La dictadura de Nicaragua está preparada para extender sus manos a la ayuda de la comunidad internacional. Este martes 24 de noviembre, presentó el informe preliminar sobre los daños materiales que ocasionaron los huracanes Eta e Iota en el territorio nicaragüense, que según el documento ascienden a los 742 millones de dólares y que al menos tres millones de personas estuvieron expuestas principalmente en las zonas de la Costa Caribe Norte, el Triángulo Minero, Nueva Segovia, Jinotega y Chinandega.
Los más de 742 millones de dólares, de acuerdo al informe preliminar, suman los daños totales acumulados de 617 millones de dólares, las pérdidas en la economía que son de 121 millones de dólares, y una cantidad no precisada de las necesidades para atender a los afectados por ambos ciclones que ingresaron al país en menos de 15 días.
Mientras el fenómeno natural Iota hacía su trayecto en territorio nacional, dejó un total de 5,800 viviendas afectadas totalmente y más de 38 mil hogares con daños parciales, de acuerdo a los datos presentados. Además, identificaron que el principal impacto se centró en el sector social; las familias perdieron sus viviendas de forma parcial o total y que contabiliza un gasto de 126 millones 171 mil dólares.
La presentación del informe preliminar se realizó a través de una reunión virtual a cargo de Iván Acosta, ministro de Hacienda y Crédito Público; Guillermo González, director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred); Martha Reyes, ministra del Ministerio de Salud (Minsa) y Óscar Mojica, mayor general en retiro y ministro de Transporte e Infraestructura (MTI).
Con estos datos preliminares la dictadura de Daniel Ortega busca generar “conciencia” en la comunidad internacional y conseguir ayuda financiera a organismos y países “amigos”. Sin mencionar las múltiples donaciones recibidas de países como Alemania, Estados Unidos, España, Taiwán, y organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), entre otros.
Daños
En cuanto a las afectaciones en infraestructuras, el régimen esta vez no detalló cuántos centros educativos ni hospitalarios resultaron dañados, pero si sostiene que el sector de educación tiene un impacto muy fuerte en la cantidad de aulas y escuelas dañadas que asciende a los 41 millones 32 mil dólares.
Indica que los daños en el sector salud suman 12 millones 629 mil dólares, sin precisar cuáles son y solamente incluye el impacto que sufrió el hospital de Bilwi. Mientras en el sector productivo solo ha contabilizado la pérdida de 19 millones 649 mil dólares correspondientes al sector pesquero, debido a que aún se está evaluando las afectaciones a la agricultura, que deja entrever que el monto de daños puede aumentar.
Iota terminó de destruir el muelle de Bilwi que ya había sido afectado por el huracán Eta. LA PRENSA/Julio Estrada Galo
En el sector privado de minas, la dictadura sostiene que preliminarmente las pérdidas ascienden a 1 millón 882 mil dólares. Tampoco se puntualizan los daños en las redes de transporte terrestres pero afirman que “en infraestructura, hay un sinnúmero de rubros que suman 361 millones 911 mil dólares, concentrado en 98 por ciento de los daños en la red vial y transporte terrestre que son 350 millones de dólares”, cita el informe. Mucho menos se identifica los estragos que dejó Eta en el transporte acuático.
Señala el informe que 2 millones de dólares corresponden al tema del agua, 6 millones 604 mil dólares en saneamiento, 6 millones 500 mil dólares en energía, 1 millón 887 mil dólares en telecomunicaciones y 141 millones de dólares en medio ambiente.
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El régimen estima que la ayuda humanitaria para atender a la población que ha recibido el impacto más fuerte, asciende a un total en gastos municipales a más de un millón de dólares. Sin incluir la reposición de material de emergencia – cerca de dos millones de dólares – y para atención garantizada se tiene estimado un poco más de 4 millones dólares.
Las estructuras públicas que sufrieron daños fueron edificios públicos, estadios, polideportivos, parques, el muelle de Puerto Cabezas de servicio internacional, mismo que también había sufrido daños tras el paso del primer huracán.
A pesar que no se habló de las personas refugiadas en albergues, se conoce que desde que Iota ingresó al país, el 16 de noviembre, el número de refugiados alcanzó a los 160 mil nicaragüenses. Hasta este lunes la primera dama reportó un total de ocho mil personas en centros de refugio, que corresponden a 1,749 familias.
Cierra el número de muertes en 21
En el reporte oficial el régimen de Ortega cerró el número de fallecidos, como consecuencia del paso de Iota, en 21, sin contar que dos mujeres continúan soterradas en el macizo de Peñas Blancas, en el municipio de El Tuma-La Dalia, tras registrarse un deslave que dejó a 11 personas fallecidas.
Los nombres de las víctimas desaparecidas corresponden a Flor López Arauz, de 38 años, y Heysel Otero López, de 19 años. Se desconoce si el régimen continúa en las labores de búsqueda de los cuerpos. Por su parte, el organismo independiente denominado Monitoreo Azul y Blanco, en su reporte contabilizó un total de 28 víctimas mortales, siete más que la cifra oficial del régimen.