Entre enero y noviembre de 2015 el país recibió 1,072.8 millones de dólares en remesas familiares, cifra que evidencia un crecimiento de 5.3 por ciento en comparación al monto acumulado hasta el mismo periodo del 2014, el cual que fue de 1,019.2 millones de dólares.
Es decir que en el periodo de referencia del 2015 Nicaragua percibió 53.6 millones de dólares más en concepto de remesas familiares, que el año anterior.
Según los datos de remesas del Banco Central de Nicaragua (BCN), solo en noviembre el total de dinero recibido fue 95.7 millones de dólares.
“El BCN publicará su informe trimestral de remesas una vez se cuente con la información de diciembre, en el cual se incluirán otros aspectos como el origen de las remesas, medios de transferencia y comparaciones regionales”, reza el último reporte de remesas de la máxima autoridad financiera del país.
REPRESENTACIÓN EN EL PIB
A nivel regional se ha notado un incremento en el envío de remesas como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) en todos los países de Centroamérica, detalla el tercer Informe de
Coyuntura Económica 2015 de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
“Sin embargo, el incremento en las remesas (en los países de la región) fue menor que el del mismo periodo del año anterior lo que significa que ha habido una desaceleración”, detalla Funides.
En el caso de Nicaragua, según el Informe de Remesas Familiares del BCN, actualizado al tercer trimestre del año pasado, como porcentaje del PIB las remesas se situaban en 9.4 por ciento, esto según datos preliminares del PIB trimestral.
AÚN SIN CULTURA DE AHORRO
Aunque para la economía el crecimiento de estos envíos es positivo, el problema es que por razones de pobreza y por falta de educación en la inversión y el ahorro, lo que hace la gente es gastar el dinero producto de las remesas, asegura el sociólogo Cirilo Otero.
“Y consume artículos de lujo, principalmente artículos electrónicos, telefonía, motos”, argumenta y agrega que otras necesidades como reparar la casa o incluso invertir lo recibido queda en las últimas opciones de los receptores.
Es por dicho motivo que la economía del país se beneficia “sectorialmente” porque quienes salen ganando “son los comerciantes, los importadores y los bancos que manejan la transacción de toda esa masa monetaria”, sostiene Otero.
Y añade que “tanto al gobierno como a la empresa privada no le interesa que la gente sepa invertir porque lo que están haciendo ellos es lucrándose del ahorro externo. Esta economía vive del ahorro externo, esta es una economía endeble e insostenible”, criticó Otero.
Para Otero, teniendo en cuenta que el país en las últimas décadas exporta fuerza de trabajo, desde hace veinte años atrás se debieron crear programas de capacitación para que la ciudadanía aprendiera sobre ahorro e inversión, señaló.