14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

[video width="480" height="270" mp4="http://lpmedia1.doap.us/video/1365536515_BAMBU.mp4" poster="http://lpmedia1.doap.us/video/1365536515_BAMBU.jpg"][/video] Bambú, detonante para desarrollo en RAAS

El bambú se abre paso en la RAAS

Por siglos creció de forma natural en la región del Caribe, donde algunos pobladores lo usan como sustituto de la madera pero sin llegar a explotar los múltiples beneficios económicos y ambientales que proporciona. Sin embargo, en los últimos años a nivel mundial el despertar de la conciencia ambientalista comenzó a proyectar al bambú como la madera del siglo XXI.

Lucydalia Baca Castellón

[doap_box title=”Dinamiza economía” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

John Vogel, presidente de EcoPlanet Bamboo y representante del capital local, detalla que hasta ahora las operaciones de la empresa han permitido la generación de unos 500 puestos de trabajo, pero la meta es triplicarlos durante la etapa plena de operaciones.

Los puestos actuales han comenzado a dinamizar la economía local por el aporte de entre 70,000 y 80,000 dólares en salarios mensuales que recibe la zona.

Adicionalmente, los impuestos que la empresa paga han servido para desarrollar proyectos de agua potable y viviendas en las comunidades donde se ubican las fincas.

[/doap_box][doap_box title=”Exigen atención del INSS” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

María Luisa Lira, jefa de la finca Río Siquia, expresó en nombre de los trabajadores de EcoPlanet Bamboo el descontento que existe entre los empleados de la empresa por la falta de cumplimiento de las responsabilidades del Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS), ya que a pesar de pagar sus cotizaciones a tiempo, no reciben la atención médica que establece el régimen integral al que cotizan.

La empresa y sus trabajadores aportan entre 13,000 y 16,000 dólares mensuales a la institución sin que esta les retribuya con la atención requerida. La empresa ha tenido que contratar profesionales de la salud e instalar puestos médicos en cada finca, que funcionan además como centros de educación de adultos.

Contra el Instituto Nacional Tecnológico (Inatec) también existen quejas, pues las capacitaciones de los empleados hasta ahora han corrido por cuenta de la empresa.

[/doap_box][doap_box title=”Apoyo del BM” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

A finales de enero de este año, el organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (Miga, por sus siglas en inglés), perteneciente al Grupo del Banco Mundial (BM), otorgó un seguro por 27 millones de dólares al proyecto agroindustrial, por considerar que es evidente el impacto que el proyecto tendrá en la economía local, a través de la generación de empleo, la mejora del medioambiente y el perfeccionamiento de las aptitudes de los trabajadores.

La garantía respalda la inversión por un período de quince años, contra riesgos de expropiación, guerra y disturbios civiles.

Miga espera que en virtud de las validaciones de las normas de carbono, que Rainforest Alliance entregó a la empresa, se reduzcan inicialmente hasta 816,000 toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera.

[/doap_box]

Por siglos creció de forma natural en la región del Caribe, donde algunos pobladores lo usan como sustituto de la madera pero sin llegar a explotar los múltiples beneficios económicos y ambientales que proporciona. Sin embargo, en los últimos años a nivel mundial el despertar de la conciencia ambientalista comenzó a proyectar al bambú como la madera del siglo XXI.

El característico clima tropical húmedo de la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS), la versatilidad de las especies nativas y la disponibilidad de semilla impulsaron a la empresa EcoPlanet Bamboo Group (EPB), con sede en Estados Unidos, a establecer una subsidiaria en el país. Esta planea cultivar y procesar el producto y convertir la actividad en el detonante del despertar económico de la zona. Como un beneficio adicional, la región recuperaría grandes extensiones de tierras degradadas por la sobreexplotación maderera y el avance de la frontera agrícola.

En junio del 2011, con capital local, inglés y estadounidense, EcoPlanet Bamboo Central América inició una inversión que en los próximos cinco años alcanzará entre 27 y 30 millones de dólares. En estos dos años se han invertido seis millones de dólares en: la adquisición de 2,000 hectáreas de tierras en comunidades de El Rama y Kukra Hill, la siembra de bambú en 1,400 hectáreas, la construcción de instalaciones administrativas y el establecimiento de reservas ecológicas.

