La vicepresidenta designada Rosario Murillo, vocera del gobierno de Daniel Ortega, limitó este lunes la disposición gubernamental en el diálogo nacional a la discusión de temas “que representen el orden constitucional” , con lo que respondió a quienes piden su renuncia, mientras insistió nuevamente en que los manifestantes deben retirar los tranques y permitir la libre circulación en el país.
“Vamos a mantener la disposición que siempre ha tenido este gobierno de escuchar todos los planteamientos y de recorrer todas las rutas que representan el orden constitucional, donde hay Estado de derecho y es el que todos tenemos que respetar”, ha dicho Murillo en los medios oficialistas.
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Minutos antes el canciller Denis Moncada Colindres ha expresado en la mesa del diálogo, casi con las mismas palabras, la posición del ejecutivo como respuesta a las voces de los estudiantes y empresarios que, durante la tercera sesión de las conversaciones, demandaron la renuncia de Murillo y su marido.
El funcionario aseguró que el tema institucional lo están trabajando con la Organización de Estados Americanos, cuyos delegados llegarían al país hoy, y a quienes sugirió invitar al diálogo nacional para que expliquen el avance del organismo con el gobierno de Nicaragua, los mismos que han mantenido bajo secreto.
Ni ella– en su alocución de la una de la tarde– ni Moncada– en la mesa de diálogo– ha dado su opinión sobre las graves violaciones a derechos humanos, que fueron enumeradas en el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, presentado hoy, el que recoge la muerte de 76 personas en el marco de las protestas,868 heridos, además de 438 detenidos desde que iniciaron las manifestaciones el 18 de abril.
76 muertos, 868 heridos, 438 detenidos desde el 18 de abril en #Nicaragua. La @CIDH urge enérgicamente al Estado a investigar diligentemente estos hechos, juzgar y sancionar a sus responsables, y reparar a las víctimas de violaciones a derechos humanos.
— Paulo Abrāo (@PauloAbrao) May 21, 2018
La tercera sesión del diálogo nacional fue televisada por el canal 51, de la Iglesia Católica, luego de la demanda nacional que las conversaciones deberían ser públicas. El encuentro se ha dado en la mañana, en un plenario donde se ha visto las caras funcionarios, otros delegados del régimen, estudiantes universitarios, campesinos, empresarios y la sociedad civil. En la tarde, continúa la discusión.
El presidente de Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (UPANIC), Michael Healy, pidió la renuncia de la pareja presidencial y el presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras.
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El líder universitario, Lesther Alemán, recordado porque el miércoles pasado encaró a Ortega en la instalación de las conversaciones, planteó ahora que se requiere una reforma constitucional, la aplicación de la “Ley marco de transición y democracia”, cuyo primer paso es la destitución del Presidente de la República.
Juan Sebastián Chamorro, presidente de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), propuso en la mesa que los magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE) pongan sus renuncias y que la Asamblea Nacional, luego de aceptarlas, inicie un proceso para elegir funcionario de credibilidad.
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Por su parte, los funcionarios del gobierno durante la sesión de este lunes en el diálogo intentaron que se desmonten las protestas argumentando que se ha causado un grave daño a la economía pues se reportan pérdidas por 258.9 millones de dólares el último mes. Según estimaciones presentadas, la tasa de crecimiento se calcula entre 3 y 3.5 por ciento, cuando inicialmente se calculaba en 4.4 por ciento.
Murillo: Absoluto apego a la Constitución
Pero la respuesta del ejecutivo es no aceptar un cambio del gobierno de Ortega. Murillo ha dicho que si bien “tomamos en cuenta todos los planteamientos” en la mesa del diálogo, conversarán solo aquellos “con absoluto apego a la Constitución de la República”.
Una vez más la vicepresidenta designada culpa a las protestas ciudadanas de poner causar caos, sin reconocer la represión ordenada por el Ejecutivo en contra de las manifestaciones pacíficas.
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Lo que no olvidó Murillo fue felicitar a Nicolás Maduro por su reelección como presidente de Venezuela, ayer domingo en unas elecciones que se según la oposición apenas participó el 12 por ciento de los electores.