A pesar que abril es el segundo mes que más se consume energía eléctrica en el año —después de diciembre—, estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN) señalan que ese mes la variación en el consumo fue mínima, de tal manera que aumentó 2.4 por ciento con respecto al mismo periodo el año pasado, y 0.7 por ciento al compararse con el mes anterior (marzo 2018).
Juan Carlos López, coordinador del Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor (CJSAC), explica que la crisis sociopolítica originada el pasado 18 abril, incidirá en que este año el consumo de energía no crezca igual que en años anteriores.
“Obviamente en abril que empezó la crisis, muchos sectores se vieron afectados, la gente dejó de salir en las noches por temor y eso provocó que el consumo no creciera en la misma proporción”, dijo.
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Javier Mejía, especialista del Centro Humboldt, coincide con López al explicar que desde que inició la crisis tanto las empresas como los negocios nocturnos no abren, o cierran temprano.
“A raíz de la crisis la actividad económica cayó y eso incide fuertemente en el consumo de energía”, sostuvo Mejía.
Añadió que ahora va a ser muy difícil recuperar el consumo que se tenía antes de la crisis, además desde ya se deduce que la meta en crecimiento de la demanda (pasar de 650 a 698 megavatios de consumo de energía diario) no se va a lograr este año.
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Por su parte, López considera que en los próximos meses el consumo de energía podría experimentar una caída, de manera que los ingresos por el Impuesto de Valor Agregado (IVA), impuesto por regulación del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), así como los cargos por distribución y transmisión van a disminuir.
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“La situación va a tener una seria repercusión en el sector energético, esto incluso podría traer una reestructuración en el costo de la energía, porque la empresa no va a querer perder, y de alguna manera van a querer aumentar el precio por megavatio, porque las condiciones de riesgo serán mayor”, agregó López