1. La luz proyectada del láser sobre la piel calienta los tallos del pelo para destruirlos. El vello vuelve a salir, ya que el día de la sesión no todos se encuentran en la misma fase de crecimiento, pero si se tratan zonas pilosas estables, tras cada sesión se logra una reducción de entre una tercera o cuarta parte del vello, asegura la especialista Aurora Rodríguez. El principal beneficio que aporta el láser depilatorio es conseguir una depilación permanente en poco tiempo, indica Rodríguez, quien añade que con este método la piel mejora mucho en calidad, suavidad y elasticidad, ya que se eliminan las agresiones que pueden provocar otros métodos de depilación más tradicionales.
2. Josefina Royo, directora del Instituto Médico Láser (IML) y experta en esta tecnología, considera que para conseguir un resultado eficaz en la erradicación del vello es importante que la piel no presente un bronceado reciente por exposición al sol, por rayos ultravioletas o cremas autobronceadoras.
3. Tampoco es conveniente arrancar el vello justo antes de la depilación, ya que el láser es absorbido por la melanina de cada pelo y, a través de él, llega al folículo para destruirlo.
4. Tras una sesión, el resultado debe de ser homogéneo, sin parches. Las necesidades que cada paciente lleva a utilizar diferentes tipos de láser, cada uno de ellos con distintas ventajas, según el tipo de piel. Aunque, a juicio de los especialistas, los plazos de tiempos entre sesiones dependerán de la zona corporal o facial, del tipo de láser, de la intensidad del mismo y del tipo de piel de cada paciente. Es importante tener en cuenta la etapa de tratamiento, el momento hormonal y el sexo. Los plazos son de un mes en labio, dos meses en el resto de la cara, tres meses en axilas, areolas, brazos, espalda, tórax, sacro, línea alba y abdomen, y entre dos y tres meses en la ingle y piernas, recomiendan.
5. El vello claro es más sensible al láser, esto por la falta de melanina. Es por eso, que el vello fino, las canas o los que son poco pigmentados responden diferente al tratamiento que se está realizando.
6. Luego de la depilación, es muy probable la repoblación. Lo aconsejable es que la zona tratada se mantenga libre de vello al menos por dos meses. Para mantener limpia la zona, puede rasurar con cuchilla o crema depilatoria.
7. Hay varios tipos de láser: La Alejandrita: Emite luz con una longitud de onda de 755 nanómetros. Emite pulsos de luz cortos y su haz de luz posee un diámetro grande. Los pulsos cortos son fundamentales para tratar el pelo de menor calibre o el vello fino. Láser de Diodo: Emite luz con una longitud de onda es de 800 nanómetros. Su avanzado sistema de refrigeración de la piel y sus pulsos largos permite proteger la superficie de la piel, permitiendo depilar la piel bronceada en pleno verano o en pacientes de raza negra. Láser Soprano: Emite luz con una longitud de onda de 800 nanómetros. Es un láser prácticamente indoloro y permite utilizarse en pieles bronceadas con total seguridad.
8. Cuando se realice el procedimiento, el médico tratante le colocará una crema anestésica, cubriendo la zona con papel film, esto para facilitar la penetración y tener mejores resultados. Luego del tratamiento, es posible que el especialista le recomiende una crema para calmar la inflamación e irritación, esta puede ser a base de Aloe y Manzanilla.
9. El láser de Diodo, no funciona con el pelo fino y residual, para el que recomienda un nuevo tipo de láser, el Ice Soprano In Motion. Consigue eliminar este tipo de vello sin riesgo para la piel, incluso en fototipos oscuros y pieles bronceadas.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 B