El libro de Pablo Antonio Cuadra Bendaña (Polo): Nicaragua: En torno al pensamiento de José Ortega y Gasset, es un excelente resumen e interpretación de 22 ensayos de este gran filósofo y periodista español. En la dedicatoria, Polo, que ha forjado una familia ejemplar, comenta que este “libro constituye el corazón de mi herencia a mis hijos, nietos y bisnietos, con la esperanza que les sirva para resolver los retos que enfrentan nuestras sociedades”.
Ortega y Gasset (1883-1955) pensaba que era necesario ir siempre a la raíz del problema, que necesitamos creencias y una interpretación del universo para vivir, que hay crisis cuando los hombres han vivido prendados a unas ideas y creencias y se percatan que están agotadas, caducas, y esta crisis se supera cuando pasan a vivir apoyados en otras, “que la vida humana es constante ocupación con algo futuro”, que las convicciones tienen que ser propias, quien le encarga a otro que piense en su lugar renuncia a su autenticidad y a su libertad, que el hombre selecto es el que piensa, razona y se exige más que los demás, y que el “hombre masa no atiende a razones, y solo aprende en su propia carne”.
Para Ortega y Gasset la “barbarie es ausencia de normas y de posible apelación” a estas normas; sin convivencia bajo normas “se retrocede a una convivencia bárbara… y se va directamente a la imposición de lo que se desea”; y la “democracia liberal” es la “forma que en política ha representado la más alta voluntad de convivencia bajo normas”.
Polo resalta que en nuestra historia “las clases gobernantes, salvo breves épocas, han gobernado mal… la clase gobernada estaba tan enferma como ella”. Mi criterio, que desarrollo abajo, es que esta enfermedad, esta crisis, se debe a que la convivencia se continúa dando alrededor de ideas y creencias absolutistas que se saben obsoletas.
Occidente sufrió esta crisis durante siglos. Ya no servían las antiguas ideas y creencias en el absolutismo, la servidumbre, la arbitrariedad, los privilegios, las sinecuras, la exclusión, la desigualdad ante la ley y la desigualdad en dignidad, pero los que se beneficiaban de este orden de cosas insistían en mantener este status quo. El ingreso por persona era el equivalente a US$6 por persona, por día.
Primero en Holanda, y después en Inglaterra y Estados Unidos, una élite logró persuadir a la opinión pública que tendrían un mejor porvenir si abandonaban las ideas y creencias absolutistas, y excluyentes, y adoptaban como nuevas ideas y creencias las normas liberales de libertad para las personas comunes, jugaban limpio, y practicaban el ideal democrático de igual dignidad para todos. Esta nueva ética, estas nuevas normas, que aún siguen irradiando, dieron origen a la mejoría más importante desde la invención de la agricultura en el nivel de vida de la humanidad. El resultado es un conjunto de instituciones que, apoyadas en una opinión pública vigilante, dan verdadera vigencia a los derechos políticos, los derechos civiles, la transparencia en la actuación pública, y la libertad económica. La eficacia de estas en un país se mide con los índices de libertad económica, percepción de corrupción, vigencia de derechos civiles y políticos, e ingreso por persona por día, para este último tomamos las cifras para 2017 del FMI.
Para Nueva Zelanda, Costa Rica y Nicaragua observamos los siguientes resultados para libertad económica, percepción de corrupción, vigencia de derechos civiles y políticos, e ingreso en US$ por persona por día: 1) Nueva Zelanda, 2) Costa Rica y 3) Nicaragua, respectivamente: 1): #3, #1, 98% de cumplimiento, US$121 por persona por día; 2) #57, #38, 91% de cumplimiento, US$33.26 por persona por día, en el promedio mundial; 3) #100, #151, 47% de cumplimiento, US$6.36 por persona por día, indicativo de crisis. El camino está claro. Nada impide saltos de rana anuales en cumplimiento de estos indicadores.
Reflexiona Polo que “los pueblos … renacen cuando tienen …voluntad indómita”, “Nicaragua necesita una ideología clara y plenamente actual”, y que los “partidos actuales prefieren el pasado al futuro… se apoyan en las fuerzas …más culpables del fracaso”, y “rinden culto insincero de los valores más falsos y arcaicos”.
El autor es economista.