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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, militarizó la Asamblea Legislativa. LA PRENSA/Tomada de El Faro: Víctor Peña

Fernando Romero, periodista salvadoreño: “Bukele se atribuye que él es el pueblo”

El periodista salvadoreño Fernando Romero, de la Revista Factum, explica lo que está ocurriendo en el país vecino y por qué el comportamiento autoritario de Bukele despierta temor

En un acto sin precedentes, el presidente salvadoreño Nayib Bukele militarizó las calles de San Salvador e hizo un explícito llamado a la insurrección, amenazando a los diputados que decidieron no presentarse a la sesión extraordinaria convocada por el Consejo de Ministros para el reciente domingo 9 de febrero, por considerarla improcedente. 

El periodista salvadoreño Fernando Romero, de la Revista Factum, explica lo que está ocurriendo en el país vecino y por qué el comportamiento autoritario de Bukele despierta temor. 

¿Es ilegal o no la convocatoria que hizo Bukele para que la Asamblea le aprobara su préstamo en una sesión extraordinaria? 

El consejo de ministros tiene la facultad de llamar a una sesión extraordinaria a la Asamblea legislativa. Pero, el artículo constitucional que lo dice en las atribuciones del Consejo de Ministros, es escueto. Dice: “Convocar a sesión extraordinaria a la asamblea legislativa cuando los intereses de la república lo demanden”. ¿Quiénes son los facultados para poder interpretar las leyes? Los diputados y la Corte Suprema Justicia, en específico la Sala de lo Constitucional.

Presidente de El Salvador, Nayib Bukele. LAPRENSA/CAPTURA DE PANTALLA

Ellos interpretan que ese llamado del Consejo de Ministros es válido o tiene su razón de ser cuando el país se encuentre en una emergencia nacional, en un estado de catástrofe, que exactamente son los intereses de la República los que lo demandan y que en ese preciso momento la asamblea legislativa no se encuentre reunida. En ese caso específico, es válido. Pero en este punto, que es por un préstamo de 109 millones de dólares para una fase del plan de seguridad del gobierno, es obvio que no es ninguna emergencia nacional. Aparte de eso, los préstamos acá en el país tienen dos momentos. El primero es la autorización para que el gobierno negocie,  se requieren 43 votos, la mayoría mínima. Cuando ya lo ha negociado el gobierno le tiene que volver a decir a la Asamblea Legislativa: “Ya está el préstamo listo para desembolso”. Luego de eso la Asamblea tiene que votar con mayoría calificada, que son 53 votos, para ratificar el desembolso. En este momento apenas se necesitan 43 votos para la autorización. No es una emergencia. No se está perdiendo un préstamo. Ni siquiera se ha negociado.

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El presidente está pidiendo permiso para poder negociar. Los diputados declararon improcedente la convocatoria del consejo de ministros precisamente por esos puntos que te digo, porque no se trata de una emergencia nacional. 

Esta sábado la gran mayoría de los diputados salvadoreños no llegó a la otra sesión, la que convocó el presidente de la Asamblea, ¿se puede hacer eso o es ilegal?

Sí se puede. Hubo algunas justificaciones que el mismo presidente de la asamblea consideró. Él convocó a las 6:30 de la tarde para las 8:30, con dos horas de antelación. No todos viven en San Salvador, hay algunos que viven en el oriente, que es la región más lejana de San Salvador. Hay diputados que viven en departamentos como La Unión y San Miguel, cuyo recorrido en vehículo puede durar tres o cuatro horas. En el caso de esos diputados, está justificada su ausencia porque fue muy a destiempo la convocatoria e hicieron una llamada, excusándose. Ahora, sí, hay diputados que son de San Salvador y no llegaron. No es una desobediencia, los diputados pueden ausentarse; pero hay un reglamento interior del órgano legislativo y ese reglamento sí los obliga a hacerle caso a su presidente.

Bukele en las afueras de la Asamblea Legislativa de El Salvador. LAPRENSA/CAPTURA DE PANTALLA

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Cuando el presidente de la Asamblea convoca, el reglamento dice claramente que sí hay que ir. Puede haber sanciones por el lado de la ética parlamentaria y puede ser que también se les aplique descuento en su salario, pero este presidente es muy diplomático y no creo que vaya a tomar represalias contra los ausentes. 

En un polémico tuit, el presidente Bukele mencionó el artículo 87 de la Constitución salvadoreña. ¿Puede interpretarse directamente como un llamado a la insurrección? 

