisar en su recibo su ciclo de consumo y facturación mensual.
En ocasión, Castañeda no explicó cómo incidiría la reducción del subsidio eléctrico en algunos segmentos del pliego tarifario, sin embargo una estimación preliminar del economista apunta a que al menos la mitad del 15 por ciento de la rebaja se sentirá en la factura y habrá otro grupo que no sentirá ninguna reducción como efecto del alza del IVA.
Y es que en el marco de un préstamo que el Gobierno consiguió con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el 2017, a partir del 2018 se empezó a aplicar una reducción gradual del subsidio eléctrico que reciben las familias y pensionados, lo que afecta no solo la tarifa de la energía consumida sino también otros componentes de la factura como son: comercialización y alumbrado público.
Por ejemplo, los que consuman entre 101 y 125 kilovatios, este tramo experimentará una reducción del subsidio estatal promedio de 17 puntos, porque el Gobierno rebajará el porcentaje de cobertura de la subvención en concepto de comercialización y por alumbrado público. Además del dos por ciento por deslizamiento de la moneda.
En el caso de los jubilados, desde enero los que consuman entre 151 y 300 kilovatios al mes, por los primeros 150 recibirán un beneficio del 30 por ciento en subsidio, cuando en el 2020 fue del 35 por ciento. Pero los más afectados serán los que consumen más de 300 kilovatios al mes, cuya cobertura del subsidio pasará de 20 por ciento a 10 por ciento.
También a partir de enero se reactiva el proceso de incorporación de la tasa de deslizamiento a la tarifa, que este año será del 2 por ciento luego, que en el 2020 en la segunda mitad del año se decidiera congelar ese ajuste para sumarlo a una baja tres por ciento que entró en vigencia el 1 de julio de ese año.
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No habrá baja de precios en la comida
Pero además de una reducción en la tarifa eléctrica mermada, los nicaragüenses tampoco sentirán una reducción en los precios de los alimentos, servicios y bebidas, porque el sector privado recibe ese alivio como una medida paliativa tras tres años golpeado por una profunda recesión, que se agravó tras la reforma a la Ley de Concertación Tributaria en el 2019 y que se espera sea revisada en el 2021, según dejó entre ver a finales de diciembre el asesor económico de la Presidencia, Bayardo Arce.
“Primero tenés que ver que se empiece a implementar, pero acordate que el sector ha estado muy mal y esto solo es un paliativo, porque ahorita el sector ha venido cargando muchas cosas que si se les pasará al consumidor no se venderían prácticamente”, dijo a mediados de diciembre Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN).
Desde mayo del 2020 las cámaras agremiadas en el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) solicitaron al régimen de Daniel Ortega aplicar una reducción de 17 por ciento en la factura eléctrica de los consumidores sustentado sobre la base de que el bajo precio del petróleo lo permitía. Pero el Gobierno solo había respondido con la baja de tres por ciento.
Además a principios de diciembre, la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), reclamó a la dictadura de Ortega una rebaja en la tarifa eléctrica, pidió que esta fuera entre un 17 y 20 por ciento, por ser esta la sumatoria de las alzas acumuladas en la tarifa energética.
Cadin afirmó que los precios de la energía hasta ahora, restan competitividad al sector empresarial en comparación con la región centroamericana, además sostuvieron que se reduce el poder adquisitivo y por consiguiente la calidad de vida de la población.
También, esta cámara recomendó impulsar reformas a las leyes del mercado eléctrico con el propósito de realizar contrataciones directas de energía de parte de las empresas nacionales en el mercado eléctrico regional, para finalmente abaratar los costos y tomar ventaja en competitividad.
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Ya se venía de un alza de 20 por ciento
Una rebaja promedio de 8.1 por ciento en la tarifa electricidad a partir de 2021 es simbólica si se compara con el incremento del 20 por ciento que tuvo este rubro en el 2019 de acuerdo con las cámaras empresariales.
El presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), Leonardo Torres mantiene la expectativa de que la tarifa eléctrica baje a un 10 por ciento para encontrar un margen de reducción de ese costo variable para poder dar paso a nuevas contrataciones de empleados aunque sea de manera temporal. Al igual que Torres, el titular del INE espera que la reducción de la tarifa de energía atraiga inversión extranjera y así poder generar empleos.