Altos funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) sostuvieron diferentes reuniones privadas este jueves con embajadores del cuerpo diplomático en Nicaragua, estudiantes universitarios y directivos de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham).
Gonzalo Koncke, actual jefe de gabinete del secretario general de la OEA, Luis Almagro; Luis Ángel Rosadilla, asesor del mismo, y Luis Porto, asesor principal en asuntos estratégicos y desarrollo organizacional de la OEA son los altos funcionarios que se encuentran en el país.
Luis Porto, asesor principal en Asuntos Estratégicos y Desarrollo Organizacional de la @OEA_oficial confirmó que se reunieron con diplomáticos la mañana de este jueves, entre ellos el de la Unión Europea, de Alemania, Francia @laprensa pic.twitter.com/3Wx5Ak3AyM
— Leonor AlvarezH (@LeonorAlvarezH) 7 de junio de 2018
La mañana de este jueves se reunieron con el embajador de la Unión Europea (UE), Kenny Bell, y otros miembros del cuerpo diplomático. Los diplomáticos no comentaron nada sobre la sesión que se realizó a puerta cerrada en un hotel capitalino.
Luego se reunieron en el mismo sitio con los estudiantes universitarios de la Coalición Cívica Universitaria, que forman parte de la Alianza por la Justicia y por la Democracia, y demandan justicia por las víctimas de la masacre de abril y mayo, en la que fallecieron 127 personas producto de la represión a las protestas ciudadanas.
Después el gabinete de Almagro recibió a la presidenta de AmCham, María Nelly Rivas. En ninguno de los casos los funcionarios de la OEA quisieron brindar declaraciones.
Aquel acuerdo entre Almagro y Ortega
El gobierno de Daniel Ortega y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, tienen un acuerdo para el fortalecimiento de la democracia en Nicaragua, firmado el pasado 15 de octubre de 2016, del que recientemente publicaron un cronograma de trabajo, en que establecen que entregarán una propuesta de reforma al sistema electoral en enero de 2019.
Según los críticos, ese plazo de la OEA permitiría que Ortega termine su período en 2021. Esa es la razón, por la que señalan a Almagro de ser cómplice del caudillo sandinista, a quien el secretario general del organismo nunca ha llamado dictador como sí ha hecho con Nicolás Maduro de Venezuela.
“Quieren evitar que el asunto se resuelva con rapidez. Están fuera de la realidad de lo que estamos enfrentando. Le están queriendo garantizar la permanencia a Ortega al 2021, cuando por las masacres de abril y mayo está incapacitado para seguir gobernando”, dijo el dos de junio pasado Azahalea Solís, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y Democracia, refiriéndose al mandatario y a la actuación de la OEA.
Según ese cronograma del trabajo de la OEA en el país, el tres de junio debieron reunirse con autoridades de gobierno para definir el plan operativo, pero no han informado nada al respecto. Entre julio y octubre de 2018, tienen previsto el “despliegue de grupo de expertos en derecho electoral y reuniones de trabajo para reformas electorales con autoridades, partidos políticos y sociedad civil”.
La propuesta de reforma al sistema electoral la elaborarán entre noviembre y diciembre de ese año. La OEA publicó una resolución de apoyo al pueblo de Nicaragua, en que los países miembros condenaron la violencia, pero no responsabilizaron en conjunto a Ortega por la represión, tal como demandaban organismos de derechos humanos. Sí lo hizo Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Mike Pompeo, que se unió a las voces del vicepresidente de Estados Unidos para exigir que el gobierno de Nicaragua responda a las demandas de reformas democráticas y “llevar a la justicia a responsables de violencia”.
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