En el Concejo de Managua hay 18 concejales. Dos de ellos, Luciano García y Leonel Teller, critican constantemente a la administración y son castigados con acusaciones y simulacros de desalojos. El resto, muy pocas veces habla y recibe sin ningún problema los 64,000 córdobas de dietas, 8,500 córdobas en combustible, 500 minutos en tiempo aire para sus celulares y 14,000 córdobas para medicina que se debe entregar a la población.
Y por si hay duda de lo que le pasaría a un concejal crítico, el secretario general del Concejo Municipal, el oficialista Enrique Armas, aprovechó la represalia contra García y Teller, y advirtió que “se tomarán medidas fuertes” por la falta de respeto.
Además de lo que él llama indisciplina e inasistencia en la que puedan incurrir los concejales, principalmente los que no son del partido del régimen orteguista.
“Ellos constantemente le faltan al respeto a nuestra alcaldesa Daysi Torres, a la vicealcaldesa Reyna Ruedas y al secretario general, el ingeniero Fidel Moreno Briones”, declaró a medios oficialistas en referencia más directa a García y Teller.
HASTA PRETENDE DESTITUIR A CONCEJALES
Luego de las declaraciones de Armas, en el Concejo se empezó a rumorar fuertemente que la administración municipal pretende destituir de sus puestos a García y a Teller, quienes también enfrentan acusaciones por injurias y calumnias en perjuicio de funcionarios municipales.
En los últimos meses, la administración municipal le suspendió a García y a Teller el servicio de telefonía celular, la cuota de combustible y a inicios de esta semana, hasta los dejó sin chofer, sin secretarias y sin oficinas en el Concejo.
Esa última situación causó indignación momentánea entre los otros cinco concejales opositores, sin embargo, luego de una reunión con Moreno, ninguno de los ediles se ha vuelto a pronunciar sobre el caso.
Se espera que para hoy, los concejales opositores firmen una carta en donde exigirían la restitución de los recursos financieros y humanos para los ediles desalojados. Mientras tanto, García y Teller acudirán a la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) a denunciar sus casos.
¿ES PREBENDA?
Aunque los beneficios a los concejales de la capital han sido fuertemente criticados desde el plano de la ética y la moral por organismos que trabajan en el tema de desarrollo municipal, las garantías administrativas y financieras para los ediles están reguladas en la Resolución 11-98 del Reglamento interno de organización y funcionamiento del concejo de Managua.
Según esa normativa municipal, la secretaría municipal del Concejo “dispondrá de los Recursos Financieros y Humanos necesarios para cubrir todas las actividades administrativas, operativas e informativas que origine el Concejo Municipal, los señores Concejales, en el desempeño de sus cargos y funciones, y para propio funcionamiento de dicha oficina”. La Ley de régimen presupuestario municipal, por su parte, regula el pago de las dietas a los concejales de Managua.
Según el presupuesto de la Alcaldía de Managua, que está en discusión para una tercera reforma, 13 millones 683 mil córdobas están programados para el pago de dieta de los concejales.
DISTRIBUIR EQUITATIVAMENTE
“Nosotros hemos sido claros en decir que los recursos destinados para el trabajo de los concejales debe ser asignado de manera equitativa. Si a unos les dan y a otros que denunciamos se nos quita, entonces esto se convierte en una prebenda”, dijo el edil liberal Leonel Teller, a quien ya le quitaron el bono de combustible.
“Las garantías municipales deben ajustarse a lo que dice la ley, y no a criterios de represalia”, dijo por su parte el concejal conservador García, a quien ya le suspendieron el servicio telefónico.
Según admitieron los funcionarios municipales, cada uno de los concejales tiene asignado un chofer, a excepción de los dos desalojados. Como parte de los beneficios a los ediles capitalinos, en diciembre pasado, varios de ellos habrían recibido un préstamo de dos mil dólares, aunque luego algunos hablaron que más bien fue un “regalo” de mil dólares.
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