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Ernesto Medina. Alianza Cívica, Coalición Nacional, Cosep. oposición, Nicaragua

Ernesto Medina, representante del sector académico en la Alianza Cívica. LA PRENSA / Óscar Navarrete

Ernesto Medina: “Hay que darle una oportunidad al diálogo”

Ernesto Medina, rector de la UAM, invitado para el diálogo nacional con el Gobierno, habla de los temas principales a negociar: justicia y democracia

Ernesto Medina proviene de un sandinismo en el que “los muchachos se iban a la guerrilla con mística” para botar la dictadura somocista. Dice que encuentra lamentable que el sandinismo actual esté en manos de las llamadas turbas sandinistas, esas fuerzas paramilitares que, en conjunto con la Policía Nacional, han sido protagonistas de la brutal represión contra las protestas de abril de 2018 que han puesto en crisis a Nicaragua.

Medina es doctor en Química y es rector de la Universidad Americana (UAM). En los últimos días, la Conferencia Episcopal lo ha invitado como participante del diálogo nacional entre la sociedad civil y el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo que busca poner fin al trance que atraviesa el país desde el pasado 18 de abril.

En sus redes sociales el académico ha condenado duramente las más de 40 muertes que ha ocasionado la represión comandada por Daniel Ortega, mandatario de Nicaragua desde 2007, y se ha unido a un clamor popular que exige justicia. En esta entrevista, Medina explica en qué punto se encuentra el diálogo nacional que muchos esperan, y expone las demandas principales que la sociedad civil le hará al Gobierno.

¿Quién lo invitó a usted al diálogo nacional?
A mí me invita la Conferencia Episcopal. A mí me llamaron a una reunión junto con el padre José Idiáquez, rector de la UCA (Universidad Centroamericana) y ahí nos entrevistamos con monseñor Álvarez.

¿Él era el único obispo que estaba hablando con ustedes?
Había otros compañeros que también estaban siendo invitados, pero estaban en otras salas reuniéndose con otros obispos, y me imagino que con el mismo objetivo: comunicarnos que estaban ya en pláticas con el Gobierno para organizar el diálogo y que nos habían propuesto y que el Gobierno había aceptado. Pero que el Gobierno también había pedido que se incluyera en la delegación universitaria al ingeniero Telémaco Talavera. Pues nosotros le dijimos que sí. Estamos esperando a ver qué pasa. Toda esta situación nos ha sorprendido y sí estamos pendientes de qué es lo que ocurre a cada minuto. Tanto de parte de los muchachos, que tienen una dinámica propia difícil de predecir, como de parte del Gobierno, que en función del diálogo nos preocupan más los mensajes del Gobierno que todavía no son muy claros.

La Conferencia Episcopal ya dijo que el lugar debía ser el Seminario Interdiocesano Nacional Nuestra Señora de Fátima, ¿pero todavía no hay fecha?
Todavía hasta ayer (miércoles 2 de mayo) no había fecha. Nos dijeron que ya habían aproximado los acuerdos, pero no hay fecha.

¿Usted que sería uno de los actores del diálogo, se está comunicando con el Gobierno o solo con la Conferencia Episcopal?
No, con el Gobierno el único canal es la Conferencia Episcopal. Nosotros desde el día que aceptamos participar en esto nos hemos estado contactando con los otros representantes de otros sectores de la sociedad civil que están participando en esto.

¿La lista que apareció de los representantes de la sociedad civil en el diálogo es definitiva o habrá también simpatizantes del Gobierno?
No. Ayer el Gobierno dio a conocer ya su propuesta de composición de las mesas de diálogo y hay cambios. Pero todavía no sé y le corresponde a la Conferencia Episcopal determinar eso.

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¿No es lo mismo que hable la sociedad civil con la pareja presidencial, que la sociedad civil con la pareja presidencial y otros representantes oficialistas?
Exactamente. Y esa es una de las cosas que queremos aclarar. Cuál es la naturaleza de este evento. No sé si es diálogo o negociación. Pero los diferentes sectores consideramos que dada la forma en que esto se desencadenó y se llevó a la propuesta de este diálogo, debe ser entre el Gobierno, sus instituciones y organizaciones, y la sociedad civil, que es la que se siente ofendida, y está reclamando una salida y un cambio al país. Por la forma en que se configuraron las mesas, en el caso de nosotros que vamos dos rectores de instituciones, nos sentimos parte de la sociedad civil, y Talavera, una persona que claramente ha sido identificada como parte del Gobierno, con cargos explícitos dentro del Gobierno. Nos resulta un poco difícil de entender cuál va a ser la dinámica con esa composición. Ahorita es importante que esto se aclare, se defina.

Estudiantes de los distintos movimientos que han surgido y también usuarios en redes sociales exigen que este diálogo sea público. ¿Qué es lo más público que puede ser?
Nosotros en su momento hablamos con los obispos, porque tratamos de hacerles llegar el sentir de la gente. Sabemos que hay mucho escepticismo, mucho temor a que esto pueda ser manipulado. Por lo tanto todas las inquietudes que captamos de la gente se las llevamos a los obispos. Y esa es una de ellas. Obviamente es muy difícil. Conociendo este Gobierno, que no le gusta hablar en público. Al final no queremos que esto sea un show para las cámaras sino concentrarnos en lo delicado de los temas que son a tratar. Se ha propuesto de que se lleve un récord grabado, si es posible audiovisual, de todo lo que ocurra, que esté bajo la responsabilidad de los obispos. Para que en caso de que esto llegue a un punto muerto, no estemos después dando versiones diferentes. Que sean los obispos los que decidan si se publica o no lo que pasó para que se vea en realidad qué fue lo que ocurrió.

¿Nicaragua puede confiar plenamente en la Conferencia Episcopal?
Yo creo que sí. En estos momentos creo que es la única institución que nos queda. La que está organizada y tiene la fuerza moral para mediar en una situación tan crítica. No hay nadie más. No veo a nadie más que pueda jugar ese papel. Creo que hemos depositado nuestra confianza en ellos y hasta ahora creo que han cumplido con su papel y esperamos que así sigan.

Ernesto Medina, rector de la UAM. LA PRENSA / Óscar Navarrete
Ernesto Medina, rector de la UAM. LA PRENSA / Óscar Navarrete

Hasta ahora (jueves 3 de mayo) LA PRENSA ha podido confirmar 41 muertos desde que comenzó la represión policial. ¿Qué demanda la sociedad civil tras este baño de sangre?
Es terrible. Lo primero es justicia. Justicia transparente, sin ambages.

¿Es posible eso en Nicaragua?
Bueno, en condiciones actuales es ilusorio. Sabemos que el sistema judicial está totalmente coartado por el Gobierno.

¿Todos los poderes del Estado, las instituciones y las autoridades son controladas por Ortega y Murillo, no?
Sí. Por eso la demanda de justicia está vinculada a la intervención de órganos internacionales, independientes y con experiencia en eso. Por ejemplo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La investigación anunciada por la Fiscalía no tiene ninguna credibilidad. Y mucho menos esa Comisión de la Verdad de la Asamblea, que ni siquiera la han anunciado.

 

Yo creo que ellos (el Gobierno) siguen aferrados a sus recursos tradicionales que les había funcionado: la represión brutal. Y la Policía sigue en la calle. Hay rumores de que ellos están componiendo a sus fuerzas paramilitares y que van a intentar acallar esto por la fuerza. De todas maneras están aislados, desprestigiados”. Ernesto Medina, rector de la UAM

¿La Conferencia Episcopal tampoco cree en esas dos iniciativas?
No, no. Ellos tendrán que pronunciarse en su momento, pero hemos conversado y coinciden en que el tema de la justicia es uno de los temas que hay que hablar.

El periodista Carlos Fernando Chamorro expuso que son indivisibles el que se haga plena justicia y la salida de Ortega y Murillo. ¿Se tocará el tema de gobernanza y elecciones?
Se va a tener que tocar. O por lo menos se va a llevar como punto de agenda. Son los dos puntos que en las pláticas que hemos tenido con todos los sectores hay coincidencias. El tema de justicia, el tema de la democracia, la institucionalidad del país. Al final convergen en qué pasa con el Gobierno. Ahí es donde habrá que conversar, ver todos los posibles escenarios y qué es lo mejor para Nicaragua. Pero hasta ahí no hemos llegado, pero sí estamos conscientes que si se investiga a fondo esta masacre, vamos a ir subiendo de niveles de responsabilidad y en algún momento vamos a llegar donde están los jefes supremos de los órganos que han intervenido en esto. ¿Qué va a pasar en este momento? Va depender de lo que el Gobierno esté dispuesto a discutir, y de las condiciones externas: la movilización de la gente, la presión de la gente, y el acuerdo entre los diferentes actores que estamos involucrados en esto. Eso es lo más delicado y lo más complicado.

