La nueva embajadora de Estados Unidos, Laura Farnsworth, llega este lunes a Nicaragua en un contexto político marcado por el reclamo de organizaciones de la sociedad civil y de partidos de oposición, de que se cambie a los magistrados del poder electoral para garantizar elecciones transparentes en las presidenciales de 2016 y que se respeten los derechos humanos.
Farnsworth se expresó en defensa de la democracia, los derechos humanos, la libertad de expresión y el Estado de Derecho en su discurso ante el senado de Estados Unidos, cuando fue nominada (en mayo pasado) por el presidente de ese país, Barack Obama, como embajadora en Nicaragua.
“Voy a ser una fuerte defensora de estos valores”, dijo Farnsworth.
Sin embargo la lectura de Mauricio Herdocia, especialista en derecho internacional, y Roberto Sansón, presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), es que la nueva jefa de la diplomacia estadounidense mantendrá el mismo tono moderado de la exembajadora Phyllis Powers y evitará un discurso confrontativo con el Gobierno del inconstitucional Daniel Ortega.
A juicio de Herdocia, Farnsworth seguirá la política de su antecesora Powers, de una “relación sin exabruptos”, con el Gobierno porque esa es la política exterior de la Administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
Para el experto en temas internacionales, el gran reto de la nueva embajadora será ser hábil en su actuar en defensa de la democracia y el Estado de Derecho, especialmente ante un proceso electoral complejo en Nicaragua y al mismo tiempo “mantener en equilibrio” las relaciones con las autoridades.
“Posiblemente habrán algunos énfasis más fuertes (sobre temas electorales) porque estamos entrando en un proceso electoral, pero no la veo tampoco con un cambio radical de posición en el discurso”, señala Herdocia.
Herdocia y Sansón coinciden en que la agenda de prioridades será reforzar la cooperación con Nicaragua en la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y la trata de personas y el tráfico de migrantes por ser claves en materia de seguridad para el gobierno estadounidense.
Sansón, presidente de Amcham, dice que lo importante es que se mantengan las relaciones “fluidas” entre los gobiernos “y si es posible que mejoren”.
¿PRESIONARÁ POR CAMBIOS EN CSE?
Pero el terreno más complejo donde se moverá Farnsworth será en el electoral, ya que el gobierno de Ortega se resiste a no tomar en cuenta las recomendaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE) enfocadas en cambios profundos en el Consejo Supremo Electoral (CSE), empezando por cambiar a los actuales magistrados por profesionales que no respondan a intereses partidarios.
Herdocia ve difícil que Farnsworth Dogu consiga que el Gobierno reaccione y cumpla algunas de las recomendaciones de la OEA y la UE, aunque la ve intentándolo.
“Creo que ella como lo anunció en su exposición ante el senado pondrá énfasis en los temas políticos y sobre el funcionamiento del Estado de Derecho, pero siempre guardando la prudencia. Es posible que el factor político esté más en su lenguaje, pero siempre guardando el manejo respetuoso”, afirma.
Para Sansón lo conveniente es que Farnsworth “no debería tomar un papel en particular” en el tema electoral.
“Creo que ella, a como es la posición de Estados Unidos, es que en todos los procesos electorales y todo lo que es el fortalecimiento de la democracia debe apoyarlos, pero no así el opinar en que están de acuerdo o no sobre un proceso electoral, creo que ella será muy cuidadosa en no meterse en eso”, considera Sansón.
El presidente de Amcham espera que lleguen a cumplirse las recomendaciones de la OEA y la Unión Europea, a fin de que el Gobierno y el CSE “garanticen” que las próximas elecciones “sean lo más transparentes posibles y no hayan acusaciones de irregularidades”.
“Eso se puede lograr haciendo que tengamos cedulación, con observación electoral y sobre todo que no ocurran todos los señalamientos negativos que se han tenido en el pasado”, dijo Sansón.
LO INCUMPLIDO
La OEA y la UE en 2011 hicieron sendas recomendaciones tras las series de irregularidades de los comicios de ese año donde los magistrados del CSE dieron como ganador en la Presidencia a Ortega.
La UE planteó a la Asamblea Nacional que a la hora de elegir a los magistrados del CSE se garantizara que fuesen “de acreditado prestigio profesional y perfil independiente y neutral”.
Sin embargo esto fue obviado y la mayoría de magistrados electorales señalados de avalar el fraude electoral de 2011 fueron ratificados por la Asamblea en 2014 para un período más en el CSE, incluido su cuestionado presidente Roberto Rivas. Y los nuevos magistrados incorporados, Johnny Torres, Lumberto Campbell y Judith Silva, al igual que sus colegas, siguen respondiendo a intereses del partido sandinista.
¿QUIÉN ES LAURA FARNSWORTH?
El 13 de mayo de 2015 el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nominó como nueva embajadora en Nicaragua a Laura Farnsworth Dogu, quien ejercía como ministra consejera de la Embajada estadounidense en México.
Farnsworth es una diplomática de carrera, que llegó a desempeñarse como la número dos de la Embajada de Estados Unidos en México.
“El talento y experiencia que (Farnsworth) aporta a su trabajo será muy útil para nuestra nación”, dijo Obama en un comunicado.
La nueva embajadora es originaria del conservador Estado de Texas.
“Voy a ser una fuerte defensora de estos valores universales. Los derechos humanos, la democracia y una vibrante sociedad civil representan el más seguro camino a la atracción de la inversión extranjera directa y la lucha contra la pobreza endémica en el país. Más importante aún, los valores universales refuerzan la importancia de la gente de Nicaragua (para) elegir su propio destino como pueblo y nación”, dijo Farnsworth cuando defendió su nominación ante el Senado.
La nueva embajadora ha ocupado cargos diplomáticos, además de México, en El Salvador, Turquía y Egipto.