Pakistán/AP
Una bomba oculta en una calesa explotó el viernes frente a una terminal de autobuses junto a un bazar en el sudoeste de Pakistán, lo que dejó nueve muertos y 40 heridos, dijeron las autoridades.
La explosión se produjo horas después que un avión no tripulado estadounidense atacó un vehículo en el noroeste de Pakistán, cerca de la frontera afgana, y mató a tres supuestos milicianos, dijeron dos funcionarios de inteligencia.
La bomba estalló en el pueblo de Jafarabad, a unos 300 kilómetros (180 millas) al este de Quetta, la capital de la provincia de Beluchistán. También destruyó varios comercios, dijo el funcionario gubernamental Syed Zafar Bukhari.
Bukhari dijo que el motivo del ataque no está claro. Los heridos fueron conducidos a un hospital, donde algunos de ellos se encuentran en condición crítica, agregó.”Solo puedo confirmar que la bomba mató a nueve personas”, dijo Bukhari a The Associated Press por teléfono. “Sería prematuro decir quién orquestó el ataque”.
Aunque ningún grupo se atribuyó el ataque, se sospecha de los nacionalistas beluchistanos que libran una insurgencia de décadas contra el gobierno regional en procura de mayor autonomía y un mayor porcentaje de los recursos naturales de la provincia, en la que también operan muchos milicianos islamistas radicales.
En el ataque estadounidense, un par de misiles disparados desde el avión hicieron impacto en un vehículo en un bazar cerca del pueblo de Datta Khel, en la región tribal de Waziristán del Norte, alrededor de la medianoche del jueves, dijeron los dos funcionarios de inteligencia.
Los sospechosos viajaban desde el pueblo fronterizo de Shawal hacia Datta Khel —bastión de Hafiz Gul Bahadur, comandante local del Talibán_, agregaron con la condición de no ser identificados por no estar autorizados a hablar con la prensa. Dijeron que por el momento no se conocía la nacionalidad ni la identidad de los muertos.
Los ataques con aviones no tripulados suelen causar tensión entre Pakistán y Estados Unidos. Son extremadamente impopulares en esta nación islámica, donde mucha gente cree que matan principalmente civiles, afirmación disputada por funcionarios estadounidenses.
Los ataques de la CIA han matado a veintenas de sospechosos de pertenecer a al-Qaida y el Talibán en la región tribal paquistaní en los últimos años. La naturaleza secreta del programa dificulta determinar cuántos civiles han muerto.