Claro. Aquí hay dos cosas. La insurrección como tal es un derecho del pueblo salvadoreño, pero lo que estamos viendo aquí es un llamado a la insurrección desde un poder de la República. Porque él se atribuye que él es el pueblo. Y en su visión política la Asamblea está atentando contra la constitución porque no le quieren aprobar su préstamo. Entonces hace ese llamado a la insurrección; pero en realidad se trata de sus seguidores, que están tratando de poner en problemas a la asamblea legislativa y todo se vuelve muy político.

Presidente Bukele dentro de la Asamblea Legislativa. LAPRENSA/CAPTURA DE PANTALLA

Entonces la insurrección como tal, como derecho sagrado del pueblo se está politizando y trastocando de una manera burda porque no hay facultad de un presidente a hacer ese llamado.

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Al alzarse en armas está ocupando a las fuerzas armadas y la Policía. El clima está bien peligroso para todos, incluso para él. 

¿Esto pone en riesgo la seguridad de los diputados?

Totalmente, a los diputados les retiraron su seguridad el día viernes, fue por un momento, una noche. La dirección de la Policía llamó a todos los encargados de seguridad personal de los diputados, porque son agentes policiales, y se los devolvieron ya el sábado por la mañana.

¿Cuál pudo ser el propósito de eso?

Dejarlos desprotegidos, meterles temor. Es lo mismo que está haciendo ahorita, que están patrullando las casas de los diputados. 

He visto declaraciones del jefe de fuerzas armadas dejando clara su lealtad hacia Bukele. ¿Lo que está pasando en El Salvador justifica ese despliegue armado?

No, Para nada. Esto es parte de una deliberación política porque el tema es meramente económico, se trata de un préstamo, se trata de finanzas. No es justificable sacar todo el despliegue policial y todo el despliegue militar, no es justificable y es una demostración de abuso de poder.

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@Henryflorestv

Es totalmente un exceso lo que está haciendo el presidente y está llevando al país a un punto muy crítico que no se había tenido desde los acuerdos de paz (1992).

¿Por qué a Nayib le interesa tanto este proyecto, al punto de parecer dispuesto a llegar a las últimas consecuencias? 

Mirá… Aquí caben dos posibilidades. Una es que, puede ser, que es un tema que se le salió de las manos y ya no puede retroceder. Y dos, podemos estar hablando, por lo visto, por el uso de los militares, por el uso desmedido de la Policía, por la forma en que se están dirigiendo los dictados, parecía que en realidad la intención va más allá del préstamo, parecería que la intención es llegar a declarar a la asamblea legislativa como inservible y llamar a una asamblea constituyente, y ese es el miedo que se tiene. Cabe la posibilidad de que quiera disolver la asamblea, lo cual es un delito. Mientras tanto, la Sala de lo Constitucional está callada y no han dicho ni pío. 

¿Tiene posibilidad Bukele de que le aprueben ese préstamo?

Sobre el préstamo… ha quedado en discusión en la asamblea legislativa porque los diputados, más que todo de Arena y los del FMLN también, empezaron a pedir explicaciones, más detalles del plan. Lo que pasa es que este gobierno se maneja con una opacidad increíble, con una gran falta de transparencia. Cuando sus grandes solicitudes de préstamos llegan de dos páginas, “se necesita tanto dinero para esto, esto y esto”, los diputados dicen: “Momento, cómo que para esto, esto y esto… Revisemos en qué rubro en cada área, cuánto va a ir, necesitamos explicaciones”. Estuvieron llamando al ministro de hacienda, no llegaba. Llamaron  a la jefa del gabinete, no llegaba. Solo era la actitud de: “Apruébenlo, apruébenlo, apruébenlo”, y los diputados: “Bien, lo podemos aprobar, pero necesitamos explicaciones”. Entonces en ese estira y encoge, ocurrió todo lo que han visto. 

¿No está fácil la aprobación? 

No, porque los diputados necesitan mayor claridad del gobierno sobre en qué van a ir esos 109 millones de dólares. 

¿Para qué quiere este dinero Bukele? ¿Qué problema quiere resolver con se dinero? 

