Despertar y anochecer monitoreando mapas satelitales y fuentes de información primaria, como el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), forma parte del día a día de Agustín Antonio Moreira Chiong, un ciudadano leonés, que nació el 14 de noviembre de 1963.
A sus 57 años, recuerda que una vez pensó estudiar medicina, pero terminó dedicándose a la agronomía y la ingeniería.
Actualmente, Moreira se desempeña como agrometeorólogo del Centro Humboldt, desde hace cuatro años, y durante la temporal lluviosa de 2020 se convirtió en uno de los rostros más visibles, que brindaba a diario los reportes del clima, anunció y alertó sobre la posible llegada de ondas tropicales y huracanes, como Eta y Iota, que causaron desastres en territorio nicaragüense.
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Eta y Iota, un gran reto
Precisamente, sobre la experiencia del monitoreo y los reportes de los huracanes Eta y Iota en su trayectoria hacia Nicaragua, Moreira afirma que significó un “gran reto”, que les sirvió a él y sus colegas para “demostrar el trabajo en equipo y capacidad de poder dar información veraz y segura para la comunidad, a los sectores que estaban pendiente y lo más importante salvar vidas ante una crisis de emergencia con estos dos últimos huracanes”.
Moreira afirmó que la ausencia de información climática dirigida a todos los sectores de la sociedad y su experiencia en brindar pronóstico del clima por medio de radio y televisión nacional lo mantuvieron en pie en esta temporada para orientar y educar al público en situaciones de emergencia.
Manifestó que como grupo de especialistas en seguimiento de esos ciclones potentes, que tocaron tierra en el Caribe Norte del territorio nicaragüense, en menos de 15 días, hubo días que no durmieron.
“Hubo días que no dormíamos y nos rotábamos el equipo para mantener con seguridad la trayectoria de los huracanes que afectaron, tanto en Nicaragua, como en otros países como Honduras, El Salvador y Guatemala”, manifestó.
Moreira se define como una persona carismática, servicial, atento y familiar. “Siempre soy agradecido con Dios por las oportunidades que me da, me gusta ayudar, ser muy solidario con la justicia y la verdad. Me gusta el respeto a los derechos humanos y de mi patria como a la vida”, dijo a LA PRENSA.
Una temporada lluviosa “muy extrema”
Por otro lado, el especialista calificó al temporal lluvioso de 2020 como “muy extremo” y a su criterio es una consecuencia del calentamiento global, que cada día se agudiza más.
“La crisis climática está cada vez más fuerte y difícil de predecir. La naturaleza nos enseña que cada vez nos dará sorpresa, y debemos hacer en estos 10 años, lo que debimos cambiar desde hace 20 años atrás. Dos huracanes, como estos, demuestran la vulnerabilidad y la falta de educación climática que existe entre la población”, remarcó.
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Moreira, quien estudió en la Universidad Zamorano, de Honduras, reconoce que la experiencia y las secuelas que ocasionó el huracán Mitch en 1998, en Nicaragua lo motivaron a especializarse en la agrometeorología. En ese momento trabajó en las labores de rescate.
Actualmente también es director del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena), que aglutina a especialistas de varias áreas productivas y estadísticas donde realizan análisis de proyecciones ambientales y climáticas.
Considera que hablar sobre el clima es una tarea muy profesional, que sirve de ayuda para que los sectores productivos y toda la comunidad tomen conciencia. “Esta es una nueva etapa para ver la climatología y meteorología como educación y desarrollo, es hacer conciencia de una realidad irreversible ante el calentamiento global y los efectos más severos de eventos extremos como sequías, lluvias extremas, que son muy cambiantes”, apuntó.
Su nuevo reto: Salir victorioso frente al Covid-19
Desde el 17 de noviembre, Moreira se mantiene en reposo médico, porque se contagió con el Covid-19. “El contagio del coronavirus fue una sorpresa y es difícil saber cómo me contagié, pero esto significa que el virus está en alza y debemos protegernos más y tomar las medidas más estrictas”, reflexionó.
Este viernes, Moreira, quien se siente mejor de salud, conversó con LA PRENSA y contó que lo más difícil del virus ha sido “perder el apetito, las fiebres altas, la baja saturación, y depender de oxígeno”.
Además, agregó que la atención pública y provisional es muy deficiente por lo que tuvo que atenderse de manera privada y con tratamiento estricto y severo. “Debo pasar un proceso post Covid-19 para recuperar mi capacidad pulmonar”, concluyó.