Resguardados por la Policía Nacional, trabajadores de la Alcaldía de Managua este miércoles pusieron adoquines nuevos en el acceso del polisal de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (Unan-Managua) y cortaron la maleza que había crecido a lo largo de la malla perimetral del recinto en los últimos meses.
Estas labores se pusieron en marcha luego de que las fuerzas paramilitares lograron el viernes 13 apoderarse de la Unan-Managua, en un ataque intenso que dejó dos jóvenes muertos y al menos 14 heridos.
Desde entonces el recinto está tomado por los paramilitares que ocultan su identidad con pasamontañas y se mantienen en todos sus portones, con el dedo en el gatillo y vigilando hacia la calle.
Como protesta contra el gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, estudiantes -principalmente de la Unan- estuvieron dentro de esta casa de estudios superiores desde el 7 de mayo y resistieron múltiples ataques de paramilitares, con asedios y amenazas constantes.
Trincheras para cubrirse de las balas
Inmediatamente que los estudiantes lograron tener el control de la Universidad, pusieron barricadas en su perímetro y trancaron la mayoría de los portones. Además voltearon pizarras y otros muebles en el área verde que está al lado de la pista, para cubrirse cuando fueran atacados.
Asimismo, algunas de sus instalaciones se convirtieron en improvisados puestos médicos, para atender a los heridos, donde los doctores eran los mismo estudiantes o profesionales egresados que se ofrecían de voluntario para salvar vidas.