El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) anunció este viernes que dispondrá para Nicaragua 115.7 millones de dólares que serán invertidos en un programa climático para reducir la deforestación en Bosawas y la biosfera de Río San Juan, en Nicaragua. El monto tiene un componente fuerte de donación, así como 64.1 millones de dólares provenientes del Fondo Verde para el Clima, que avaló el proyecto Bio-Clima, ideado por el régimen de Daniel Ortega.
Antes de que se conociera sobre la aprobación de este fondo, diversas organizaciones que trabajan en el sector ambiental habían enviado cartas internacionales para rechazar la entrega de estos recursos argumentando que el Gobierno ha sido negligente en el manejo de la reserva Bosawas, donde se han denunciado tala indiscriminada por parte de colonos, matanzas y hasta ahora el régimen no ha llevado ante la justicia a los responsables.
Pero el BCIE y el Fondo Verde para el Clima decidieron facilitar recursos al Gobierno, mediante los cuales se espera beneficiar a 614,721 personas, además se proyecta que Nicaragua reduzca en 47.3 millones de toneladas la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), según se lee en un comunicado emitido por el banco regional.
La idea es que estos fondos apoyen al proceso de adaptación al cambio climático, la reducción de la exposición a los riesgos del cambio climático, principalmente de los indígenas y afrodescendientes en situación de marginación y pobreza.
¿Cuál es el origen de los 115.7 millones de dólares? El Fondo Verde para el Clima aporta 64.1 millones de dólares, de los cuales 26.1 millones de dólares ingresarán al Gobierno en calidad de donación y otros 37.9 millones de dólares en concepto de préstamo.
Luego el BCIE se compromete a financiar, como cooperación reembolsable, 18.9 millones de dólares, los que serán canalizados a través del Programa de Reducción de la Pobreza y la Exclusión Económica y Social (PRPEES). Otros 24.3 millones de dólares serán donados por el Fondo de Colaboración para el Carbono Forestal del Banco Mundial (FCPF, por sus siglas en inglés).
El Fondo Mundial para el Medio Ambiente aportará un donativo de 8.3 millones de dólares. Todo esto totaliza los más de 115 millones de dólares. Las condiciones: todo lo que entre en concepto de préstamo tendrá una tasa de interés fija anual de 0.50 por ciento, a un plazo de 40 años, incluido un periodo de gracia de 10 años.
El presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, dijo: “Con esta operación el BCIE reafirma su compromiso de apoyar a sus países miembros, en este caso a Nicaragua, en la canalización de recursos financieros para contribuir al cumplimiento de sus compromisos nacionales en el marco del Acuerdo de París, en cuanto a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), y el mejoramiento de las capacidades de adaptación al Cambio Climático para sus comunidades más vulnerables”.
¿En qué consiste el proyecto Bio-Clima? Según el BCIE se financiarán actividades de conservación y restauración de las zonas protegidas, lo que involucrará a las comunidades y pueblos indígenas, mediante la implementación de planes de negocio para la creación y consolidación de empresas sostenibles comunitarias y planes de manejo forestal sostenibles.
“Estas acciones estarán acompañadas de un fortalecimiento de capacidades técnicas e institucionales a nivel local, que facilitará la formulación y ejecución de estos planes”, según explica el organismo en su nota de prensa.
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La queja enviada
El pasado 29 de octubre el Grupo Cocibolca, que aglutina a varias organizaciones ambientales del país, envió a la directiva del Fondo Verde una carta exponiendo la falta de voluntad del régimen para atender los problemas medioambientales del país, a la que se suman la aprobación de leyes que vulneran los derechos de los nicaragüenses, así como la cancelación de las personerías jurídicas de nueve organizaciones de la sociedad civil, incluida las que trabajan en pro del medioambiente.
“Solicitamos al Fondo Verde no aprobar al Gobierno de Nicaragua ningún proyecto por no haber sido elaborados y por la imposibilidad de ejecución en observancia de las salvaguardas o estándares ambientales y sociales que mandatan los Fondos y sus entidades financieras”, menciona la misiva del Grupo Cocibolca.
¿No habrá desembolso?
Para Amaru Ruiz, director de Fundación del Río, una de las organizaciones miembros del Grupo Cocibolca, pese a la aprobación del proyecto por parte del Fondo Verde, el desembolso de los fondos estará sujeto al cumplimiento de las consideraciones establecidas por los países miembros de la junta, quienes presentaron objeciones sobre el proyecto del Gobierno.
“Es decir que este desembolso se aprobaría si y solo si se cumplen las consideraciones de estos países que plantearon algunas objeciones al proyecto”, señaló Ruiz.
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El director de Fundación del Río también señaló que estas condiciones que deberá cumplir el Gobierno para el desembolso de estos fondos es una buena señal para la incidencia internacional sobre las propuestas del orteguismo.
“Creo que cada día más se cuestiona sobre la legitimidad de lo que postula el régimen a nivel internacional, es decir, cada día más hay observaciones, mayores condiciones, mayor incidencia en la comunidad internacional en función de que estos desembolsos sean con estricto cumplimiento de lo que se plantea”, destacó Ruiz.
En octubre de 2019, el viceministro del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), Javier Gutiérrez, informó que durante ese mes se estudiaría la aprobación del proyecto Bio-Clima en el que se invertirían 110 millones de dólares para la conservación de dichas reservas.
Pero hasta el 16 de octubre de este año, el titular de Hacienda manifestó al oficialista El 19 Digital que el Estado apenas estaba «cerca de movilizar el proyecto de Bio-Clima» y que continúan trabajando «en un programa con Marena para alcanzar 200 millones de dólares el próximo año 2021».