Carla Torres Solórzano
Cuando un paciente sufre un infarto cada minuto cuenta y el médico debe realizar un diagnóstico oportuno para salvarle la vida.
Ante tales circunstancias, cardiólogos del Hospital de la Universidad de Miami y el Instituto del Corazón del Monte Sinaí de Estados Unidos, junto con los miembros de la Asociación de Cardiólogos de Nicaragua y el Hospital Central Managua, están preparando un proyecto nacional de manejo de pacientes con cardiopatía.
“Las estadísticas se mantienen en los últimos quince años. Se calcula que entre el 30 y 40 por ciento de los adultos fallecen por enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares”, explicó el doctor Meneses.
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Actualmente se están afinando los detalles de la propuesta, en los próximos meses se presentará a las autoridades del Ministerio de Salud y del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social para su aprobación.
Atención rápida
Álvaro Guerra, director del Hospital Central Managua, dijo que con las autoridades nacionales se pretende hacer un proyecto para contribuir de manera significativa a disminuir la mortalidad en las enfermedades cardiovasculares del país.
“El esfuerzo es mejorar la accesibilidad, el diagnóstico temprano y la referencia a los hospitales que puedan dar respuesta”, dijo Guerra.
Además Claudia Martínez, cardióloga intervencionista de la Universidad de Miami, manifestó que la motivación de este proyecto se puede resumir en una simple pregunta. “¿Si a tu papá o a alguien de tu familia le da un infarto en la Paz de Carazo o donde sea, qué pasa?”.
De igual forma manifestó que los infartos hoy en día se tratan de manera rápida, sino la persona se muere.
“Queremos discutir (con los cardiólogos nicaragüenses) para poder ayudar a implementar un programa de manejo rápido para las emergencias cardiovasculares, que es una de las causas de muerte número uno en el mundo y Nicaragua está bien alto con respecto a Latinoamérica”, dijo Martínez.
De igual forma Carlos Duarte Claro, presidente de la Asociación Nicaragüense de Cardiología, afirmó que en los primeros once minutos el paciente debe tener un tratamiento inicial para tratar un infarto, cuando se retrasa el diagnóstico y el tratamiento la mortalidad se eleva.
“En Nicaragua tenemos los recursos humanos, pero no se cuenta con los recursos materiales y físicos para atender, solamente hay en la parte privada”, dijo Duarte.
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