La primera dama y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, advirtió este jueves que la “aministía no es una carta blanca”, en un mensaje dirigido a los opositores que fueron encarcelados en 2018 por protestar contra el régimen de Daniel Ortega y salieron en 2019 mediante una cuestionada Ley de Amnistía.
“Admirable ese gesto de un pueblo y un gobierno que propició una amnistía precisamente para preservar y fortalecer la paz en Nicaragua, pero la amnistía no es carta blanca para seguir propiciando odio en nuestro país”, dijo Murillo este jueves en su comunicación por los medios de comunicación oficialistas que controlan sus hijos.
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Murillo se refirió a ese tema cuando habló de las familias de los policías que murieron en medio de la violencia provocada por la represión de Ortega contra los opositores en 2018. El régimen de Ortega solo reconoce la muerte de 22 policías y califica las protestas de 2018 de un “intento de golpe de estado”, aunque fueron decenas los asesinatos de civiles durante la represión policial.
“Nos comprometemos a mantener nuestra Nicaragua libre del odio criminal de ese trágico, cruel y aborrecible golpismo que nunca olvidaremos. La amnistía fue una necesidad para proteger la paz entre nicaragüenses, pero no concede a nadie el derecho de seguir atentando contra la vida en valores genuinos de cristianismo y solidaridad que rigen la cultura de las mayorías nicaragüenses”, agregó en su mensaje Murillo.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) verificó más de 300 muertes por la represión armada de la Policía en coordinación con civiles armados afines a Ortega. Además, un Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), conformado por extranjeros, determinó in situs que los policías y los parapolicías cometieron “crímenes de lesa humanidad” al atacar a civiles desarmados que salieron a protestar contra un gobierno.
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Durante el período de represión, la Policía Orteguista encarceló a más de 700 personas que participaron en las manifestaciones. La mayoría fueron sacados de la cárcel casi un año después, por las presiones de la comunidad internacional, a través de un Ley Amnistía, que es a la que se refirió Murillo este jueves.
La mayoría de los opositores fueron sacados de la cárcel bajo la figura de “casa por cárcel” o “convivencia familiar”. Casi todos son asediados, perseguidos y hostigados por la Policía y los grupos armados. Actualmente todavía quedan más 100 presos políticos, según los reportes de los organismos defensores de derechos humanos.
Ataques a organismos de derechos humanos
La vicepresidenta designada puso en duda que las organizaciones de derechos humanos respeten las causas que promueven, precisamente porque esos organismos denunciaron y siguen denunciando los crímenes que se cometen bajo el régimen orteguista, entre estos la CIDH, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos Humanos (Oacnudh), Amnistía Internacional y todos lps organismos de defensa de derechos humanos de Nicaragua, que no son afines al orteguismo.
“Un día como hoy, día de diciembre, se celebran, dicen, dicen, los que ocupan espacios dedicados a derechos humanos que no reconocen, que no respetan, porque: ¿qué derechos humanos? Los que les indican el imperio que deben considerar, o los imperios, porque los derechos humanos de los pueblos ni los reconocen, ni los respetan, si nosotros lo vimos, lo vivimos. ¡Qué derechos humanos respetan esos organismos, esas personalidades!, expresó Murillo.
En ocasión al Día Internacional de los Derechos Humanos, Murillo leyó un escrito con numerosas descalificaciones a los opositores, como ya es habitual en sus discursos.
“…Con falsedades, artificios y abominables, aborrecibles ambiciones históricas, entreguistas y vende patrias secuestraron Nicaragua, sembraron muertes, destrucción, odio, crímenes, violaciones e inesperados e inimaginables e inadmisibles sufrimientos al pueblo grande de Darío y Sandino”, dijo.
