Seis nicaragüenses exiliados representarán los momentos de más turbulencia durante las protestas contra el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, a través de la obra de teatro del terror Bacanal Chipote a estrenarse el próximo 4 de mayo en el Festival de la Libertad a realizarse en La Haya, Holanda. Posteriormente será presentada en otras seis ciudades.
Así lo reveló a LA PRENSA, desde el exilio en Guatemala, el director leonés del grupo Lleca Teatro, Mick Sarria, quien aseguró que “la obra es enteramente testimonial”.
“Todos los que componemos este elenco hemos asumido el exilio, en principio para salvaguardar nuestra vida, pero también como una herramienta de denuncia”, aseguró Sarria, quien se ha destacado por sus obras de teatro posthumano.
El nombre de la obra de Bacanal Chipote, que tiene una duración de 90 minutos, nació, según Sarria, de la unión de dos conceptos.
“Bacanal porque exponemos la decadencia, el autoritarismo y el despilfarro social que la dictadura ha creado en nuestra sociedad. Chipote porque este es un espacio donde se expone la tortura y el sacrificio, el Gólgota en Nicaragua”, explicó el teatrista leonés.
“Lo que se pretende con esta obra es confrontar el miedo a ser reprimidos, capturados, torturados e incluso asesinados”, agregó Sarria.
Puede leer más en: “Se fue llorando porque decía que no quería dejar a su gente”. Doña Coquito se exilia en Costa Rica
Esta iniciativa teatral nació el 20 de abril de 2018, cuando decidieron apoyar a universitarios que entonces fueron reprimidos por antimotines y turbas en el Hospital Escuela Óscar Danilo Rosales de León (Heodra).
“El 20 los comienzan a agredir (estudiantes), les cerraron las puertas de los hospitales, ocurrió la quema del CUUN; nosotros ya estábamos en el Heodra en apoyo a los estudiantes. Ese día nosotros decidimos montar la obra de teatro”, relató Sarria, quien aseguró que en ese momento no sabían el nombre de la obra.
Ensayan en la clandestinidad
“Todos tenemos la experiencia de los tranques y las barricadas. Por eso se nos dio persecución. Vivimos ensayando en la clandestinidad porque nos tocaba hacer dramaturgia en la madrugada después de ver y sentir los ataques en los tranques, en las barricadas”, narró Sarria.
También puede leer: “Este gobierno mata a nuestros hijos y nos obliga a irnos al exilio”. El drama de los padres que huyeron de Nicaragua después de perder a sus hijos
En su elenco figuran estudiantes, fotógrafos, músicos y actores. Actuaran cuatro varones y una mujer, un músico y una escenógrafa.
Alexánder Cruz está preso en el infiernillo, denuncia Mick Sarria
La salida del elenco del país se dio de manera gradual, entre agosto y diciembre del 2018, pero uno de sus integrantes identificado como Alexánder Cruz, fue capturado por la Policía Orteguista (PO) cuando intentaba salir del país.
“Yo salí solo, luego salieron dos, luego salió uno más. Uno de nuestros integrantes no logró salir del país. Alexánder Cruz, fue detenido y acusado por terrorismo”, explica Sarria, quien aseguró que Cruz se encuentra en la galería número 300 de la cárcel La Modelo, mejor conocida como El Infiernillo.
La invitación para estrenar Bacanal Chipote en Holanda se dio después de que el elenco huyera de Nicaragua. “En el exilio hemos venido creando redes, estamos vinculados con otros aliados, entonces así logramos conseguir la invitación”, refirió Sarria.
Director de teatro posthumano
Mick Sarria se inició en el teatro junto a su familia en 1992. “Desde el 92 al 2002 trabajé con ellos, luego decidí a viajar a Europa en 2005 y luego regresé en 2009 a fundar un proyecto de teatro y cárcel con privados de libertad en Nicaragua”, dice Sarria, quien ha llevado sus obras a Suecia, Noruega, y Dinamarca.
Previo a “Bacanal Chipote”, Sarria montó la obra “Caín y los perros”, cuyo elenco lo conformaban reos del Sistema Penitenciario. La obra fue inspirada en un crimen atroz cometido en Managua.
Le puede interesar: Picasso y el exilio. Una historia del arte español de la resistencia
La última vez que presentó “Caín y los perros” fue en León, exactamente el 15 de abril de 2018, cinco días antes del estallido social en Nicaragua.