La Real Academia Española ha hecho suyo el “Quijote” que el Instituto Cervantes promovió en 1998 y publica ahora en dos volúmenes una “monumental” edición de la obra maestra de Cervantes, ampliamente revisada y renovada, en la que ha participado casi un centenar de especialistas y escritores.
Esta edición, presentada en la sede de la RAE, ha sido dirigida por el filólogo y académico Francisco Rico, gran experto mundial en el “Quijote”, y es la joya de la corona de la Biblioteca Clásica de la Academia, que en 111 volúmenes reúne los mejores títulos en lengua española y cuenta con el patrocinio de la Obra Social la Caixa.
La RAE se suma así a la celebración del IV centenario de la segunda parte del “Quijote” y con esta edición cumple también el encargo que el Gobierno español le hizo, en las primeras décadas del siglo XX, de que publicara una edición popular del “Quijote” y otra erudita, afirmó hoy el director de la Academia, Darío Villanueva.
El “Quijote” popular corrió a cargo del novelista Arturo Pérez-Reverte y vio la luz en 2014, y la edición erudita es la que publican ahora Espasa y Círculo de Lectores. “Con un poco de retraso hemos cumplido esa antigua encomienda”, dijo Villanueva ante numerosos invitados.
El primer volumen, de 1.644 páginas, contiene el texto cervantino, fijado “con las más rigurosas técnicas” de la filología moderna, más una serie de introducciones, señaló el secretario de la Academia, Santiago Muñoz Machado.
En el volumen complementario, de 1.668 páginas, prestigiosos especialistas y escritores comentan uno a uno los capítulos de la novela, y entre ellos figuran Javier Cercas, Roger Chartier, Alberto Manguel, Javier Marías, Claudio Guillén y Martín de Riquer.
Como le decía a Efe Francisco Rico, antes de la presentación del “Quijote”, esta edición “no es radicalmente nueva, pero está puesta rigurosamente al día”.
“Lo más importante” de una edición de este tipo “es el texto”, y en la que ahora se publica hay correcciones y lecturas nuevas de determinados capítulos. “Se han restaurado cien pasajes que están más cerca de Cervantes de lo que lo estaban en todas las ediciones anteriores”, afirmó Rico.
Y se han cambiado algunas palabras que figuraban en ediciones anteriores. Por ejemplo, donde antes ponía “fiestas”, ahora se ha escrito “siestas”, y “veía” se ha sustituido por “llovía”.
Hay fallos que, gracias a la filología, se han podido corregir. Cuando en el “Quijote” se hablaba de “sardinas en lercha”, no se sabía qué quería decir, porque “lercha” no existe en castellano. Quería decir “percha”. “En aquella época todo se ponía en perchas con ganchos”, explica Rico.
Este filólogo y académico atribuye el éxito de esta novela a “la arrolladora simpatía humana que despiertan los personajes de don Quijote y Sancho, que son naturales, convincentes”.
“El Quijote es el único libro de Occidente que ha sido best seller todos los días de su vida. Ni Calderón ni Shakespeare ni Dante consiguieron algo así”, aseguró Francisco Rico.
Novedad de esta edición es también la inclusión del juicio que dio la censura civil sobre el “Quijote” cuando se publicó por primera vez. Se había perdido en la imprenta y no se divulgó en su día, “como era obligatorio hacer”.
Ese documento de la censura apareció en el Archivo Histórico Nacional y se ha incorporado ahora. El censor del siglo XVII veía el libro como de “entretenimiento para el vulgo”, dijo Rico.
Cuando se publicó el “Quijote”, “prácticamente nadie” se dio cuenta de la importancia de esta obra.
“Cervantes era un hombre de otra época y no era una persona que cultivara el estilo recargado que estaba de moda entonces, con muchas alusiones”, comentó Rico.
El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, subrayó la oralidad que late en el “Quijote”, un libro “que está más dicho que escrito” y que, por tanto “es una gran obra para enseñar español”. Prueba de ello es que los profesores que tiene el Cervantes por todo el mundo la utilizan para sus clases de español.
Cualquier edición del “Quijote”, afirmó Francisco Rico, “es buena para apreciar la grandeza” de esta obra.
Por algo, añadió Villanueva, Cervantes es “un auténtico monumento literario”, y no sólo para los hispanohablantes.
El director de la RAE recordó que, hace unos años, la asociación de escritores de Suecia hizo una encuesta entre cien escritores de todo el mundo para determinar cuál era la novela más importante de la historia de la literatura. Y la más votada fue el “Quijote”.