A una pena que oscila entre 20 y 30 años de prisión podría ser condenado Eddy Manuel Espinoza Castro, quien este martes 22 de noviembre, en audiencia preliminar, admitió los hechos y fue declarado culpable de femicidio en perjuicio de su pareja Marjuri Blandón Jarquín.
La sentencia contra Espinoza será notificada este miércoles, según decidió la titular en Matagalpa del Juzgado Primero de Distrito Especializado en Violencia, Ivania Sancho Centeno.
En solo la audiencia preliminar en la que fue asistido por Freddy Rizo como su defensor particular y renunciando al derecho de enfrentar un juicio, Espinoza decidió admitir los cargos que le imputó la Fiscalía por la muerte de Blandón, ocurrida el 14 de noviembre en el municipio de Río Blanco, Matagalpa.
El fiscal auxiliar, Gerardo Barrera, consideró que al momento del crimen había una relación de pareja, además “existen reiteradas manifestaciones de odio y violencia de parte del acusado hacia la víctima” y en el femicidio concurrieron también circunstancias de calificación contempladas en el delito de asesinato, particularmente la alevosía, por lo cual pidió una condena de 30 años de prisión.
Mientras tanto, Rizo pidió a la juez que considere como atenuantes que Espinoza se entregó voluntariamente y que admitió hechos.
Solicitó que una vez que le notifiquen la sentencia, Espinoza sea remitido al Sistema Penitenciario Regional de Waswalí porque presuntamente corre riesgo en las saturadas celdas preventivas de la Policía en Matagalpa.
Detalló crimen
En una declaración ante la Policía, el 19 de noviembre, Eddy Manuel Espinoza Castro dijo que en el celular de Marjuri Blandón Jarquín leyó conversaciones de ella que presuntamente sostenía con otros hombres, por lo cual discutieron hasta que la acuchilló 17 veces.
Espinoza dijo a la Policía que “cuando miré que estaba ‘pila’ entonces ensarté el cuchillo en el molendero… como andaba en short me fui a poner pantalón y una chaqueta, me regresé adonde ella, le pasé la mano por los ojos, se los cerré y le dije: ‘Adiós Marjurita’. La puse boca abajo y me fui”.