BOGOTA/AP
Colombia nunca aceptará la pena de muerte para sus connacionales y lleva gestiones ante el gobierno de China para que “reconsidere” ese castigo, impuesto a un colombiano por tráfico de drogas, informó el jueves la cancillería.
“Puesto que la Constitución colombiana no contempla la pena de muerte por la comisión de un delito, se están adelantando gestiones ante el gobierno de la República Popular de China con el fin de que las autoridades competentes chinas reconsideren la pena impuesta al señor Harold Carillo Sánchez”, dijo el Ministerio del Exterior en un breve comunicado difundido a la prensa en un correo electrónico.
El gobierno de “Colombia nunca aceptará la pena de muerte para sus connacionales”, añadió, sin aclarar qué tipo de gestiones ha hecho ante las autoridades en Beijing ni la respuesta recibida.
Un correo electrónico enviado por la AP a la misión de China en Bogotá no fue respondido de inmediato.Carrillo Sánchez, de 45 años, fue detenido en Beijing en marzo del 2010 con 2.952 gramos de cocaína, de acuerdo con sus parientes en Colombia; y fue condenado a muerte por tráfico de drogas en abril de 2011.
“Estamos conscientes de que (Carrillo) se equivocó, pero no para (castigarlo con la) pena de muerte ni cadena perpetua”, dijo en diálogo telefónico Luz Farid Celis, de 42 años, esposa del detenido.
Agregó que lo que piden al gobierno del presidente Juan Manuel Santos es que intente que Carrillo retorne al país y pague aquí su condena. En Colombia no existe pena de muerte y la máxima sanción penal es de 60 años de prisión.
Explicó que su esposo, de quien dijo siempre trabajó como taxista, sólo le indicó que haría un viaje de negocios y que estaría de regreso a Colombia para inicios de abril del 2010, pero que al ver que pasaban los días y no retornaba decidieron avisar a la Cancillería colombiana.
Por una llamada del Ministerio de Exteriores se enteraron semanas después de la detención, agregó la mujer desde la ciudad de Cali, en el departamento de Valle del Cauca y a unos 300 kilómetros al suroeste de Bogotá, donde reside toda la familia.
No saben dónde esta detenido Carrillo, del que aseguraron no tiene antecedentes penales en Colombia, ni han podido hablar con él o recibir una carta, como tampoco los funcionarios de la embajada colombiana en China que los mantiene informados del caso a los familiares a través de llamadas telefónica y correos electrónicos.
La esposa de Carrillo dijo que el hombre apremiado por problemas económicos “no pensó, actuó a la ligera…(fue una) mala decisión, cometió un error”. El matrimonio tiene dos hijos de 20 y 18 años.
Uno de los dos hermanos de Carrillo Sánchez, Juan Pablo, dijo telefónicamente que lo último que supieron del detenido fue cuando se enteraron de la condena a muerte a través de la misión diplomática colombiana en China y que desconocen los detalles de su captura o condiciones de reclusión.
La policía antinarcóticos, a través de su oficina de prensa, dijo que Carrillo Sánchez carece de registros en el país como un traficante y que manejan la hipótesis que hizo el viaje como “mula” o personas contratadas sólo para llevar pequeñas cantidades de drogas a otro país, en ocasiones en sus cuerpos o en sus equipajes.
