Nacida en un ambiente de música clásica, a sus 16 años Sofía Marí Rocha Fiallos es considerada una de las jóvenes soprano más brillante en el escenario nacional, en conciertos y óperas, y con una carrera en ascenso.
Su primera participación, recuerda esta joven, fue como “figurante” en las escenas de la ópera El Barbero de Sevilla de Rossini, después pasó a formar parte de los coros de Las óperas La Boheme y Tosca de Puccini.
Llena de vida y energía —agregó Rocha Fiallos— estelarizó al personaje de Briggith en la obra La novicia rebelde, que dirigió Chantal Bronner, en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío en 2011.
“Hice a Briggith, y fue una experiencia muy bonita, cantábamos, bailábamos y hablábamos; hicimos algo parecido a la película”, dice con orgullo, mientras sonríe de su hazaña en equipo.
Esta obra fue estelarizada por la soprano Lisbeth Berríos, también fueron parte del elenco el barítono Gabriel Curtis, la soprano dramática Elisa Picado y el teatrista Xavier Espinoza, entre otros artistas experimentados.
Revela que Bronner la invitó a ser parte del elenco, no le hizo audición, porque ya conocía sus logros y bríos tempranos en los escenarios.
Su otro papel en obras que han hecho eco en los medios fue su participación como La niña, en la obra de teatro La Zapatera Prodigiosa, del dramaturgo español Federico García Lorca. Puesta en escena por Xiomara Centeno.
“Después de La Zapatera Prodigiosa, siento que he ganado bastante, aprendí dicción y sigo sumando experiencias, esto me hace muy feliz”, exterioriza la joven sin mostrar aires de grandeza, sino de naturalidad, ya que siente ha crecido en este ambiente de la danza, la música y el teatro.
Coros y declamación
También fue parte del coro de la ópera de Navidad Amahl y los visitantes nocturnos, del compositor italo-estadounidense Gian Carlo Menotti, en ese momento su maestro fue Juan Manuel Mena.
También interpretó el poema Marcha Triunfal, ganó el Primer Lugar en el concurso de Declamación de poesía Dariana-2015, realizado en el Colegio Angloamericano, por igual ha obtenido otros reconocimientos los dos últimos años por su destacada actuación en los festivales de teatro de este centro.
Con su padre el barítono Mario Rocha
Una de las primeras canciones que interpretó en su niñez, recuerda esta joven, fue la melodía El Ave María, del compositor romántico Charles Gounod.
Pero su mayor logró fue hace dos años, que junto con su padre el barítono Mario Rocha interpretó El fantasma de la ópera, ese mismo día interpretó como solista el tema Wishing You Were Somehow Here Again. Estas dos piezas musicales son obras de Andrew Lloyd Webber.
Este evento se realizó en el Salón de los Cristales del Teatro Nacional Rubén Darío, y fue acompañada al piano por Katherin Espinal y Valeska Lobo.
Por igual ha cantado como solista en la obra Versos a la Reina, en los coros de la Misa de la Misericordia de Dios, en el Réquiem de John Rutter, y en el reciente estreno de la ópera El Lobo y el Santo, de Rocha.
También ha cantado con el grupo lírico Ars Nova en numerosos conciertos en centros culturales de Managua.
En el ballet
Otra de las inclinaciones de Rocha Fiallos es el ballet. Recibió clases en la Escuela Nacional de Ballet, con las maestras Anabel Zamora (actual directora de Studio Attitude), y con Ivonne García.
Recuerda que hace dos años reingresó a la Escuela Nacional de Ballet, y que ha participado en el cuerpo de baile en las obras Carmen y Cascanueces.
Actualmente estudia su secundaria. Su meta es continuar sus estudios en el Conservatorio de Música de la Upoli, así con la carrera de ballet. Y le gustaría además estudiar Teología, solo para conocer más de Dios y el mundo.
Sofía Rocha Fiallos cantante y bailarina. LA PRENSA/CARLOS VALLE.
Sus ideas
Música. Es todo, hay que saber elegirla porque te puede liberar o alterar. La mía es la música clásica y la disfruto.
La vida. Soy feliz y siento que no estoy adelantada a mi edad, me gusta ser niña y no me gusta pensar que estoy grande.
Dios. Gracias a él tengo todo, donde me puso, mi talento, y le sirvo porque soy monaguilla en la iglesia Santo Domingo, Las Sierritas.
Los jóvenes. Muchos tienen talento pero deben de aprender a no creerse que son los mejores y aceptar la ayuda de los demás.
Nicaragua. Un lugar muy bello, la gente es luchadora, y hay mucho talento y hay que darlo a conocer al mundo.