En el evento relámpago que organizó el Frente Sandinista el lunes Ortega habló de un diálogo sobre justicia social y sobre la economía del país, pero no habló del tema político. ¿Cree que el Gobierno vaya a ceder poder?
Es muy difícil. Conociendo a Ortega, él no está dispuesto a ceder en nada. Ellos no están dispuestos. Me imagino que van a tratar de insistir en que ya están resueltos los temas de la Comisión de la Verdad y el tema de justicia, que son los temas en los que todo el mundo ha coincidido, y van a pedir que comencemos a centrarnos en los que ellos llaman los temas sectoriales. Está pues el INSS (Instituto Nicaragüense de Seguridad Social), los problemas de las universidades…

¿Tratar que Nicaragua regrese a como estaba hace tres semanas?
Exacto. Pero de eso también hay un acuerdo entre las partes de sociedad civil, incluso con el Cosep, de que no vamos a entrar a discutir ningún tema sectorial mientras no se resuelven los dos temas torales, que son el reclamo de justicia y el tema institucional y las bases democráticas del país. En eso sí ha habido acuerdo.

¿Qué impide que el Gobierno ya ponga una fecha y comience a dialogar?
Para ser uno mal pensado, diría que ellos están tomándose su tiempo para fortalecer su posición negociadora. Eso significa controlar a los sectores que puedan controlar, dividir a los muchachos. Creo que ellos están trabajando para crear condiciones favorables al Gobierno para el diálogo. Todavía está por verse si realmente hay voluntad para el diálogo. Porque de parte nuestra ha habido también una opinión a favor de no precipitarnos porque no hemos conversado los temas de fondo y cómo vamos a adoptarlos, y estamos esperando a que los muchachos (los estudiantes) se pongan de acuerdo.

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Uno de los grupos de estudiantes incluso pidió que el diálogo fuera a mediados de mayo.
La posición nuestra es que deben tener representación. Originalmente había el rumor de que el Gobierno iba a pedir que UNEN (Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua) estuviera en la delegación estudiantil. Eso se les dijo a los obispos, que era un rumor, pero los muchachos dijeron que era inaceptable e innegociable. Entiendo que en la propuesta del Gobierno mandan su lista de estudiantes de UNEN, no dicen nada de la representación estudiantil autoconvocada, y entiendo que los obispos van a proponer una contraparte igual. Si el Gobierno dice 10, ellos van a proponer 10.

Ernesto Medina, rector de la UAM. LA PRENSA / Óscar Navarrete
Ernesto Medina, rector de la UAM. LA PRENSA / Óscar Navarrete

Pero hablamos de un Gobierno que no ha aceptado la masacre, que no habla de cifras de muertos, no da nombres. ¿Para usted es claro quién es el responsable de este baño de sangre?
Sí, o sea, viendo la génesis de esto… El incidente que hubo aquí en Camino de Oriente, es clarísimo que eso fue lo que prendió la mecha y después tuvo su punto de detonación en lo que sucedió en la UCA en la noche. Y después lo que pasó en los recintos, que fue ya la gota que derramó el vaso. Cuando pretendieron, viendo ya lo que había pasado en Camino de Oriente y en la UCA, sacar a los muchachos para que fueran a engrosar las filas de los paramilitares en la UNAN (Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua) León, pero los muchachos dijeron que no se iban a prestar a eso, entonces comenzó la represión a lo interno de los recintos. Los pobres de la UNAN León, los internos que no quisieron participar en la calle, con sus maletas, y los otros compañeros que al día siguiente estaban en la calle respaldando a los otros muchachos. Entonces las responsabilidades están clarísimas. Aquí a una protesta que hubiera sido totalmente inocua ellos quisieron acallarla como lo habían hecho siempre con los motorizados y los antimotines. Se les pasó la mano.

¿Quiénes son estos paramilitares que aquí llamamos turbas sandinistas?
Mirá, yo tengo amigos que viven en los barrios que me dicen que anda la gente del Gobierno reclutando a los pandilleros del barrio. A mí no me consta, pero me lo han dicho. Ayer un muchacho me dijo que en su barrio estuvieron reclutando.