Está dividido en varias áreas. Esta fase de compra de recursos es la fase tres. Ahora, las patrullas policiales sí están deterioradas. Digamos que la gran mayoría de recursos que se comprarían con este préstamo, sí son necesarios. Pero hay otros gastos, como medicamentos, a los que algunos diputados le han puesto el pero: “¿y esto por qué?” Todo lo que tenga que ver con recursos para militares y para policías, está justificado, le han puesto los peros en esos gastos que son todos raros, que no pareciera que fueran para seguridad. 

¿El plan de Bukele es para combatir a las maras? 

Sí, para  pacificar los territorios y controlarlos, cosa que no ha podido hacer. Ha reducido los homicidios, sin embargo, persiste el control territorial de las pandillas. La mayor expresión de esto es que las extorsiones continúan. 

Este domingo dijo que no le aprueban su préstamo porque hay diputados en contubernio con las maras. 

Ese es el discurso de él, es el mismo discurso de “el que no está conmigo, es enemigo de todo”. 

¿Hay alguna prueba que permita creer que es posible diputados con nexos con las maras? 

Investigaciones periodistas han revelado, no nexos permanentes, pero sí acercamientos y negociaciones. En tres momentos: uno en la tregua, durante el gobierno de Mauricio Funes, que pactaba con las pandillas para reducir los crímenes, a cambio de dinero. Segundo momento, en las elecciones presidenciales de 2014: descubren que representantes de ARENA y del FMLN negociaban para ocupar del territorio controlado e influenciar en las votaciones. El tercer momento es muy aislado: la Fiscalía tiene una investigación y parte de ella consistió en que se diera seguimiento a unos pandilleros en un centro comercial de San Salvador y ahí descubrieron que se estaban reuniendo con dos personas, que resultaron ser Mario Durán y Carlos Marroquín. Los dos en ese momento eran funcionarios en la alcaldía de San Salvador, gobernada por Nayib Bukele. Ahora Mario Durán es el ministro de Gobernación y  Carlos Marroquín es el director de Reconstrucción del Tejido Social. ¿En qué consistieron esas negociaciones? En que las pandillas dejaran de delinquir en esa área específica de cuatro cuadras que es parte del centro histórico de San Salvador, promovido por Bukele. Todos tienen la cola pateada porque todos en algún momento se han acercado para hacer negocio. 

¿Bukele había dado antes muestras de autoritarismo?

Sí. Desde que estaba en la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, allá por 2012, desde entonces muestras de autoritarismo. Estando en la alcaldía de San Salvador, él era el rey y obligaba a los concejales a votar de una forma u otra, él mandaba. Él quiso ser el candidato a presidente por el FMLN y el FMLN le dijo:” Momento, vamos a llevar a otro y vos serías el candidato para 2024″ y se encaprichó tanto, que lo expulsaron. Siendo presidente, ya es una política de su gobierno que todas las solicitudes de acceso a las información pública te las están denegando. 

¿Ha llegado a expulsar periodistas de actividades públicas? 

No, pero a mí personalmente y a Gabriel Labrador, de El Faro, no nos dejaron entrar a una conferencia en casa presidencial el 6 de septiembre de 2019. Era una conferencia de prensa en la que iba a estar la Unión Europea con el presidente, y no nos dejaron entrar a nosotros en específico. Yo por ser de Revista Factum y Gabriel por ser de El Faro, que somos medios independientes. Y que en nuestras publicaciones fiscalizamos, todos los poderes, incluido el de Nayib Bukele y le hemos descubierto sus casos de corrupción, sus nexos financieros con Alba Petróleos, que ahora está siendo investigada por lavado de dinero. Todo eso se lo hemos venido sacando y obviamente para él somos “enemigos”. 

¿La gente en El Salvador está consciente de estas cosas? Bukele sigue teniendo un alto nivel de popularidad. 

Lo que pasa es que él siempre ha sido autoritario, pero es publicista. El manejo de imagen que hace es tremendo. Además, hay que verlo en las justas dimensiones. En las redes sociales ese apoyo social como que se triplica y tal vez no es tan así. Yo puedo tener diez, veinte, treinta cuentas de Twitter y alabar al presidente. 

¿Se teme que pueda convertirse en un presidente con tintes de dictador? 

Totalmente. Y si llega a forzar a los diputados podría estar cometiendo un delito grave que le tendría que costar la destitución. ¿Eso quién lo decide? La Asamblea Legislativa. Está metiendo al país en un gran problema. No hay que dejar de lado que sus acciones no concuerdan con el fondo, parecería que llevan otro sentido, más grave, y podría trastocar la república.

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