Desde la tarima donde se dirigió a sus simpatizantes el 19 de julio, el designado presidente por el poder electoral, Daniel Ortega, anunció reforzar “mecanismos de autodefensa”, lo cual para defensores de derechos humanos y especialistas en seguridad, representa un anuncio de mayor represión contra la población.
Bajo el trillado discurso de que luchan por la paz, Ortega aseguró: “Bueno, tenemos que sacar experiencia de esto que ha acontecido, hay que luchar por la paz con firmeza, hay que luchar por la paz con inteligencia (…), hay que luchar por la paz fortaleciendo los mecanismos de autodefensa, para que no sean asesinadas nunca más las familias sandinistas ni sean incendiadas nunca más las casas de los sandinistas”.
El especialista en Derechos Humanos, Uriel Pineda, consideró que “el discurso de Daniel Ortega está articulado desde la derrota, al utilizar la expresión autodefensa”.
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El experto destacó, además, que de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario, “las autodefensas tienen lugar en Estados fallidos, justamente donde los gobiernos pierden la capacidad de brindar protección y seguridad a su población, quienes quedan a merced de grupos armados, por lo tanto, estas poblaciones se ven obligadas a adoptar medidas que garanticen su seguridad ante la ineficacia del Gobierno”.
Por tanto, “desde esta lógica, el discurso de Ortega pareciera un sin sentido”, pues en Nicaragua los grupos armados son protegidos por el mismo Gobierno, dijo Pineda.
Señala el especialista que el significado político del anuncio “es la continuidad del uso de las fuerzas paramilitares para mantenerse en el poder, desatendiendo el clamor popular y los principios más elementales de la democracia representativa”.
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El ex viceministro de Gobernación y exdiputado, José Pallais, también considera que esto debe ser interpretado como la continuidad de la presencia de “sus militantes armados”.
Pallais estimó que Ortega está dándole reconocimiento a los paramilitares, pues oficializó su permanencia y justificó “el terror que vienen desarrollando, anunciando que van a continuar en esa tenebrosa tarea”.
“Estos grupos (…) definitivamente están fuera del marco constitucional que prohíbe la organización y el funcionamiento de cualquier grupo militar que no sea el Ejército y la Policía. Son grupos que están fuera de todo marco legal y que violentan la Constitución”, insistió Pallais.
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El exlegislador dijo que con el discurso de Ortega se ejemplifica “que lo que se está operando es una barbarie, un genocidio contra el pueblo y que no tiene reparo en anunciarlo descaradamente y decir públicamente que sus grupos paramilitares van a continuar funcionando impunemente”.
Actos terroristas
Para el secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, el discurso del jueves de Daniel Ortega, “desalienta a cualquier nicaragüense que quiere la paz”.
“Estos grupos de autodefensa ya sabemos que son grupos que están delinquiendo, que están torturando, asesinando y eso es ilegal desde toda óptica, porque el único cuerpo de seguridad que debería de haber es una Policía apolítica y apartidista”.
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Estos grupos paramilitares creados por Ortega “rozan con la Constitución Política” y pueden caer en la figura del terrorismo. Pero también Ortega envía mensajes dañinos para el pueblo, pues son los mismos grupos que están asesinando, persiguiendo y desapareciendo a los nicaragüenses, dijo Carmona.