Familiares de presos políticos exhortaron este viernes a la Organización de Estados Americanos (OEA) a que conforme de manera inmediata la comisión de alto nivel aprobada en la asamblea de cancilleres a finales de junio que busca una solución negociada a la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018.
“Exigimos la pronta conformación de esta comisión para que se visite a Nicaragua ya que cada minuto que pasa la represión de la dictadura contra nuestros familiares aumenta. Mientras estemos de esta manera nuestros hijos que están las cárceles sufren golpes, torturas psicológicas y maltrato; además, hay demasiado asedio al grupo familiar”, denunciaron los familiares de presos políticos en una conferencia de prensa junto a la Alianza Cívica.
Los familiares enviaron una carta a la OEA, a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde los exhortan a actuar de manera beligerante.
Para ellos, la comunidad internacional ha tenido un actuar diplomático “pasivo” ante la “situación grave que están atravesando nuestros hijos y presos políticos en las cárceles ubicadas en las distintos territorios a nivel nacional”.
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“Les solicitamos actuaciones beligerantes e inmediatas por parte de ustedes en la conformación de la comisión de alto nivel aprobada en la asamblea 49 de la OEA”, expresaron los familiares.
También hicieron un llamado a estos organismos a regresar al país para verificar y documentar las violaciones a derechos humanos.
Diana Lacayo, una de las familiares de presos políticos, denunció los maltratos y humillaciones que viven tanto familiares como presos políticos, cuando llegan a las cárceles a realizar visitas a estos.
“Hay todo tipo de humillaciones, a unos nos permiten ver a nuestros presos y a otros no”, afirmó.
Por su parte, Azahalea Solís, miembro de la Alianza Cívica, afirmó que la lista de presos en las cárceles está en aumento porque el régimen todos los días secuestra a ciudadanos.
La lista que maneja la Alianza Cívica es de más de 100 personas que aún continúan en las cárceles de la dictadura en Nicaragua.