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Mentiras ¿piadosas?

Hasta en los muñequitos pasa. De seguro en miles de ocasiones te has reído o sorprendido con las mentiras piadosas que “Bart Simpson” se inventa para construir una imagen frente a sus papás y cuidar así su reputación.

Julio Portocarrero Arancibia

Hasta en los muñequitos pasa. De seguro en miles de ocasiones te has reído o sorprendido con las mentiras piadosas que “Bart Simpson” se inventa para construir una imagen frente a sus papás y cuidar así su reputación.

Y si las mentiras blancas están presentes en los muñequitos es porque estas forman parte de nuestra vida diaria, pues ¿quién alguna vez no se ha valido de una mentira piadosa para mantener en rumbo una relación amorosa? ¿O ha inventado estar enfermo para no asistir a clases?

Sin embargo, aunque a estas las acompaña la espontaneidad, hay quienes como Erick Jiménez López, creen que en determinado momento todos tenemos que mentir por diversas razones.

Pero, chiquita o grande, blanca o negra, ¿hay una diferencia en las “mentiritas” que decimos? Jessica Meléndez al igual que Erick Jiménez López comentaron la pregunta de la semana de esta edición, comenta que “todas son iguales y todas hacen daño”.

¡Ojo! “El término de mentiras piadosas lo hemos tildado con la intención de comercializar un poco nuestras excusas y nuestro día a día; y es ahí donde nosotros debemos volver a enfocar lo que es la virtud de la sinceridad”, expresa Carolina Leal, consejera escolar del colegio San Agustín.

DEBEMOS SER REALISTAS

Según la “profe” las mentiras piadosas es algo que se utiliza regularmente y que no debe satanizarse. Ella comenta que “es algo que nos debe llevar a reflexionar sobre por qué estamos mintiendo, y qué tan frecuente estamos usando esas mentiras que se pueden llegar a convertir en un hábito”.

NO MÁS EXCUSAS

¿Y por qué nos excusamos? “Porque no podemos asumir nuestra falta de responsabilidad, lo que significa que estamos cayendo en un patrón, y es ahí en donde deben surgir las siguientes preguntas: ¿por qué estoy mintiendo? ¿Lo hago para apañar mi propios errores? ¿Por qué lo estoy haciendo tan seguido?”, expresa la “profe”.

Y es que al hacernos esta serie de interrogantes se pone en práctica un término que se conoce como autoconocimiento que nos permite asumir la responsabilidad de nuestros errores.

“Los adolescentes y jóvenes tienen la capacidad de poder reflexionar sobre sus acciones pues lo que hacemos cada día es lo que marca lo que somos”, explica.

“Equivocarse no es el fin del mundo, es aceptar que lo hice mal porque mentí, y luego seguir adelante, lo cual se convierte en otra virtud: la sinceridad que la desarrollamos practicándola”, expresa Carolina Leal,  consejera escolar del  colegio San Agustín

¿SINCERIDAD?

En nuestros tiempos los aires de la modernidad que nos llegan por medio de la publicidad, le enseña a nuestra niñez y adolescencia que deben “salirse con la suya” y que se deben resolver los problemas de una manera muy fácil, inclusive hasta el punto de mentir.

Pero “debemos darle el valor a la verdad y sinceridad, sobre todo los jóvenes que entran al campo laboral, pues a veces llegan a los trabajos y no tienen una claridad de la responsabilidad, lo cual es consecuencia de la falta de práctica de la sinceridad. En este sentido el ejemplo de los padres es vital”.

Y según la “profe” son estos quienes deben enseñarles a asumir el rol y las consecuencias de sus acciones.

Y ante los mensajes negativos que se reciban del sector comercial de la sociedad, es inevitable que no vamos a estar expuestos a ellos, pero nosotros debemos luchar para llevar nuestra vida lo más congruente que podamos con nuestros valores. “Es aquí donde debés tener congruencia entre lo que vos decís y hacés”, finaliza la “profe”.

¡OJO!

Debemos estar alertas ante los mensajes que la sociedad nos envía por medio de la publicidad y las redes sociales, pues estos crean disfunción en las relaciones interpersonales y la familia.

De seguro te has encontrado con personas que se gestionan a sí mismas y venden una idea de ellos que resplandece en cuanto a acciones se refiere.

La “profe” explica que podemos decir que somos personas honradas y espirituales, pero ¿qué pasa si no le damos lugar a nuestra vida espiritual o en nuestra supuesta honestidad usamos todos los días estas mentiras blancas? De ahí que debemos ser congruentes entre lo que decimos y hacemos.

Aquí Entre Nos Mentiras Sentimientos archivo

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