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Éxodo de nicaragüenses muestra falacias de Daniel Ortega

No hay tal búsqueda de la “paz”. Gente escapa por la represión.

Mientras el gobierno de Daniel Ortega vende un discurso de que el país está retornando a la normalidad tras la insurrección ciudadana iniciada en abril, la inseguridad en general, las amenazas contra los críticos y la represión estatal siguen obligando a nicaragüenses a salir del país, un éxodo incluso de aquellos que fueron protagonistas de la lucha contra el somocismo.

El exdiplomático nicaragüense José Dávila manifestó que en general la migración es un indicador social de que no existen en el propio país las condiciones para un desarrollo humano, porque en una nación donde impera una dictadura la gente “se va para proteger su vida y buscar su desarrollo”.

“Estamos ante un gobierno dictatorial que trata de imponer todo a la fuerza y que ha demostrado tener instintos genocidas, y si tienen que quedarse en el país solo sus partidarios o los que se sometan por temor, pobreza o porque reciben alguna prebenda, este gobierno es capaz de desear que migren miles y miles para evitar reclamos y protestas por su conducción gubernamental más que desastrosa. No les importa Nicaragua, solo les importa mantenerse en el poder”, aseveró Dávila.

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Lo más lamentable de la migración para Dávila es la “fuga de talentos” y el “desarraigo de las familias, porque no se puede ir toda la familia”. “La migración daña gravemente el tejido social”, explicó.

La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, manifestó que el discurso de unidad familiar, amor y paz en la voz de la primera dama y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, resulta falaz y mentiroso comparado con una realidad en la que la represión gubernamental está provocando el “desplazamiento forzoso” de los nicaragüenses fuera del país.

Núñez considera que a estas alturas el discurso gubernamental “se lo cree él que quiere oírlo” y quien quiere reafirmar su posición progubernamental, pero los hechos demuestran que quienes dirigen el país “están ensordecidos con sus mismas mentiras”.

La defensora de derechos humanos valoró que hay una crisis profunda de un país. Nicaragua vive bajo la represión del régimen, que atacó las manifestaciones ciudadanas desde abril pasado, provocando la muerte de más 440 personas, según organismos de derechos humanos locales.

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La ciudadanía inició demandando la revocación de una reforma inconsulta de Ortega a la seguridad social, pero desde la represión, la población pide la dimisión del gobernante.

En las últimas semanas han salido del país médicos, policías, artistas y defensores de derechos humanos.

La salida de Mejía Godoy

Uno de los casos más destacados es el del cantautor Carlos Mejía Godoy, autor del histórico himno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quien salió del país el fin de semana reciente, porque sentía que su vida estaba en peligro por apoyar las protestas a través de sus canciones.

Mejía viajó a Costa Rica a una gira de trabajo y se quedó allá. El abogado Álvaro Leiva, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), cerró la oficina de este organismo y salió del país.

Sin embargo, también hay perseguidos directos como el sociólogo Oscar René Vargas, quien salvó la vida de Daniel Ortega en su juventud y hoy tiene que dejar su casa ante la amenaza de que el sistema orteguista intente detenerlo.

Represión es “sofisticada”

La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, insistió en desmentir la “normalidad” que pregona el Gobierno, tras la brutal represión contra la ciudadanía.
Núñez manifestó que se están haciendo detenciones ilegales.

La defensora de derechos humanos explicó que la represión pasó a ser más “sofisticada”, a través de un sistema de espionaje ejecutado por los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) en cada barrio.

Los CPC son los órganos de control civil del Gobierno en el territorio. “Esos son los que le están diciendo a las fuerzas paramilitares dónde es que deben de agredir, dónde es que tienen que llegar a amenazar. Entonces existe el establecimiento de una represión perversa que trasciende cualquier método tradicional de represión”, dijo Núñez.

Política Daniel Ortega Éxodo Nicaragua archivo

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