EE.UU./(EFE
El médico Rick Sacra, identificado hoy como el tercer estadounidense contagiado de ébola en Liberia, se encuentra aislado y de buen ánimo, aunque no se ha confirmado si regresará a EE.UU., informó hoy el grupo religioso SIM USA con el que colabora en el país africano.
“Al comenzar a mostrar los síntomas (del ébola), el médico se aisló a sí mismo y fue transferido a la unidad de aislamiento ELWA Ebola. El médico está bien y de buen ánimo”, dijeron representantes del grupo.
Sacra regresó a trabajar en el centro médico ELWA que la organización religiosa evangélica SIM USA tiene en la capital del país africano y no tenía contacto directo con pacientes con ébola y siguió estrictamente todos los protocolos establecidos, por lo que hasta ahora desconocen cómo se contagio, explicó el presidente de SIM USA, Bruce Johnson, en rueda de prensa.
Tras conocer que Writebol y Brantly habían sido contagiados, Sacra contactó a la organización y les informó que estaba “listo” para viajar a Liberia, de acuerdo con SIM.
Writebol y Brantly fueron dados de alta el mes pasado tras ser tratados durante tres semanas en el Hospital Universitario de Emory, en Atlanta (EE.UU.), y fueron los primeros humanos en recibir el medicamento experimental ZMapp.
Writebol, que habló hoy públicamente por primera vez desde que fue dada de alta, describió su convalecencia como “días bien, bien oscuros”.
Por su parte, Brantly dijo en su primera entrevista a Matt Lauer de CBS, que tenía la esperanza de que se tratara de malaria o dengue cuando empezó a experimentar los primeros síntomas, pero que pronto esas esperanzas se desvanecieron cuando la prueba de ébola dio positiva.
El médico explicó que su salud se deterioró rápidamente y empezó a experimentar dificultad para respirar, convulsiones y fuertes escalofríos antes de ser trasladado a Estados Unidos para ser tratado.
Tanto Brantly como Writebol han apuntado al cuidado médico recibido por el personal del Hospital Universitario de Emory, como al medicamento experimental ZMapp, como elementos claves de su recuperación.
Hasta ahora, cinco de los pacientes que han recibido el medicamento producido por Mapp Biopharmaceutical Inc, se han recuperado de la enfermedad y dos, un sacerdote español y un médico africano, han fallecido.
El enfermero inglés William Pooley, de 29 años, fue dado de alta este miércoles de un hospital en Londres tras recibir el tratamiento experimental luego de ser contagiado mientras trabajaba como voluntario en Sierra Leona.
Pese a que las autoridades sanitarias han recalcado que el combate de la enfermedad debe ser a través de métodos “comprobados” – como aislamiento de los pacientes y tratamiento de soporte para ayudarles a mantenerse estables, mientras el cuerpo lucha contra la enfermedad -, son cada vez más las voces que claman por una producción masiva del medicamento ZMapp.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) anunció esta semana una partida de 24.9 millones para que la empresa que produce ZMapp pueda acelerar el proceso de producción, que hasta ahora solo ha sido en pequeñas cantidades.
“Este es el tipo de empujón que ellos necesitan para expandir su capacidad de producir más medicamentos. Es un gran paso y una muy buena noticia”, dijo a Efe Charles Arntzen, investigador de la Universidad de Arizona, que colaboró con Mapp Biopharmaceutical Inc. en la década pasada.
De acuerdo con el investigador, esta inversión es de gran importancia para la empresa, aunque explicó que no se traducirá en una producción masiva del medicamento a corto plazo.
“Producir pequeñas cantidades, puede tomar uno o dos meses más, pero para producir grandes cantidades – para lo cual tendrían que aumentar la capacidad de producción de sus instalaciones-, puede llevarse hasta seis meses o un año”, indicó el especialista.
Un estudio sobre ZMapp publicado recientemente, encontró que de 21 monos infectados con ébola, los 18 a los que se les suministró el suero sobrevivieron, mientras que a los tres que no se les dio, murieron.
El brote de ébola que afecta actualmente a Liberia, Sierra Leona, Guinea Conarky y Nigeria ha sido catalogado como el peor desde que se descubrió el virus en 1976 en la República Democrática del Congo (RDC) y ha causado al menos mil 552 muertes desde el mes de marzo.