El Gobierno de Daniel Ortega podrá acceder a un bolsón de 2,513 millones de dólares que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó este martes para apoyar la reconstrucción en los países azotados para los huracanes Iota y Eta, así como para ejecutar proyectos de adaptación al cambio climático.
El fondo forma parte del Programa Centroamericano de Reconstrucción Resiliente, el cual dará ayudas de emergencias a los países afectados por los ciclones. En el comunicado del BCIE no se especifica si hay una cuota máxima asignada para cada país.
Lo que sí menciona es que el banco también “gestionará y administrará recursos de otros financiadores bilaterales y multilaterales en respuesta a la emergencia sin costo administrativo”.
Dante Mossi, presidente ejecutivo de la entidad regional, dijo que “el BCIE, el Banco verde de Centroamérica, reconoce la importancia de desarrollar y promover, mecanismos ágiles de financiamiento para la adaptación y mitigación al cambio climático”.
El millonario programa regional también incluye un fondo de Preparación de Proyectos de Inversión en Cambio Climático (FCC), el cual contempla dar asistencia técnica a los gobiernos para diseñar proyectos enfocados en la adaptación al cambio climático. La idea es impulsar la inversión pública para “la construcción de nueva infraestructura vial y social resiliente y proyectos de agricultura resiliente, así como inversión privada para la construcción y restauración de represas, vivienda resiliente”, esto a través del esquema de Alianzas Público-Privadas.
Mossi informó que igualmente van a intensificar las gestiones de recursos y cooperación para los países de la región en el Fondo Verde para el Clima (FVC), para financiar proyectos de adaptación climática.
Confirman préstamo a Nicaragua
De hecho el BCIE confirmó este martes que finalmente se aprobó a Nicaragua 84 millones de dólares, los que ya estaban contemplados dentro de un empréstito por 115.7 millones de dólares que se anunció en días recientes como parte del proyecto Bio-Clima: Acción Climática Integrada para Reducir la Deforestación y Fortalecer la Resiliencia en las Reservas de la Biosfera Bosawás y Río San Juan.
Al respecto, Mossi dijo que “la ejecución de Bio-Clima tiene gran relevancia debido a los graves daños causados por los huracanes Eta e Iota en Nicaragua, principalmente en su zona nororiental, la cual forma parte del área de intervención del proyecto. En esta línea, con su implementación se estima beneficiar a 665,821 habitantes de manera directa e indirecta en la Costa Caribe nicaragüense”.
La iniciativa beneficiará de manera directa e indirecta a 665,821 habitantes de comunidades indígenas y campesinas de la Costa Caribe nicaragüense.
Se amplía abanico de acceso a Ortega
Pero más allá de eso, lo cierto es que tras la creación del fondo por 2,513 millones de dólares millones de dólares por parte del BCIE para apoyar la reconstrucción, el régimen de Daniel Ortega ve ampliada su posibilidad de conseguir más recursos adicionales a los 1,000 millones que este año contrató y que le permitirán llegar en mejor posición financiera en el 2021, tras dos años de dificultades para acceder a la ventanilla de las multilaterales, principalmente el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Además del programa del BCIE, el Gobierno de Nicaragua puede acceder a otro bolsón por 1,700 millones de dólares que el BID anunció para apoyar los programas de reconstrucción de los daños ocasionados por los huracanes. En este último banco el régimen llevaba dos años sin nuevos financiamientos, tras la aprobación de la Nica Act, una legislación de Estados Unidos contra el régimen por violar los derechos humanos de los nicaragüenses y que impedía al Gobierno acceder a nuevos préstamos distintos de ayuda humanitaria .
El 23 de noviembre, luego de una reunión con los gobiernos de Centroamérica, donde estuvo Ortega, el presidente del BID, Mauricio Claver- Carone informó de la conformación de un bolsón por 1,200 millones de dólares para apoyar la reconstrucción de los países más afectados, más otros 500 millones de dólares provendrán de la redirección de fondos no comprometidos así como de otras instituciones financieras con las que trabajan en la región.
Sobre el último componente del programa, que equivale a 500 millones de dólares, esto implicará que el BID podrá autorizar a los gobiernos que préstamos ya aprobados para proyectos y que aún no se han desembolsados se puedan redireccionar hacia el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas.
Pero a diferencia de los fondos del BID, el BCIE no suele imponer condiciones especiales a los préstamos otorgados a Nicaragua. El Banco Mundial y el BID, por ejemplo, están canalizando los recursos con estrictos controles e involucrando a organizaciones de Naciones Unidas, lo que podría indicar que el régimen tendrá mayor interés de contratar préstamos con el banco regional centroamericano, cuyo financiamiento suele ser más costoso.
A inicios de este mes el titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta informó que el próximo año esperan movilizar otros 200 millones de dólares de los organismos multilaterales para financiar la reconstrucción por los huracanes. Los préstamos obtenidos hasta ahora están ligados a la pandemia del Covid-19. El Gobierno estimó en más de 700 millones de dólares su necesidad de financiamiento por los huracanes.