Amalia Morales
Si el río es fronterizo, y su cauce se mueve, se mueve la línea divisoria. Así, puede ser que Nicaragua “por un lado pierda, y por otro gane”, territorio, según explica el experto en derecho internacional Manuel Madriz, respecto a lo que podría estar ocurriendo en el río Coco, en el tramo que es fronterizo con Honduras, y que en estos días es objeto de disputa entre una comunidad indígena nicaragüense y hondureños.
A diferencia del río San Juan, cuyas aguas están bajo la jurisdicción completa de Nicaragua, y solo puede ser patrullado por autoridades nicaragüenses, el Coco es fronterizo desde el río Poteca hasta la desembocadura en el Caribe en el Cabo Gracias a Dios, y tienen igual derecho ambos países, según lo establecen los tratados.
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Consultado sobre cuál de los dos ejércitos deberían patrullar ese tramo fronterizo del Coco, Madriz cree que debe existir una reglamentación entre ambos países.
Madriz cree que ambos países también tendrían que ponerse de acuerdo sobre a quién pertenecen estas islas que están sobre el río.
En días recientes, indígenas de la comunidad de Saupuka, siete kilómetros al este de Waspam, han denunciado que hondureños han entrado a unos islotes que están sobre el río, y que históricamente les han pertenecido.
Sobre este punto, Madriz cree que la costumbre de los pueblos es un factor clave en estos casos
.
El experto cree que ambos países también tienen que darle mantenimiento al río, “estabilizar las aguas de forma tal que no hayan cambios”.
SE HACEN LAS VÍCTIMAS
Los habitantes de Saupuka aseguran que los hondureños provienen del interior de ese país, de departamentos como Atlántida y Olancho, y han hecho tiroteos en la zona donde ellos cultivan.
La cancillería nicaragüense todavía no se pronuncia sobre el caso. Ayer LA PRENSA volvió a hacer la consulta.
Tampoco el Ejército de Nicaragua ha respondido a la consulta sobre los tiroteos en los islotes denunciados por los indígenas.
Sin embargo, ayer el diputado por Yatama, Brooklyn Rivera, dijo que ha consultado a ambas instituciones y que la cancillería nicaragüense “ya está tomando cartas en el asunto” .
“Entiendo que el Ejército ya había recibido información de su contraparte en Honduras, y efectivamente se ha dado una situación”.
Sin embargo, Rivera dijo que las “quejas” del lado hondureño apuntan a que son los indígenas los que han atacado a los ganaderos.
“Quieren aparecer como víctimas cuando no lo son”, dijo el diputado miskito, quien aseguró que se está insistiendo ante la cancillería para buscar una salida diplomática a la tensión que hay en el río en los alrededores de Waspam.
Los líderes de Saupuka denunciaron días atrás que ha habido disparos en la zona donde ellos cultivan, y que algunos comunitarios han abandonado sus cultivos por miedo.
Los hondureños, además de intimidar habrían destruido plantaciones de maíz, arroz y plátano.
“Nosotros vivimos de esa tierra”, aseguró Rey Miguel Calvez, uno de los líderes, quien agregó que los hondureños han llevado decenas de cabezas de ganado.
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