CIUDADELA INDUSTRIAL

“Dentro de cinco años las primeras áreas sembradas comenzarán a producir. Nuestro plan es convertir nuestro centro de operaciones, ubicado en la finca Port Rama y Río Escondido, en las cercanías de El Rama, en una ciudadela industrial, donde se procesará el bambú para transformarlo en fibra, biomasa, carbón verde, carbón activado y paneles. Adicionalmente, estamos secuestrando carbono y al estar certificados podremos vender bonos de carbono”, adelanta John Vogel, presidente de la empresa.

Además de esa finca poseen las de Río Siquia y Río Kama y están en proceso de comprar la San José. El plan es completar este año la siembra de las 3,000 hectáreas que el proyecto contempla establecer. En viveros la empresa posee cerca de un millón de arbolitos para ser trasplantados y para resembrar. También se planea comprar a los habitantes de la zona el bambú que produzcan en unas 2,500 hectáreas que crecen de forma natural en la zona.

Según Vogel, de forma paralela a la instalación del cultivo han comenzado a diseñar las instalaciones del centro de transformación del producto y a buscar clientes para definir entre decenas de opciones de transformación del bambú, las más mercadeables tanto en el mercado interno como en el externo, además de usarse simplemente como madera.

La meta de la empresa es estar generando ventas de entre 30 y 40 millones de dólares anuales dentro de cinco años.

Adicionalmente, aprovecharán la capacidad del cultivo para secuestrar altos niveles de dióxido de carbono, para vender hasta un millón de dólares anuales en bonos de carbono, que planean colocar entre los mismos compradores del bambú transformado.

La empresa se ha comprometido a destinar el cincuenta por ciento del resultado de esa venta a la transformación social de las comunidades donde están ubicadas las fincas.

CULTIVO ECOLÓGICO

La variedad Guadua Aculeata fue la seleccionada para el cultivo, por la versatilidad de sus propiedades físicas y mecánicas y porque, casualmente, su floración que ocurre casi cada setenta años, estaba ocurriendo en la zona de El Cuá, donde se obtuvo la semilla. Otra de las bondades de este cultivo que necesita unos 2,000 dólares de inversión por manzana es que cuando empieza a producir, al séptimo año de cultivado, puede explotarse por décadas.

Según Sergio Alfonso Sánchez, coordinador general de plantaciones de la empresa, aunque el bambú es una planta gramínea posee un tronco leñoso, que alcanza hasta treinta centímetros de grosor y unos 25 metros de altura. En la medida en que crece el tallo, los entrenudos son más grandes; esto permite que a cada parte se le designen diferentes usos.

Durante su crecimiento la planta constantemente genera hojas, que al caer producen biomasa. Esta, al incorporarse al suelo, mejora su condición. Adicionalmente se abonan con humus producido en las mismas fincas. La acidez del suelo provocada por las constantes lluvias se contrarresta con aplicaciones de cal agrícola. En su etapa de producción, una vez cortada la planta, recupera el follaje y crece rápidamente.

Esa gran facilidad para cubrirse de hojas, especialmente en la cúspide, ha provocado que en los dos años que tienen las plantaciones las diversas especies de la fauna de la región, que habían emigrado por el despale, regresen a la zona. El establecimiento de unas 800 hectáreas como zonas de reserva o refugios silvestres, y 200 de bosques de conservación, también contribuyen a la recuperación de la flora y la fauna, detalla Henry Heymo Hernández, jefe de finca Río Kama.

Añade que el bambú no es susceptible a muchas plagas, los que más lo afectan son los zompopos, grillos y ratones, los que son combatidos con productos orgánicos.

Según Hernández, lo que sí demanda un manejo constante es la prevención de los incendios, ya que la gran cantidad de hojas secas que se acumulan alrededor de las plantas, el espeso follaje y el inclemente calor que predomina en la zona son una combinación perfecta para generarlos. Sin embargo, constantemente limpian los alrededores de cada planta, en cada plantación hay brigadas contra incendios, agua y otros insumos disponibles por si llegaran a presentarse.

Economía Bambú Raas archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. William
    Hace 11 años

    Ya era hora de que los inversionistas extranjeros vengan a contribuir con la naturaleza y no a destruirla como suele suceder.

  2. Luz mar Cremellé
    Hace 11 años

    Willian, no ves que es un monocultivo, eso provoca dano ambiental.. BRUTO

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí