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Oneyvin Oniel Borge Acuña se tomó esta foto momentos antes de ser decapitado en Maleconcito, en Wiwilí, Jinotega. No conocía a su agresor José Hilario Olivas Umanzor. LA PRENSA/ CORTESÍA

Oneyvin Oniel Borge Acuña se tomó esta foto momentos antes de ser decapitado en Maleconcito, en Wiwilí, Jinotega. No conocía a su agresor José Hilario Olivas Umanzor. LA PRENSA/ CORTESÍA

Decapitador lleva 380 días preso y sin juicio en Jinotega

Olivas Umanzor cumple hoy 380 días detenido y sin que se le haya realizado juicio. Su proceso, en condiciones normales, solo debería haber demorado tres meses.

Con probables serios problemas mentales se encuentra detenido por la Policía de Jinotega, desde el 25 de diciembre de 2016, José Hilario Olivas Umanzor (50), sin que hasta hoy haya iniciado el juicio que contra él se ordenó por presuntamente haber decapitado a un joven de 21 años de edad en Wiwilí de Jinotega.

De acuerdo con el expediente del caso, radicado en el Juzgado Segundo de Distrito Penal de Juicio de Jinotega, el proceso se ha extendido más allá de lo que establece el Código Procesal Penal, de tres meses de duración, porque la defensa del acusado ha pedido valoración psiquiatra y, aunque la jueza Lis Centeno ha pedido a la Policía que lleve al reo a hacerse el chequeo, los oficiales no lo hacen o lo llevan tarde a donde los médicos.


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Olivas Umanzor cumple hoy 380 días detenido y sin que se le haya realizado juicio. Su proceso, en condiciones normales, solo debería haber demorado tres meses.

La víctima del caso es Oneyvin Oniel Borge Acuña, quien el 25 de diciembre del 2016 se encontraba tomando una gaseosa, sentado sobre una silla plástica en el cafetín Yelsin, ubicado casi al final de la carretera pedregosa que lleva de Santa María de Pantasma a Wiwilí, en el departamento de Jinotega. Aprovechando que el joven tenía audífonos, el procesado fue visto por varios testigos cuando se le acercó por detrás a Borge Acuña y le asestó un machetazo en el cuello.

Olivas Umanzor nunca se había conocido con la víctima. El supuesto agresor es originario de San Juan de Río Coco, en Madriz, donde su madre, María Inés Umanzor Bellorín, indicó a LA PRENSA, recién ocurrido el hecho, que su hijo es “psicosiado de guerra”.

decapitación en Jinotega
José Hilario Olivas Umanzor, acusado por asesinato en Jinotega. LA PRENSA/LUIS .E. MARTÍNEZ

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Olivas Umanzor cumplió el Servicio Militar en los años ochenta, cuando tenía 17 años de edad. “Mi chigüín era bueno, pero después apareció así. Me daba guerra. Afilaba un machete y me cerraba las puertas y yo quedaba adentro. Pero gracias a Jesucristo no me hacía nada. Me hacía caso. Me decía: ‘¡ahí viene la Contra a matarme, mamá! ¿Va a dejar que me maten?’. Y no había nada, eran los palos de café”, recuerda Umanzor.

Por tal razón, la defensa del acusado, asumida por un defensor público desde el inicio del proceso, ha solicitado una valoración psiquiatra, para ejercer una mejor defensa del procesado y la jueza Centeno ha pedido en varias ocasiones a la Policía que lleve al detenido al Hospital Victoria Motta de Jinotega. Hasta ahora la Policía no ha podido entregar esa valoración médica a la judicial.

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El artículo 134 del Código Procesal Penal establece que el plazo máximo de duración del proceso penal es de seis meses, si el procesado está en libertad, y tres meses si está preso.

Por tal razón, de acuerdo con el expediente del caso, los plazos se han suspendido por petición de la defensa, es decir, el cómputo de los días se ha paralizado, para que no se cuente como que han pasado más de tres meses, esperando el peritaje médico, ya que para la defensa esa es una prueba fundamental.

Las familias están ajenas a todo

Las familias tanto de la víctima como del procesado se encuentran ajenas al proceso judicial. Al principio del caso, incluso, ambas partes pensaban que Olivas Umanzor estaba muerto, porque en las noticias televisivas se publicó que la gente del lugar donde ocurrió el hecho había tomado la justicia por sus propias manos. En las redes sociales circularon imágenes de Olivas Umanzor con el rostro y la ropa llenas de sangre.

Olivas Umanzor, a quien en Jinotega comenzaron a llamar el “decapitador”, estuvo incluso en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Managua debido a la paliza que tras el crimen le propinaron pobladores antes de entregarlo a la Policía.

Ambas partes piden justicia

Juan Borge, tío del joven decapitado Oneyvin Borge, ha estado buscando la manera de que se les informe de cuál es la situación del hombre que mató a su familiar.

Igualmente, la madre del acusado José Hilario Olivas Umanzor, María Umanzor, es de escasos recursos y a principios del caso hasta había enviado a una hija de ella a buscarlo en un hospital de Managua, pero es muy difícil para ella ir a ver a su hijo a Jinotega.

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