Camino a la santidad va un hombre que estuvo alojado dos veces en el país. La primera le dejó un sabor agridulce al ser irrespetado por las multitudes sandinistas que se entremezclaron con el pueblo católico que llegaba a encontrarse con su pastor. Pero en la segunda ocasión, invitado por la presidenta Violeta Barrios de Chamorro, sonrió, cantó y se gozó con los fieles. Es Juan Pablo II, quien hoy será beatificado por su sucesor Benedicto XVI.
Fue el primero y hasta ahora único Papa que ha visitado el país, razón suficiente para ser amado por el pueblo católico nicaragüense, pero que además siempre mandó sus bendiciones desde el Vaticano a este país.
Domingo les trae en esta edición una remembranza de sus dos visitas al país, así como un recuento de lo que fue su vida, especialmente desde que en 1978 se convirtió en el Papa número 264. El primer polaco en llegar al trono de Pedro y el primero no italiano desde el siglo XVI.
“Creo que era la persona más extraordinaria de los últimos siglos, merece el apelativo de Juan Pablo El Grande, era un santo”, considera Humberto Belli.
Varios nicaragüenses, que por una u otra razón estuvieron involucrados en estas visitas, relatan su experiencia con este hombre que está muy pronto a convertirse en santo.