Este miércoles se cumplen 39 años del repliegue táctico a Masaya, en una Nicaragua convulsionada, con otra matanza de nicaragüenses, como la que dejó la dictadura somocista antes de su caída.
El repliegue táctico a Masaya se ha conmemorado los últimos 30 años con una réplica del recorrido que hicieron pobladores de Managua y combatientes sandinistas que intentaban escapar del ataque terrestre y aéreo de la Guardia somocista, el 27 de junio de 1979. La ruta original fue desde los barrios orientales de Managua, que estaban en insurrección, hasta Masaya, la ciudad que ya había sido tomado por los guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Cientos de personas fueron asesinadas en ese recorrido.
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En los últimos años, el Gobierno sandinista ha realizado la réplica del repliegue en diferentes fechas y saliendo de diferentes puntos de Managua, pero siempre hasta Masaya. No obstante, lo más criticado por los sandinistas que participaron en el repliegue original y que actualmente son disidentes del FSLN, es el “bacanal de guaro y bailes” con que se conmemora esta fecha, encabezada por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, actualmente gobernantes del país.
“El repliegue original fue una acción militar bajo bombardeo, en condiciones difíciles, en las que murió una gran cantidad de gente, pero ahora lo que hacen es un bacanal de guaro, baile y los únicos caídos son los que caen por los efectos del guaro”, dijo Moisés Hassan, uno de los dirigentes del FSLN que participó en el repliegue.
Los últimos dos años el presidente designado por el poder electoral Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, también designada, Rosario Murillo, han hecho la ruta del repliegue a bordo de un bus con su familia. Sin embargo, este años el país es diferente. Desde hace dos meses Nicaragua vive un cambio social y Masaya ha sido el emblema de la resistencia ciudadana contra la represión policial que Ortega desató el pasado 18 de abril contra las protestas sociales. Hasta hoy la represión policial ha dejado 285 muertos, según organismos de derechos humanos. La población de Masaya ha dejado más que claro su rechazo a Ortega y su esposa.
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Hassan cree que si Ortega intenta reeditar el repliegue táctico a Masaya este año, se verá obligado ha hacerlo con medidas de seguridad nunca antes vistas en el país, aún más aparatosas que las del pasado 16 de mayo que participó en el Diálogo Nacional, en la que se blindó de un impresionante aparato de seguridad que incluyó un aproximado de cuatro motorizados que guiaban la caravana presidencial, custodiado por al menos 21 patrullas incorporadas directamente en su equipo de seguridad. Al menos en cada patrulla se transportaban cuatro escoltas, lo que sumó 84 agentes de seguridad, además de dos helicópteros.