¿Y qué les ofrecen? ¿Dinero?
Sí, les dan una paga y les dan ese sentido de impunidad, que después pueden hacer lo que quieren. Imagino yo que hacen cualquier cosa y después dicen: “Mirá, yo anduve ahí en el INSS, cuando apalearon a los Ocupa INSS”.

¿Es como una mafia?
Sí. Y es peligrosísimo, porque esa gente se siente que son impunes. Pueden hacer lo que quieran. El que esa gente se asocie con un Gobierno que se dice revolucionario y sandinista; o sea, que el Frente Sandinista diga que sus bases, porque esas son, estos maleantes enmascarados con cascos y garrotes y tubos, yo que viví la época histórica siendo estudiante de los muchachos que se iban a la guerrilla con mística, y que eso ahora lo quieran poner a la par, para mí es… Yo fui miembro de la Asociación de Estudiantes de Ciencias y Letras, y mis compañeros eran Edgard Munguía, que murió… Iván Montenegro que murió por Nueva Guinea en la Ofensiva Final.

Hablando de las bases del Frente Sandinista, el lunes 30 de abril hicieron venir buses vacíos o semivacíos de toda Nicaragua para un megaevento de unos cuantos minutos y el miércoles pusieron incluso a Francisco López y a Sonia Castro a rotondear. ¿Se están quedando sin gente?
Yo pasé junto a la Rotonda Universitaria y lo que vi fue que era gente que Chico (Francisco López) la había traído de sus oficinas. Empleados que todavía tienen miedo y los llevan. Yo sí creo que tienen un problema y lo están demostrando. No se dan cuenta de que a la gente ya no la van a engañar. Y haber usado al comandante Víctor Tirado es otra señal. Lo que dijo su hijo es grave. Yo a él lo conocí y conozco su trayectoria.

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¿Ortega y Murillo están improvisando?
Yo creo que ellos siguen aferrados a sus recursos tradicionales que les había funcionado: la represión brutal. Y la Policía sigue en la calle. Hay rumores de que ellos están componiendo a sus fuerzas
paramilitares y que van a intentar acallar esto por la fuerza. De
todas maneras están aislados,
desprestigiados.

Usted es rector de la UAM, que es del Ejército Nacional. ¿El Ejército se mantiene distanciado de esta crisis?
Creo que están más a la expectativa. Si no ya hubieran salido, estuvieran desesperados.

Aunque Daniel Ortega salió con Julio César Avilés, el jefe del Ejército, en una conferencia de prensa.
Bueno, en la primera conferencia, pero ya ves que en la segunda ya no salió. En el acto tampoco. Yo creo que el Ejército está a la expectativa. Al final puede ser un elemento para que la cosa se incline a un lado u otro.

¿Para usted todas las muertes son responsabilidad del Gobierno?
Sí, yo creo que si se ha dejado que estas marchas se dieran, no muere nadie.

¿Si el Gobierno rechaza el diálogo, es posible un paro nacional?
Yo sinceramente creo que no. Creo que los empresarios todavía están a la expectativa del diálogo. Que el diálogo tiene que ser la salida. Y yo midiendo el pulso de los sectores con los que he conversado, se pensaba que hay que darle una oportunidad al diálogo. Porque la alternativa es ir a pecho descubierto a que nos masacren y esperar que sobre un montón de muertos y un lago de sangre, se proponga una salida.

Ernesto Medina, rector de la UAM. LA PRENSA / Óscar Navarrete
Ernesto Medina, rector de la UAM. LA PRENSA / Óscar Navarrete

Plano personal

Ernesto Medina Sandino, de 65 años, es originario León. Está casado y tiene un hijo y una hija, ambos profesionales.
Su pasatiempo predilecto es coleccionar cometas y hacerlas volar.
Rector de la UAM desde hace 10 años y antes fue rector de la UNAN en León por 12 años.
Estudió Química en la UNAN León y Química Orgánica en la Universidad de Gotinga de Alemania.
También le gusta leer, escuchar música y cocinar.
Gabriel García Márquez y Sergio Ramírez son de sus escritores favoritos.
Como es fan de la música clásica, Mozart y Beethoven son los compositores que más escucha, pero también se permite disfrutar de Juan Luis Guerra y del grupo Maná.
Dice cocinar muy bien la comida mediterránea. El plato griego moussaka, a base de berenjena, es su especialidad.


 

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