Al menos el cincuenta por ciento del área total sembrada de granos básicos en el subciclo de primera sufrió daños por causa de la sequía; y en las regiones más afectadas la pérdida de las cosechas fue total. Este es el balance que hace de la situación agrícola en Nicaragua la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
La FAO también advierte que la siembra de postrera se está desarrollando en “condiciones excepcionalmente secas. Con la casi certeza de que las condiciones provocadas por El Niño continuarán hasta principios de 2016” por lo que “es probable que la producción de la segunda temporada (postrera) también se vea limitada por una grave sequía”.
La FAO publicó ayer un informe en el que detalla que los efectos de la sequía, que retrasa las siembras, reducen las superficies sembradas y frenan el desarrollo de los cultivos, provocará en Centroamérica un descenso de hasta el sesenta por ciento en la producción de maíz y del ochenta por ciento en la de frijol, por lo que hay “cientos de miles de familias afectadas por una grave pérdida de alimentos”.
“Los efectos de El Niño de este año son aún más profundos que los del año pasado. Tras dos años de intensificarse el tiempo seco, es fundamental que apoyemos a los agricultores a recuperar parte de sus pérdidas, ayudándoles a alcanzar mayores rendimientos en la segunda temporada (postrera)”, dijo Félix Baquedano, economista del Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA) para América Latina.
En Nicaragua, como en el resto del istmo un gran número de agricultores de subsistencia tienen afectaciones parciales o totales en sus cosechas y necesitan asistencia. Como respuesta el Consejo Agropecuario Centroamericano declaró un estado de alerta en la región.
Aunque Nicaragua firmó dicha declaración a través de su representante en el CAC, el asesor para asuntos agropecuarios, Telémaco Talavera, a nivel local los funcionarios mantienen que no es necesaria una declaración de este tipo; y que la entrega de alimentos y asistencia médica que se envía a las zonas afectadas del Corredor Seco es suficiente.
El informe de la FAO incluye cifras de afectados y datos de las pérdidas registradas en el resto de los países, citándolas como oficiales, mientras que de Nicaragua solo se proporciona el porcentaje de las áreas dañadas. En el país tampoco se conocen datos oficiales sobre las afectaciones. Son organizaciones de apoyo a los agricultores y representantes de organizaciones de productores los que han comenzado a presentar las estimaciones de pérdidas y reducción de las cosechas, menciona el organismo.
DEPARTAMENTOS AFECTADOS
El informe divulgado por la FAO explica que el prolongado período seco ha provocado afectaciones en comunidades de Carazo, Chinandega, Boaco, Estelí, Madriz y Nueva Segovia, donde se estima que hasta el cincuenta por ciento de las áreas sembradas han sido dañadas y en las zonas más afectadas las pérdidas de los cultivos es total.
En base a esta información pronostica que para el ciclo agrícola (2015-2016) podría ser necesaria la importación adicional de unas 85,000 toneladas de alimentos, para mantener el consumo per cápita promedio, volumen que se podría incrementar si las condiciones climáticas empeoran en las zonas afectadas por la sequía.
La organización también alerta sobre el efecto que la reducción de la producción tendrá en el precio de los granos básicos. En agosto el precio del maíz —según la FAO— subió un veinte por ciento a nivel regional, para ubicarse por encima del registrado el año pasado. Mientras que los del frijol rojo subieron también en agosto, pero se mantienen más de un tercio por debajo de los niveles alcanzados en este mes del año pasado.
LAS FUENTES DE AGUA CON NIVELES BASTANTES BAJOS
El informe de la FAO sustenta sus advertencias en el reporte de la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (FEWS NET, 2015) que en base a sondeos con informantes locales identifica a los municipios que registran áreas de siembra con daños superiores al cincuenta por ciento. Estas son: en el norte de Chinandega (Villanueva y Somotillo), en el occidente de Estelí (San Juan de Limay y Pueblo Nuevo), en el noroccidente de Nueva Segovia (Santa María, Dipilto, Ocotal y Macuelizo), en el occidente de Madriz (San José de Cusmapa, La Sabana, Somoto, Totogalpa y Yalacagüina) y los departamentos de Boaco y Carazo.
En este sentido, advierte que en determinadas comunidades de estas zonas sus habitantes podrán caer en inseguridad alimentaria a partir de septiembre, período en el que esperaban sus cosechas.
También, en base a información de campo explica que en Nicaragua “las fuentes de agua aún no logran recuperar sus niveles normales, principalmente en aquellas zonas ubicadas en la franja del corredor seco, en donde las precipitaciones han sido deficitarias”.
Añade que en algunos municipios como Yalagüina, Palacagüina, Telpaneca y Totogalpa del departamento de Madriz, la población ha tenido que ser abastecida de agua. Mientras que en varias comunidades de Somotillo y Villanueva, han cavado a orillas de los ríos para poder conseguir agua para los animales y para algunas actividades domésticas.
“Si el comportamiento de las lluvias continúa siendo irregular, el problema podría agudizarse aún más, extendiendo el problema a otros municipios de la zona seca del país”, advierte el informe de FEWS NET.
27,000hogares afectados por la sequía han recibido alimento por parte del Gobierno de Nicaragua, según el reporte de la FAO. Además se han entregado 23,000 paquetes que incluyen semillas para la siembra, añade.
MENOS LLUVIAS EN AGOSTO
Además, según estimaciones de los acumulados de lluvia a los primeros diez días de agosto, las áreas con el mayor déficit de lluvia se ubican en la región norte, en el noroccidente de la zona Pacífico oriental, en la zona Pacífico central y sur.
Esto según la organización provocará “que los hogares más pobres de agricultores de subsistencia, jornaleros, y pequeños caficultores ubicados en el norte y centro-occidental del país que conforman las zonas de medios de vida 3, 12, y 13 se encontrarán en estrés”.
A nivel regional “se prevé que haya una pérdida de cerca de tres millones de toneladas en toda la subregión, se espera que la cosecha de maíz de este año esté muy por debajo de la media y sea un ocho por ciento menos que la ya reducida del año pasado”.
La pérdida a nivel de C.A.
E l informe de la FAO señala que se prevé que los descensos de producción sean particularmente fuertes en El Salvador y Honduras, que sufrieron la pérdida del sesenta por ciento de sus cosechas de maíz por las lluvias erráticas a principios de este año.
Solo en El Salvador, las pérdidas se estiman en 28 millones de dólares de EE.UU. en semillas, fertilizantes, pesticidas y preparación de la tierra. Honduras, además, vio como se perdía el ochenta por ciento de sus frijoles.
En las áreas más afectadas de Guatemala, se habría perdido el ochenta por ciento de las cosechas, incluyendo 55, 000 toneladas de maíz y 11, 500 toneladas de frijoles, afectando a más de 150, 000 familias, según las estimaciones.La FAO está asistiendo a Guatemala, El Salvador y Honduras en esta emergencia.