Por Johnny Cajina Guillén
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El general Mario Perezcassar, jefe de la Defensa Civil, declaró en alerta verde la zona del Pacífico de Nicaragua que abarca a todos los municipios con zonas costeras, ante la amenaza de un tsunami que avanza por el Oceáno Pacífico tras el poderoso terremoto que estremeció hoy Japón.
La declaración de alerta verde activó los comités municipales de prevención de desastres, cuyas autoridades se encargarán de orientar a la población sobre las medidas a tomar de cara a una eventual emergencia.
Perezcassar anunció que tres mil efectivos del Ejército de Nicaragua estaban listos para realizar cualquier evacuación. Según el Centro de Alertas de Tsunami de Hawai las olas podrían llegar a las costas del Pacífico nicaragüense alrededor de las 4:30 p.m.
El alto mando militar indicó que para la coordinación de la emergencia se instalarán tres puestos de mando situados en Corinto (departamento de Chinandega), San Rafael del Sur (Managua) y San Juan del Sur (Rivas), los que llevarán un monitoreo constante de la situación y serán los encargados de divulgar los planes de aviso a la población.
El funcionario indicó que los planes dependerán de lo que acontezca en aquellos países o zonas situados más cerca del epicentro del sismo, y que por tanto recibirán primero el impacto del tsunami.
Señaló que alrededor de la 1 de la tarde tendrán una idea acertada del comportamiento del fenómeno y se tomarán las decisiones finales.
Perezcassar aseguró que de ocurrir una evacuación esta se llevaría en un período de tres horas.
Además indicó que de no ocurrir nada a las 4:30 p.m., se deberá esperar un lapso dos horas para descartar cualquier peligro en las costas.
El jefe de la Defensa Civil, que compareció ante el oficialista Canal 4 de la televisión local, propiedad del presidente Daniel Ortega, recomendó a la población alejarse por lo menos un kilómetro de la playa en caso de que se advierta del peligro del tsunami. Asímismo pidió a la población estar atenta a los avisos que se harán por los medios de comunicación y tener bajo control a los niños.
