Elba Gutiérrez Herrera
Un connotado periodista español ha dicho: “No puedo estar sin escribir. Siempre digo que no tengo sangre en las venas, sino tinta de imprenta”. Por mi parte, yo creo que todos los periodistas de vocación coincidimos con esa frase, eso es como un gusanito que llevamos en la sangre.
Hoy primero de marzo celebramos en Nicaragua el Día Nacional del Periodista, en memoria de Rigoberto Cabezas, fundador del diarismo nicaragüense. Pero los hombres y mujeres de prensa independiente lo conmemoramos en medio de diversas amenazas y obstáculos a la democracia del país.
Los gobiernos antidemocráticos violan las constituciones y los derechos humanos para perpetuarse en el poder, para sacar provecho económico y aniquilar de todas las maneras posibles las críticas a sus regímenes autoritarios.
¿Qué sucede en Nicaragua? Más de cien radionoticieros y revistas escritas han desaparecido por falta de publicidad. Todo el presupuesto de publicidad gubernamental, financiado con dinero de los impuestos que pagamos todos los nicaragüenses, va para los numerosos medios que ha comprado la familia gobernante Ortega-Murillo.
Otro de los problemas serios que enfrenta el periodismo nacional es la falta de acceso a la información, no solo en las instituciones estatales sino que también en empresas privadas.
El problema se prolonga porque profesionales que son buenos investigadores actualmente cumplen otro tipo de funciones, en vez de ejercer el periodismo y de estar en salas de redacciones fiscalizando, como es la obligación de la prensa nacional.
También es un problema grave, no propiamente periodístico, sino político, pero de interés nacional, es el que señalaba la Conferencia Episcopal de Nicaragua hace pocos meses, de que hay una oposición vendida a intereses del gobierno de turno, olvidándose completamente de la población nicaragüense que los llevó a posiciones de poder.
El gobierno Ortega-Murillo ha tenido éxito en dividir al periodismo, entre quienes no estamos con el partido del poder y quienes están en el oficialismo, pero después todos andamos buscando dinero para enterrar al periodista sea sandinista o no sandinista. Mientras tanto el Gobierno es indolente ante estas causas nobles porque tiene al periodismo sumergido en la peor crisis económica de todos los tiempos.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) criticó hace pocos meses las “leyes mordaza” y rindió un informe sobre el control que ha adquirido el Gobierno en los últimos dos períodos presidenciales sobre la prensa nicaragüense. En dicho informe se dijo que “en este período continuó la discriminación, iniciada desde el primer período presidencial (2007-11) del presidente Daniel Ortega, de negarle publicidad estatal a los medios independientes. Esta política ha golpeado en especial a las radios pequeñas”.
También señaló que actualmente el partido de gobierno mantiene “férreo control” de la información y propaganda “a través de numerosos medios de comunicación gubernamentales, “el secretismo y la falta de acceso a la información pública siguen siendo férreas”, afirmó el informe de la SIP.
Con estas sombras conmemoramos el día de los hombres y mujeres de prensa, con un futuro incierto, quizás por actualmente el periodismo es el único sector que crítica al Gobierno por sus violaciones de las leyes y atropellos a la dignidad humana de jóvenes y adultos. La autora es periodista