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Real Madrid

Sergio Ramos le dio el empate al Real Madrid 1-1 ante el Barcelona en el Clásico de España. LA PRENSA/EFE

Sergio Ramos otra vez da triunfo al Madrid en el descuento

El sismógrafo evidenciaba que la ciudad de Barcelona temblaba de alegría con el 1-0. Todo era color de rosa. Los gritos, los cánticos, los aplausos y la ilusión de conseguir un triunfo que hiciera olvidar el pasado amargo de los azulgranas. Pero en el minuto 90, Sergio Ramos activó su modo goleador.

El sismógrafo evidenciaba que la ciudad de Barcelona temblaba de alegría con el 1-0. Todo era color de rosa. Los gritos, los cánticos, los aplausos y la ilusión de conseguir un triunfo que hiciera olvidar el pasado amargo de los azulgranas. Pero en el minuto 90, Sergio Ramos activó su modo goleador para el Real Madrid.

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Ramos dejó atrás la defensa y subió a la ofensiva para buscar el centro tras la falta de el recién ingresado Arda Turán. El croata Luka Modric dirigió el balón hacia el capitán, quién fue certero en la oportunidad dorada. Cabeza y gol, el clásico gol de Ramos en partidos en que el galillo cierra la garganta.

Todo sigue igual. Con el empate el Real Madrid continúa a seis puntos del Barsa. Un inicio de Navidad amarga para los de Luis Enrique que vieron en Ramos a la reencarnación del “Grinch”, mientras para los merengues era el ángel salvador del resultado, después que Luis Suárez colocara adelante a los locales al minuto 52 por la vía de la cabeza.
Sin embargo, más allá de la intensidad de los primeros minutos y el cierre huracanado del segundo tiempo, el Clásico fue un partido grande para dos equipos que se mostraron pequeños.

Así fue el partido

Si a un equipo se le puede dar el primer tiempo es al Real Madrid, sin ser brillantes pero oficiosos, los blancos presionaron con mayor regularidad. Desde el minuto dos con la llegada peligrosa de Lucas Vásquez y que todavía está la incógnita que si era o no penalti con la entrada fuerte de Mascherano.

El Madrid administraba mejor la pelota y uno que otro destello de las individualidades de los catalanes. Luego apareció el cabezazo de Cristiano Ronaldo combinado con el pase de Marcelo, pero el remate fue muy endeble. El más vistoso jugador de los primeros 45 minutos fue Modric, recuperando y saliendo le dio respiro al Madrid que le faltó la eficacia en las llegadas.

En la segunda mitad todo fue diferente. Posteriormente del gol de Suárez y la débil marca de Varane, que hasta ese momento estaba haciendo un juego perfecto, la inyección de vitalidad al mediocampo con la incorporación de Andrés Iniesta cambió las fichas del partido. De ahí en adelante el Barsa mandaba en casa. Un Madrid muy empequeñecido y un Barcelona con ocasiones claras de finiquitar. Primero con Neymar cara a cara con Navas y luego Lionel Messi que perdió la brújula. Una negra Navidad para el Barsa que mereció ganar, sino fuera por el guion impredecible que ofrece el maravilloso deporte del futbol.

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