Tania Sirias
“Denuncien que esta madera que sale de Bosawas es explotada por Alba Forestal. Están acabando con el bosque”, gritó un camionero, quien transportaba madera de caoba y cedro real hacia Managua, relató el diputado de la Alianza del Partido Liberal Independiente (Bapli), Armando Herrera, quien realizó una gira de trabajo por el municipio de Siuna y en la comunidad de Coperna, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN).
Además lamentó que solo sacan la madera y no hay planes de desarrollo, ni de reforestación.
Corina Leiva, diputada de la Bapli por la RAAN, denunció que en el territorio mayangna ha denunciado hasta la saciedad, pero su reclamo no tiene eco, ya que es el mismo Gobierno, a través de Alba Forestal.
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El legislador opositor relató que en el tiempo que estuvo en la comunidad de Coperna, logró contabilizar unas cien rastras en un periodo de tres horas, las cuales pasaban a vista y paciencia del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) y en los puestos de control del Ejército y la Policía.
“Que pasó con la carta que firmó el gobierno sandinista de protección a la Madre Tierra, con el vivir bonito que proponen, con el respeto de los recursos naturales. Esto es demagogia, porque ellos están arrasando con la reserva Bosawas”, señaló Herrera.
El diputado de la Bapli mostró fotografías y vídeos de la cantidad de camiones provenientes “de Siuna, Bilwi, Waspam y Prinzapolka”, con la madera que extraen del bosque.
COMUNITARIOS “MANOS ATADAS”
La diputada del partido Yatama, Elizabeth Enríquez, afirmó que las comunidades indígenas se sienten “manos atadas”, ya que el Estado tomó el control de sus tierras a través de Alba Forestal.
“Es preocupante la situación en que se encuentra el bosque, especialmente en la zona de la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN). Las autoridades nacionales han autorizado a este proyecto Alba Forestal y lo que están provocando es que dejen la zona como un desierto”, dijo Enríquez.
La diputada de Yatama indicó que ellos han hecho demandas ante las instancias ambientales, pero realmente siguen marginando a las comunidades indígenas.
“Nos preocupa lo que ocurre con Bosawas y como diputados de la región (autónoma), estamos buscando apoyo para ver cómo evitar esta destrucción de la reserva”, dijo Enríquez.
Agregó que a diario circulan más de cincuenta camiones cargados de madera, tanto de día como de noche, y esos son los que destruyen la carretera del Caribe norte, creando “pegaderos”, dijo Enríquez.
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