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migrantes africanos, Costa Rica

Desde abril de 2016, han ingresado a territorio costarricense cientos de migrantes africanos, con la esperanza de cruzar a Nicaragua rumbo a Estados Unidos. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE

Costa Rica sin solución clara a crisis de migrantes africanos

Este 2 de junio, unos 400 de ellos se aglomeraron en diversos puntos de la frontera norte con la intensión de cruzar a Nicaragua, país que mantiene su frontera blindada, para continuar su ruta hacia Estados Unidos.

La complejidad del problema no le permite a Costa Rica, tener una solución clara e inminente a la crisis migratoria con unos mil migrantes africanos, a quienes les permitió el ingreso a su territorio desde el pasado mes de abril por Paso Canoas, frontera con Panamá.

Este 2 de junio, unos 400 de ellos se aglomeraron en diversos puntos de la frontera norte con la intensión de cruzar a Nicaragua, país que mantiene su frontera blindada, para continuar su ruta hacia Estados Unidos.

“Estamos buscando, evidentemente, respuesta a una situación que es inédita en nuestra historia y estamos trabajando de manera respetuosa de los derechos humanos y de la integridad de las personas”, dijo a LA PRENSA el Ministro de Comunicación, Mauricio Herrera.

“Estamos en un camino de construcción constante de soluciones, nadie dijo que esto es un problema fácil, es bastante complejo pero esperamos que con la buena voluntad de todos podamos encontrarle salidas que respeten la dignidad de las personas y respeten los derechos humanos”, añadió el funcionario, que a como se puede leer, no precisó qué hará su país para buscar una salida de ellos del territorio, dado que el interés de los migrantes africanos no es quedarse en Costa Rica.

Según la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), al 30 de mayo habían ingresado al país por la frontera con Panamá, 1,068 migrantes africanos o extracontinentales.

Todos ingresaron en condición de detenidos a dos centros de atención de extranjeros abiertos en el mes de abril cerca de Panamá en el contexto de esta crisis, pero solo 147 de ellos estaban en esos lugares al 30 de mayo.

Lea también: Migrantes cubanos y africanos ingresaron a la fuerza a Costa Rica desde Panamá

Los africanos tienen libertad de circular en el país, porque Costa Rica les cambió la categoría migratoria con la finalidad de que se presenten a confirmar su permanencia dentro del territorio con una firma periódica en las oficinas migratorias, cumplimiento que solo han hecho 10 africanos.

Según cálculos de autoridades locales y de gobierno, unos 400 de ellos están aglomerados a la intemperie en diversos puntos de La Cruz, cantón fronterizo con Nicaragua, presionando para poder continuar su ruta migratoria por territorio nicaragüense.

Una parte de ellos están en algunas agencias de aduanas de la frontera de Peñas Blancas, ubicados a los lados de los edificios, bajo aleros e instalados debajo árboles; y otros se acomodaron en una finca pegada a Río Sapoá.

Desde abril de 2016, han ingresado a territorio costarricense cientos de migrantes africanos, con la esperanza de cruzar a Nicaragua rumbo a Estados Unidos. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE
Desde abril de 2016, han ingresado a territorio costarricense cientos de migrantes africanos, con la esperanza de cruzar a Nicaragua rumbo a Estados Unidos. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE

Otro grupo más se apostó en Puerto Soley, cerca de San Juan del Sur, Nicaragua, viviendo en casas cuyas familias les dieron techo o durmiendo debajo de árboles; y al parecer, otro tanto se está yendo a la zona de Upala y Los Chiles; según el alcalde de La Cruz, Junnier Salazar.

La DGME, en voz de su subdirectora Gladys Jiménez, ha explicado que esta nueva crisis migratoria con africanos es muy compleja. Es muy distinta al caso de cubanos varados, quienes salieron usando como puente a otros países porque Estados Unidos los recibe con una legislación que les concede beneficios.

Los migrantes africanos no viajan con pasaporte, por lo cual la deportación de ellos se complica porque además, se desconoce el verdadero país de origen de cada uno de ellos y tampoco hay consulado de esos países en Costa Rica que faciliten su documentación.

Según dijo Jiménez a periodistas locales, una deportación incluso implicaría un enorme gasto económico para el país.

“El proceso con ellos podría finalizar en una deportación o bien analizar su caso concreto, como se les explico a estas personas, para ver si calza dentro de una categoría de refugio, humanitario u otro caso. No obstante, es gente que quiere continuar su tránsito, (por eso) solo se han presentado a firmar periódicamente a la fecha diez personas”, explicó la subdirectora de la DGME.

De lo que sí da certeza Jiménez, es que al iniciarles un proceso migratorio al momento de su ingreso por Paso Canoas, que desemboca en un cambio de la categoría migratoria que les da libre tránsito; se ha combatido el coyotaje dentro de Costa Rica, porque los africanos se pueden movilizar de sur a norte usando sus propios medios.

“Este es un problema de carácter regional, nos afecta a todos, todos los países centroamericanos estamos en ruta de paso de estas migraciones y es un fenómeno de largo plazo, no es una situación que porque se vaya resolver mañana ellos van a dejar de ser seres humanos”, reiteró por su parte, el Ministro Herrera.

“Requiere un tratamiento de carácter regional, Costa Rica activó y buscó dialogar y plantear el tema en la OEA y CELAC, porque es una situación en la que todos estamos montados en el mismo barco, nos afecta la región y hay que buscar soluciones en apego a los derechos humanos y valores más sagrados de la humanidad, una solución consensuada para atender seres humanos que merecen ser tratados como tales”, añadió.

Las autoridades locales de La Cruz, el gobierno central y organismos internacionales, corren para abrir un centro de atención humanitaria de extranjeros. Es decir, un albergue donde estas personas ya no vivan a la intemperie, puedan recibir mejores atenciones en salud, alimentos básicos, agua potable y accedan a servicios sanitarios.

El gobierno central y las propias autoridades locales de La Cruz, pretenden evitar una emergencia sanitaria, dado que un africano que fue devuelto varias veces de Nicaragua, murió de neumonía y otro es atendido por tuberculosis en el hospital de San Carlos, zona norte de Costa Rica.

El de tuberculosis fue atendido inicialmente en el Hospital de Los Chiles, y por ahora se mantiene aislado en el de San Carlos, mientras las autoridades asisten al resto de africanos de la zona norte en procura de evitar contagios.

Nacionales Costa Rica migrantes africanos Nicaragua archivo

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