Emiliano Chamorro Mendieta
Cuando un matrimonio descuida su relación con Dios está apostando a que su familia se desintegre, lo que podría conllevar a que los hijos tengan resentimientos y tomen caminos torcidos.
“Por eso de preocuparnos de lo que quiero tener para mis hijos, ponerlos en los mejores colegios, muchas veces nos olvidamos de la comunicación y los valores que debemos tener y promover en la familia. Eso no se puede olvidar porque la familia no estará bien, ni nuestros hijos ni la sociedad”, dijo Carla de Grádiz.
Para su esposo, Carlos, la base de fortalecimiento de toda familia está en los principios y valores. “La base de la formación de los jóvenes descansa en los valores y principios de sus padres”, expresó el señor Grádiz, consejero de la Pastoral de la Familia.
[/doap_box][doap_box title=”Congreso de familia” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
[/doap_box]
El matrimonio conformado por Carlos Grádiz y Carla Martínez, responsables del Movimiento de Encuentros Conyugales a nivel nacional, de la Pastoral Familiar de la Iglesia católica, es testimonio de cómo una buena relación con Dios restaura los matrimonios en crisis.
“Nosotros como esposos damos gratis lo que Dios nos dio gratis. Nosotros estamos en este movimiento, no porque seamos los mejores esposos, no, estamos acá porque el Señor se valió de nuestras debilidades, de nuestras miserias como personas y nos levantó. Nuestro matrimonio estaba en crisis, pero Dios nos levantó y nosotros llevamos este mensaje a otros matrimonios”, dijo Carla Martínez de Grádiz.
A juicio del sacerdote Mario Sandoval, para que un matrimonio se mantenga fuerte “nunca debe descuidar el diálogo y la oración”.
“La familia se debe fortalecer desde el primer día. El matrimonio es un proyecto entre dos personas, por tanto, la Iglesia siempre les recomienda la oración, el diálogo, conversar con los hijos, comer juntos; todos esos son valores que siempre deben formar parte de la relación en la familia, pues solo así se conserva una familia fuerte”, expresa el padre Mario.
Por su parte, Carlos Grádiz explicó que como movimiento católico “nuestro fin es que la pareja en crisis se acerque a Cristo, les transmitimos consejos de familia con el fin de que se perdonen y puedan reconstruir su relación”.
Grádiz explicó que la familia actual sufre una serie de problemas, por lo que la Iglesia a través de los movimientos pastorales de familia, les brindan consejerías y retiros espirituales para que a la luz del Evangelio mejoren su situación matrimonial “se reencuentren, se perdonen y establezcan una relación con Dios que es lo más importante para la familia”.
Para Carla Martínez, uno de los grandes problemas que perjudica a la familia actual es que ha descuidado su relación con Cristo.
“Las familias no ponen en práctica los valores y eso provoca muchas dificultades. El principal problema está allí. Desde mi experiencia, invito a la familia a vivir una relación con Cristo a través de la oración y la práctica de los valores y que lo hagan antes que los antivalores destruyan su hogar”, sostiene Martínez de Grádiz. El sacerdote Mario Sandoval insiste en exhortar a los matrimonios a la oración y al diálogo; “eso es fundamental para la armonía y el entendimiento en el hogar”, precisó.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A
