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Rosario Soza Centeno, de 32 años, autor confeso de los crímenes contra las hermanitas de Mulukukú, violadas y asesinadas a machetazos.

Condenan a 106 años de cárcel al asesino y violador de las niñas de Mulukukú

La judicial lo condenó a 29 años de prisión por cada uno de los asesinatos y 24 por cada violación, no obstante, el reo solo puede cumplir un total de 30 años encerrado

La juez Karla García, titular del Juzgado Sexto de Distrito Especializado en Violencia de Managua, condenó este viernes a 106 años de prisión a Rosario Soza Centeno, autor de las violaciones y asesinatos de dos niñas —de 12 y 10 años— originarias del municipio de Mulukukú.

La judicial lo condenó a 29 años de prisión por cada uno de los asesinatos y 24 por cada violación, no obstante el reo solo puede cumplir un total de 30 años encerrado, ya que así lo estipula la Constitución del país, por lo que cumplirá la pena hasta el 15 de septiembre del 2050.

En la audiencia preliminar realizada el pasado 15 de septiembre, día feriado nacional en Nicaragua, el Ministerio Público (MP) había solicitado 110 años de cárcel para Soza Centeno, luego de que confesara haber cometido los crímenes. El defensor de Soza, Manuel Antonio Cantón, le recordó a la judicial que debía aplicar las atenuantes de la admisión de hechos, principalmente para que la pena de cárcel no fuera muy grande.

Juana Jiménez, directora ejecutiva del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), señaló la importancia de que crímenes como este sean castigados y correctamente tipificados por las autoridades policiales. “En este caso hemos señalado que se trató de femicidios y no de asesinatos porque se enmarcó dentro de esas relaciones de poder y misoginia contra las mujeres. En términos simbólicos es importante que estos crímenes sean sancionados, no solo estableciendo la pena máxima, sino estableciendo el tipo penal que corresponde”, exhortó.

En relación con la intención del Gobierno de instaurar en Nicaragua la cadena perpetua, Jiménez dijo que “lo que hay es una manipulación, un clientelismo y oportunismo de la dictadura, en querer utilizar la indignación que hay de la población por los femicidios de las niñas de Mulukukú y poder hacer reformas constitucionales, pero lo que ha quedado evidenciado es que la intención no es sancionar adecuadamente la violencia contra las mujeres, sino que es buscar una nueva arma de represión y sanción contra los opositores”.

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Censura

A la lectura de sentencia en los Juzgados de Managua solo tuvieron acceso periodistas de los medios de propaganda del Gobierno, pero no así los medios de comunicación independientes, lo que constituye una clara violación al derecho constitucional de informar y ser informado.

El hombre, a quien en Mulukukú conocen como Chayo, fue condenado ese mismo día por los delitos de violación a dos niñas menores de 14 años y asesinato agravado. Se trata del caso de las dos hermanas encontradas muertas a machetazos, después de haber sido violadas el pasado 12 de septiembre en una finca de Bayardo Jarquín, en la comunidad de Lisawe, Mulukukú, Caribe Norte.

La Fiscalía había pedido las penas máximas. Por el delito de violación solicitó 25 años por cada una de las víctimas y 30 años por el delito de asesinato agravado por cada niña.

Soza Centeno, un agricultor de 32 años, fue acusado en el Juzgado Sexto de Distrito Especializado en Violencia de Managua, a pesar de que los crímenes ocurrieron en Mulukukú, a 240 kilómetros de la capital.

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No obstante, esta decisión los judiciales la justificaron citando la reforma al artículo 20 del Código Procesal Penal, relacionado con la «Competencia Territorial» que indica: Cuando se trate de delitos de relevancia social y trascendencia nacional, así como aquellos en el que exista una pluralidad de afectados, imputados o conductas, será competente la autoridad judicial de la capital de la República.

Murillo justifica crimen

La vicepresidenta designada de Nicaragua, Rosario Murillo, aprovechó su intervención de mediodía en los medios de propaganda de la dictadura para alagar la iniciativa relacionada con instaurar la cadena perpetua en Nicaragua. Se refirió a la condena que recibió Soza Centeno, a quien justifica como “enfermo mental”.

“Hoy vimos a través de los medios a la madre doliente y vimos al enfermo, perturbado, asesino, culpable que quitó la vida a dos muchachitas que hoy fue sentenciado a la pena máxima en estos momentos, porque nadie, nadie puede aprobar que sigan libres personas como esas… dice la sentencia de la juez, que de acuerdo a la Ley 779, debe ser sometido a programa de orientación, atención y prevención que disponga el Sistema Penitenciario para trabajar las conductas violentas y evitar reincidencias”, dijo Murillo.

Los hechos

De acuerdo con la acusación, Chayo llegó al mediodía del pasado 12 de septiembre donde vivían las víctimas. Les dijo que andaba buscando a la mamá de ellas, Carmen Rodríguez, las niñas contestaron que ella andaba en el río. El hombre les pidió que le hicieran el favor de ir a llamarla. Las menores se llevaron un machete y un balde para pescar y luego bañarse en el río.

Cuando Rodríguez llegó a su casa, solo habló diez minutos con Chayo, porque después este último le dijo que tenía que irse.

Sosa Centeno se dirigió a la quebrada, donde encontró a las menores. Les arrebató el machete y primero despojó de su ropa a la mayor para violarla y luego matarla a machetazos. Luego hizo lo mismo con la menor. Huyó del lugar cuando escuchó los gritos de la madre de las víctimas.

Marycé Mejía Lainez, enlace nacional de la Red de Mujeres contra la Violencia, cuestionó la condena que recibió el femicida de Mulukukú. “Eso no garantiza seguridad y protección a las mujeres por los niveles de impunidad y los mensajes de impunidad que hay en el país, donde miles de hombres delincuentes son indultados, entonces no hay garantías de que ese hombre pase los 30 años en prisión porque luego podría ser indultado. No hay garantía ni confianza en las instituciones”, criticó.

Mejía manifestó su inconformidad con la intención de la dictadura en aprobar la cadena perpetua. “El crimen de estas niñas fue una oportunidad para este régimen para seguir criminalizando e institucionalizando la represión contra el pueblo, eso quieren usarlo en contra de líderes que siguen levantando su voz para defender los derechos. Esa ley carece de todo análisis específico de las verdaderas necesidades de las mujeres y las niñas”, indicó.

Admitió que asesinó y violó a las niñas

Ante la evidencia de la acusación, el defensor dijo que su acusado estaba “arrepentido por lo que había hecho” y pidió hacer una admisión de los hechos, es decir aceptar que había cometido cada acción por las que era acusado por la Fiscalía.

«Aunque el autor del hecho no lo hubiera admitido, había pruebas testimoniales y biológicas, como la presencia de semen del acusado en las niñas, que lo incriminaban», detalló una fuente a LA PRENSA.

“Sí señora juez, acepto los hechos de forma voluntaria”, dijo Chayo, previamente asesorado por Cantón en la audiencia preliminar.

Nacionales asesinato Rosario Soza Centeno archivo

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