Humberto Galo Romero
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A pesar de que la sequía está teniendo un fuerte impacto en varios sectores productivos del país, el Gobierno reiteró ayer su posición de no declarar emergencia, sino más bien continuar realizando esfuerzos conjuntos entre dependencias gubernamentales y organismos de apoyo internacionales.
“Por el momento hemos estado confrontando los efectos que ha tenido la falta de lluvias atendiendo con nuestros recursos presupuestarios y apoyo internacional fundamentalmente para atender a la población que habita en las zonas más afectadas”, señaló Ovidio Reyes, presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN).
Aunque Reyes no precisó el monto que el Gobierno ha destinado para la atención de la población afectada, mencionó que este sale de las asignaciones presupuestarias de las dependencias gubernamentales vinculadas al sector productivo.
NO SE PLEGA AL ISTMO
Reyes brindó estas declaraciones tras participar en el taller denominado Proyecto Integración y Desarrollo de Mesoamérica, donde se sostienen encuentros con especialistas mexicanos para intercambiar experiencias que ayuden a mitigar el impacto del cambio climático en la región.
Al ser consultado sobre las afectaciones provocadas por la sequía en los demás países de Centroamérica, el presidente del BCN sostuvo que en países como El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, las mayores afectaciones están ocurriendo en cultivos como maíz y frijol.
“Guatemala y El Salvador hablan de afectaciones fuertes que para atenderlas podrían necesitar 50 millones de dólares, nosotros hemos cuantificado con mesas sectoriales las metas de producción para el país”, dijo Reyes.
Según el funcionario, Nicaragua, a diferencia de sus pares del istmo, no ha debido decretar alerta por la sequía, pero sí está tomando acciones concretas tales como solicitar apoyo al Programa Mundial de Alimentos (PMA) para llevar paquetes alimenticios a las familias afectadas.
Reyes mencionó que la zona del Corredor Seco está integrada por 60 municipios y hasta ahora hay 40 mil familias que viven en extrema pobreza, las cuales están recibiendo asistencia alimentaria.
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