Ocho meses después, Jonathan Loáisiga está entre los suyos. Más fuerte, más alto y más construido como lanzador, pero la misma persona sencilla y humilde que a inicios de año se marchó con ilusiones y sueños a Estados Unidos.
Loáisiga regresó este martes al mediodía a Managua, luego de convertirse en el décimo sexto nicaragüense que asciende a las Grandes Ligas del beisbol y el primero que lo hace con los emblemáticos Yanquis de Nueva York.
“Fue una gran experiencia, un gran aprendizaje lanzar en las Grandes Ligas”, señala Loáisiga, mientras sus familiares lo rodean para escuchar su historia. “Hay un mundo de diferencia respecto a las Menores. Es otra cosa”, resume.
Jonathan de 23 años, terminó la temporada con 2-0 y 5.11 en nueve actuaciones en las Ligas Mayores, en las que sumó 24.2 innings, con 26 hits, 14 carreras limpias, 12 bases y 33 ponches, en uno de sus datos más llamativas.
“Ahora voy a descansar un poco y luego comenzar a prepararme para el próximo año, en el que espero pelear un puesto en la rotación de abridores del equipo”, señala el pistolero de Las Sierritas, sin alarde en su expresión.
“Dicen que tengo el material”
-¿Qué impresión creés que dejaste entre quienes deciden en los Yanquis?
Usted sabe que a uno no le dicen mucho y para serle honesto yo estoy enfocado en lo que puedo hacer y no en los que dicen de mí, pero creo que no lo hice mal a pesar de que tuve unas salidas que no fueron buenas, pero así es esto.
-Pero, ¿imagino que algún reconocimiento hubo tras tus buenos trabajos al inicio?
Básicamente de los jugadores, de los compañeros de equipo, quienes me dijeron que hice un buen trabajo y que tengo mucho futuro. El coach de pitcheo (Larry Rothschild) me dijo que tengo el material para ser un big leaguer.
-¿Y vos que tanto confiás en que disponés de los recursos para establecerte arriba?
Sí, sí lo creo. Creo mucho en mí. Conforme se dio mi avance en las Ligas Menores, fui viendo que podía llegar a las Grandes Ligas y sostenerme allá, que es lo más importante. El 2019 espero que sea el año en el que lo logre.
-¿Tu meta es quedarte con uno de los puestos de abridor en los Yanquis en 2019?
Exactamente. Esa es mi meta. Y voy a comenzar a trabajar temprano con ese objetivo para llegar en las mejores condiciones al spring training y luego vamos a ver qué pasa. Sé que la lucha no es fácil, pero confío en mí.
“No voy a lanzar, solo tendré descanso”
-Durante el invierno, ¿vas a lanzar en algún lago? Aquí se pensó que iría al Rivas…
No, no voy a lanzar en ningún lado. En un momento se consideró enviarme a la Arizona Fall League, pero luego eso se descartó. De Venezuela también solicitaron permiso para que yo lanzara en aquella liga y tampoco se accedió.
¿Te hubiera gustado lanzar aquí con los Gigantes, que fueron quienes pidieron permiso?
Claro que sí, pero sabía que era difícil. Los Yanquis no me dejaron lanzar el año pasado y menos ahora que trabajé en Grandes Ligas. así que no se pudo, pero claro que me hubiera gustado hacerlo aquí y en Rivas desde luego.
-¿Cuál fue el detalle más bonito de haber lanzado en las Grandes Ligas este año?
Haberlo hecho a la par de jugadores que uno admira y a quienes yo solo conocía por televisión. De pronto estaba ahí, junto a ellos y luchando por ganar como equipo. Fue muy bonito porque te hacen ser parte del colectivo.
-¿Y lanzar contra Mookie Betts, J. D. Martínez, Nelson Cruz, ese tipo de gente, qué sentías?
Uno los respeta, pero les lanza sin temor y con todo el deseo de dominarlos, como lo logré en el último juego ante Boston contra esos bateadores que usted menciona. Pero claro, tiene que hacerlo con cuidado y agresivo.
“Los Yanquis tienen para avanzar largo”
-A propósito de los Yanquis, ¿creés que podrán avanzar largo en la postemporada?
Creo que sí. Ese equipo volvió a agarrar el ritmo y hay mucho talento y mucha unidad a lo interno. Pienso que van a salir airosos ante los Atléticos y luego ante Boston. Van a caminar largo, yo confío mucho en los muchachos.
-¿Te hubiera gustado quedar en el roster de los Yanquis para los playoffs?
Sí, desde luego, pero quienes toman las decisiones consideraron que no era el momento para mi. Yo confío en que lo que Dios hace es perfecto y él sabrá el momento indicado para mí, así que estoy tranquilo y confiado.
-¿Cuál es el plan para la entre temporada aquí en Nicaragua?
Voy a descansar un poco, como le dije, y luego voy a comenzar a entrenar con tiempo. Mi plan es que para enero, ya esté en magníficas condiciones y viajar para terminar de hacer los ajustes con el coach de picheo Rothschild.
LA PRENSA/CORTESÍA
-Tu familia se movió casi toda la aeropuerto este mediodía…
Sí, fueron todos. Usted sabe, son ocho meses sin vernos y todos queríamos darnos un abrazo, fueron mi mamá, mis abuelos, tíos y sobrinos. Me emocionó mucho verlos en el aeropuerto y ahora voy a disfrutarlos con calma.