La cacería de autoconvocados que mantiene el régimen de Daniel Ortega en la isla de Ometepe además de ahuyentar el turismo y poner en zozobra a los habitantes del lugar, por la presencia de policías y paramilitares, ha afectado algunos programas sociales cuyos padrinos son personas extranjeras.
Una brigada de médicos que llegaba a la isla cada tres meses para brindar consultas gratuitas de medicina natural y un proyecto que estaba en proceso de ejecutarse y consistía en dotar de laptops a los profesores y directora de una escuela primaria, fueron cancelados por la crítica situación.
Los médicos gringos llegaban cada tres meses a la comunidad Los Angeles, ubicada en el municipio de Moyogalpa, y atendían durante 15 días interrumpidos a toda persona que le aquejaba algún dolor, asimismo le regalaban medicamentos; pero por la situación suspendieron la visita a la isla y en el centro ahora atienden solo doctores locales.
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Por otro lado, se mantiene suspendida la entrega de las computadoras a los docentes y configurar y poner a disposición de los estudiantes cinco tabletas con internet para los estudiantes del centro escolar Nuestra Señora de Guadalupe.
Al menos en la escuela sigue funcionando una biblioteca con más de 500 libros y el acceso a internet en una computadora para que los profesores investiguen y estén mejores preparados para impartir sus clases.
Isla que el régimen ha convertido en infierno
La isla de Ometepe tiene una extensión de 276 kilómetros cuadrados y está situada en el lago Cocibolca. Tiene una vasta vegetación y atractivos naturales como volcanes, playas y museo.
Antes de que estallara la crisis y el régimen llevara policías y paramilitares para perseguir a los manifestantes azul y blanco, era uno de los destinos más visitados del país. Pero el turismo está en ruinas por estas acciones.
Cierre de casas comerciales
La persecución y cacería que hay en la isla de Ometepe ha impactado en el turismo y actividad comercial: son pocos los turistas nacionales y extranjeros que llegan a vacacionar y algunas casas comerciales de referencia han cerrado sus tiendas.
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En la calle principal de Moyogalpa está puesta una manta donde una casa comercial anuncia el cierre en la sede de Ometepe y que si alguien está interesado en visitarlos, que llegue a Rivas.
Dueños de restaurantes, hostales y hoteles han coincidido que la crisis es tal que algunos han cerrado definitivamente, otros han despedido personal y que han bajado los precios para conseguir algunos clientes, aunque sea para pagar los servicios básicos.
En Ometepe no hay vida nocturna, pocos se atreven a salir por la presencia de los policías y paramilitares del régimen.