Emiliano Chamorro
Bien armados con fusiles de guerras, algunos con uniformes militares y otros vistiendo civil, más de 80 individuos que se movilizan en grupos de 10 y 12 hombres, siembran el terror entre la población de Siuna y El Cuá, y otros lugares, denunció monseñor Pablo Schmitz, obispo del vicariato de Bluefields, en la Región Autónoma Atlántico Sur (RAAS).
El jerarca católico aclaró que dichas bandas no son “armados con fines políticos”, sino bandas de delincuentes que se dedican al tráfico de drogas y secuestro en esas zonas del país, creando zozobra dentro de la población civil.
“Andan bien armados, con armas de guerra, son grupos de entre 8 y 12 personas y en total, en estas zonas, son 80 personas y según nos dice la gente, están cuidando droga”, denunció Schmitz, quien sostiene que la población rural está atemorizada.
El obispo aseguró que dichas agrupaciones no son “armados políticos” ni “guerrilleros” y reiteró que son bandas que han aprovechado la crisis política del país para distorsionar sus actividades delictivas de secuestros y tráfico de drogas.
“NO HABLO DE ESTELÍ NI JINOTEGA”
“Son grupos nuevos. En nuestro vicariato no son armados con motivos políticos. Yo no estoy hablando de Estelí ni de Jinotega, solamente de la Costa Atlántica. Son grupos para cuidar y traficar droga, exigir cosas de la gente y habían capturado a unos niños y la gente tuvo que pagar”, denunció el obispo del vicariato de Bluefields.
En otras ocasiones, los obispos del norte del país, como monseñor Abelardo Mata, de la Diócesis de Estelí y el obispo de Jinotega, monseñor Carlos Enrique Herrera, han reportado que en sus zonas se movilizan grupos armados con motivaciones políticas.
PREOCUPADO POR VIOLENCIA
El guía espiritual de la RAAS dijo desconocer cómo se abastecen de armas dichas “bandas delincuenciales”, no obstante considera que narcotraficantes provenientes de Honduras “tienen armas mucho más modernas que las del Ejército nicaragüense”.
Smith se mostró preocupado ante el actuar de estas organizaciones “que han llegado a sembrar el terror a la población” y en sus homilías llamó a la paz, exhortando que la violencia no es la mejor manera de convivencia social.
“Hablamos contra las drogas, contra la violencia, contra las armas y hablamos siempre a favor de la paz porque esta no es la manera de resolver los problemas”, expuso monseñor Schmitz, obispo del Vicariato de Bluefields y con más de 40 años de labor pastoral en Nicaragua.
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